𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 2 ...

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El mayor de los hermanos Byers no entendía muy bien por qué estaba tan nervioso por esa quedada, si bien Steve y él nunca había sido muy unidos, sólo se conocía por Nancy y los niños, en realidad podrían considerarse amigos ¿No? Habían pasado muchas cosas juntos, de alguna manera se sentía unido a él. Y eso es lo que hacía los amigos, quedar, hablar, beber, no era tan extraño, no tenía que ponerle nervioso el ir solo a casa de Harrington, no había motivo para ello, ¿No?

Por su parte, Steve lo tenía todo preparado, había salido temprano de su puesto de trabajo, aprovechando que esa tarde Robin no estaba y no había nadie que se quejara si se iba antes de tiempo. Compró varias latas de cerveza de camino a su casa, aun teniendo otros tipos de bebida en su hogar, y al llegar metió éstas en la nevera para que estuvieran frías al momento de consumirlas.

No tenía muy claro qué era lo que le había llevado a invitar a Jonathan a pasar el rato, podría decir que había sido un instinto, o que había visto la perfecta oportunidad para pasar un rato a solas con el moreno. Byers le causaba curiosidad, aunque no es algo que fuera a admitir en voz alta, desde aquella pelea que tuvieron su visión de él cambió radicalmente, de un ratito amante de la fotografía y algo acosador a un chico desesperado que defendería a su familia y amigos a cualquier costa. Le gustaría decir que esta era la visión final que tenía del chico, pero después de tantos acontecimientos que los involucraron a ambos, fue descubriendo mil y una facetas sobre él que a simple vista no parecían destacar, desde las mejores, como ser un gran hermano e hijo a las peores, como ser un poco porreta.

Perdido en sus pensamientos sobre Jonathan, siguió preparando varias cosas para cuando éste llegara, algo de comer, para que el alcohol no subiera muy rápido, ordenó un poco la sala de estar, aunque ya estaba limpia gracias a Verónico, el amo del hogar que venía a limpiar a su casa los jueves por la tarde. También se duchó él mismo, que tras haber dado mil vueltas por su casa limpiando u ordenando, se encontraba exaltado. Cuando no se le ocurrió nada más que hacer se tumbó en el sofá a esperar, un tic presente en su pierna izquierda golpeando con su pie repetidamente el suelo, impaciente, aunque no entendía muy bien por qué.

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Pasaban las horas rápido para Jonathan, 5pm, 6pm, 7pm... El recién nombrado se encontraba ayudando a su madre con detalles relacionados con la mudanza que se les avecinaba, normalmente él se ocuparía de contactar con las inmobiliarias necesarias para conseguir las mejores ofertas por su casa, o por el contrario, encontrar las mejores ofertas en casas en otros estados. Pero esa tarde se encontraba demasiado despistado como para hacerlo bien, por lo que Joyce tomó su puesto es esa tarea mientras él se enfocaba en otras cosas.

Llegaban las 9pm, 10pm. ¿A qué se refería Steve exactamente cuando decía que «Quedaban por la noche»? Esa no era una indicación clara en absoluto a su parecer. ¿Sería muy temprano aun? ¿Y sí llegaba tarde? ¿Se puede llegar tarde a una invitación tan ambigua?

- ¡Niños! ¡A cenar! - Pudo oir a su madre gritando desde la cocina, quizás si que se le había hecho muy tarde.

- Mamá, no ceno hoy aquí... He quedado. - Ésta le miró algo extrañada, como su estuviera uniendo varios cabos sueltos, aunque no parecía molesta por su repentino plan.

- ¿Has quedado con Nancy? Has estado muy nervioso hoy. - Ahí estaba de nuevo la detective Byers, intentando descubrir que lo traía así. - Podrías haberme avisado antes, habría cocinado menos. -

- No he quedado con Nancy... -

- ¿Nancy? Pensaba que lo habíais dejado, ¿Lo estáis arreglando? - Habló Will tras de él, como si lo que hubiera dicho no le hubiera importado a nadie.

- Tal vez quieren hacer las paces antes de irnos. - Añadió Once, poco después.

- Nancy es muy buena chica, si no lo arreglais dejadlo como amigos al menos. - Continuó su madre, mientras sus dos hermanos menores teorizaban del por qué habrían quedado y su nuevo padrastro se sentaba en la mesa del comedor para empezar a comer, ajeno al tema que les competía.

- ¡He quedado con Steve! - Habló alto y claro, interrumpiendo todas esas subconversaciones a su al rededor que no llegaban a ningún lado. - He quedado con Steve, no con Nancy ¿Ok? -

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Cada vez valoraba más la idea de que a Jonathan se le había olvidado venir, debía estar fumando en algún parque o haciendo fotos poco interesantes. No era tan grave, no eran tan amigos, sólo Jonathan Byers le había dado plantón por quién sabe cuántas horas sin molestarse en llamar, había oido que Joyce una vez hizo lo mismo en una cita con Hopper o algo así, aunque lo suyo no era una cita, claro.

A punto de recoger los deprimentes cheetos que había puesto en un cuenco en la mesa cuando escuchó el timbre de la casa, retumbando sus oidos y despertándolo. No tardó ni medio minuto en levantarse a abrir la puerta.

- ¿En serio? ¿A las 10 y media? No me digas que te has perdido. - Preguntó sarcástico, entre molesto y aliviado de ver que no se había olvidado de él.

- Pues... He tenido algunos problemas, pero ya estoy aquí. - Respondió nervioso. - ¡Oh! Y he traído leche, por lo de esta mañana, también he tardado más por eso. -

- No me jodas, Byers. -

- Entera, semidesnatada, desnatada, sin lactosa... -


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Los iba a poner a coger ya pero Joper del tim se veía demasiado ilusionado, mejor lo hago esperar un poco más. Joper tqm.

¿𝙌𝙪𝙞𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙡𝙚𝙘𝙝𝙚? ... Stonathan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora