𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 1...

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A través de varios coches se podía a ver a Jonathan andar a paso acelerado, muy pendiente de sí mismo y sin importarle cuántos conductores le gritaban que tenga cuidado antes de pasar por delante de ellos, tocan la bocina de su auto o le insultan directamente por no prestar atención a lo que le rodeaba. Como si aun no se hubiera desecho de aquella nube de hierba en la que se encontraba hace diez minutos, antes de salir.

El joven Byers llevaba varios días en las nubes, desde su ruptura con Nancy parecía no dar un palo al agua y había empezado a consumir "sustancias naturales", cada vez más confuso, intentando lidiar y entender sus aun vigentes sentimientos por la mayor de los hermanos Wheeler; Asimilando todo lo ocurrido en hawkings hace poco, con rusos y muertes por doquier; En proceso de creerse que dentro de menos de un mes habría abandonado esa ciudad que tanto dolor les había traído a su familia y a él, pero que había sido su ciudad desde hace dieciocho años; Por último, tratando de descifrar qué ponía en aquella misteriosa lista de la compra que su madre le había preparado.

Joyce Byers, su madre, siempre había sido una persona muy previsora, y con ello muy cuidadosa con todos los detalles. Jonathan no entendía por qué aun así, con lo detallista que solía ser, le había dado una lista de la compra completamente ilegible. Era muy tarde para rendirse por una tonta lista, no podía pedir nada tan especial.

Se armó de valor, despejó su mente de todo aquello que le estaba distrayendo y al llegar a la tienda agarró tres o cuatro productos que estaban a su mano, sin prestarle mucha atención a la etiqueta o el precio, directamente a la cesta. Sin mucho más que hacer, se acercó al mostrador donde poder pagar.

— Me gustaría comprar esto. — Dijo, soltando la cesta de productos sobre el mostrador. — También quiero leche, no la he encontrado en los estantes. —

Una suave risa conocida se hizo presente en el local, proveniente del cajero.

— ¿Quieres leche, Byers? — Seguía riéndose, el dueño de la voz, Steve Harrington. — Quizá puedas encontrarla si vas a un supermercado y no a un vídeoclub. —

Jonathan, aun perdido no sabía que contestar, ciertamente ahora que se fijaba bien, esto no era el supermercado en el que él creía estar, con su cajera Paca cobrando y productos de dudosa calidad, y mirando bien su cesta, quizás esas no eran las verduras que podría haberle pedido su madre, sino una variedad bastante peculiar de películas.

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Varios segundos, Jonathan no respondía, silencio incómodo en el local gobernado sólo por aquellos dos, ya que Robin hoy no atendía.

— Jonathan ¿Te encuentras bien? — Preguntó Steve, cortando el interminable silencio mientras agitaba una de sus manos delante del chico, bastante cerca de su rostro para ser exactos, en un intento de llamar su atención o sacarlo de su bucle.

— Ah sí, perdón, me he dejado llevar y no sé ni dónde he acabado. — Respondió en cuanto pudo reaccionar.

— Llevas perdido un par de días, ¿seguro que todo bien? — Seguía insistente, aunque bien tenía razón.

— Sí, eso creo, estoy... ¿bien? —
Cautelo de su respuesta esta vez, pues sabía que Harrington no se tragaría cualquiera mentira. — Quizás algo sofocado con todo, pero no es nada del otro mundo. _

— Ya lo creo... sólo has acabado en Family Video comprando leche, estás en perfecta forma Jonathan Byers. — Mencionó en un claro tono irónico, y sin darle tiempo a contestarle, siguió hablando. — ¿Por qué no te vienes esta noche a mi casa? Mis padres no van a estar, y me puedes contar un poco de lo que te tiene así. — Otro pequeño silencio se hizo presente en la habitación, ambos jóvenes adultos pensando su próximo movimiento. — No es nada formar, ya sabes, para despejarnos un rato sin toda esa mierda rara que te fumas. —

Esto último hizo reír al Jonathan. — Yo prefiero decir que es natural. — Ambos rieron, quitando algo de tensión del ambiente. — Entonces, nos vemos esta noche en tu casa. —

— Ahí nos vemos.—

¿𝙌𝙪𝙞𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙡𝙚𝙘𝙝𝙚? ... Stonathan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora