IX→ El viaje

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Ya les quedaba nada, unas horas. Pocas.

— Cuatro horas y llegamos, ¡dale!

— No puedo acelerar si quieres llegar allí y que no nos encarcelen —se rió.

Luke sonrió al verle feliz, y decidió preguntarle lo que tanto quería decirle:

— ¿Desde hace cuánto sabías que me engañaba?

— Desde que te fui a buscar y la vi por su ventana besándose con otro.

— ¿Y cómo sabías que era ella?

— Llevaba el pañuelo verde y, además, fue a mi clase. Me la tiré en secundaria.

— ¡Puto cerdo!

— ¡Es broma! —exclamó entre risas.

— Yo no sé cómo te gustan tanto esa mierda de chistes.

— Creo que es porque me gustas tú.

Ambos se miraron y se sonrieron. Luke sabía que su contestación no tenía nada que ver con lo que había dicho, le hacía gracia su inocencia.

— No quiero ofenderte, pero ¿fuiste a la escuela?

— Dos días. Luego me expulsaron.

— ¿Y eso?

— Mi padre se tiró a mi profesora en una reunión del colegio.

— Vaya con tu padre, qué pieza de museo.

— Era un gilipollas. Y ahora está muerto, como tenía que estar. Ahí. En la mierda. Así me gusta. Luke...

— Dime.

— Tengo un hijo, espero que no te importe...

— ¿Qué nombre le has puesto?

— Pues si me rechazabas, iba a ponerle Luke. Pero ahora no, porque sino voy a confundir a mi hijo con mi novio.

— ¡Ja, ja, ja! Puto Tonny. Eres idiota.

— Por eso te encanto.

Entre risas, hicieron todo el camino. Tonny no agarró ni un solo cigarro, estaba tan feliz con él que se le olvidó por completo, y eso hizo muy feliz a Luke.

— Ya hemos llegado.

— Ya, bueno, un gran viaje.

— S... Sí, supongo.

En cuanto bajaron del coche, se iban a besar hasta que de pronto Luke vio a unos amigos de él. Se separó en seco.

— Oh, ¡Luke!

— ¡Margaret, Ernest! Estáis espectaculares.

— Como tú, joven Brandon.

La mujer vio a Tonny, y sonrió. Tonny sonrió al ver que le sonrió, pero se le fue la sonrisa rápidamente.

— ¿Es tu chófer?

Eso no le gustó nada. Odiaba esa palabra. Sentía que era igual a que le llamasen esclavo de alguien, siervo de su dueño.

— Eh... Sí, sí, es mi chófer —dijo sonriente, intentando disimular que no lo era.

Tonny, al ver que no dijo la verdad, la dijo él.

— No, no soy su chófer. Le he traído hasta aquí porque su chófer iba a llegar tarde a recogerle.

— Oh, ya nos extrañaba que Luke tuviese tan mal gusto para escoger chófer —empezaron a reírse con burla, y con la mano tapándose la boca como los ricos.

— Diles algo, no pienso tolerar esta mierda —le dijo Tonny a Luke.

— Tonny... Yo...

— Bueno, Luke, ¿vienes?

— ¡Claro!

— Mi dinero.

— Cállate, pesado.

— Mi puto dinero —subió el tono, enfadado.

— Te daré tu dinero luego.

— Quiero mi puto dinero, ¡ahora! —lo agarró de la camisa. No le estaba gustando nada su actitud contra él.

— ¡Guardias! —exclamó Margaret, a lo que los guardias llegaron rápidamente.

— Soltadme, ¡panda de imbéciles!

— Queda arrestado por intento de violencia.

— ¿Violencia? ¡Violencia la de este hombre y su mugrosa acompañante!

— ¿¡Será posible!?

— Púdrete, impresentable.

Mientras se intentaba soltar de la policía, muy alterado y enfadado, miró a Luke.

— Luke, ayúdame —sonrió un poco.

Al ver que todos estaban mirando la escena, por mucho que le doliese, no le hizo caso.

— ¡Este hombre me ha amenazado con una pistola y me ha tirado el teléfono por la ventanilla mientras conducía!

Todos se quedaron sorprendidos, pero lo que más le dolió fue ver la cara de Tonny en ese momento de traición. Se sentía un imbécil por haber dicho eso.

— Genial, encima intento de asesinato. Te vienes a comisaría.

— Soltadme, ¡es mentira! ¡No es verdad!

— Eso díselo al juez, cretino.

Apunto de ser metido en el coche, le miró con los ojos llorosos y le dijo:

— Gracias, ¿eh? Cariño —Tras decir eso, lo metieron en el coche de policía y se lo llevaron.

Luke no sintió tanta rabia con él mismo en toda su vida más que en ese momento.

Dos idiotas de casualidad - Tonny×LukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora