› 𝗽𝗮𝗿𝘁 · seven.

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    ・・ ✧ ❛ 𝙄n the 𝙠𝙞𝙩𝙘𝙝𝙚𝙣.❜ ✧ ・・

Jamie te tenía contra el mesón, te observaba con los ojos más profundos que habías visto, eso te había hecho sentir tan deseada en aquél momento. Abrías tus piernas para darle el pase a su figura mientras el, tomaba tus labios con los suyos y descubría tu cuerpo con sus manos frías, provocándote escalofríos que le demostraban que en realidad estabas disfrutando de su tacto.

Tus manos viajaron hasta su nuca y ahí mismo las hundiste, justo en sus cabellos finos para tirar de ellos, logrando que ambos se separen. Unieron sus frentes y el te sonrió pícaro antes de darte una bofetada en el trasero, logró sacarte un quejido con aquello y le encantó. No quería detener el momento caluroso, quería continuar con los húmedos besos tomándote esta vez por el cuello bruscamente.

No podías negarlo, te encantaba cuando lo hacía y él sabía perfectamente cada pequeña acción que te hacía enloquecer.

Perdiste la cabeza cuando en un imprevisto escupió en tu boca para retomar el beso, eso te excitó tanto que no pudiste controlar tus deseos de entrelazar tu lengua con la suya y bajar tu mano por en medio de sus cuerpos, llegaste a su miembro con el fin de estimularlo y detenerte cuando te topes con el bulto creciente.

Mantuviste el intenso beso, hasta que el mismo tomó las riendas de la escena.

Te tomó por el cabello, haciéndote chocar con el mesón dónde tus manos descansaron y una energía recorrió tu calor cuando él llevo sus dedos largos hasta allí, se topó con tus bragas manchadas por puro placer. "No sabes cuánto me gusta mojarte tan fácilmente." gruñó, dejando un cálido beso en tu nuca y tú soltaste un ahogado suspiro cuando comenzó a frotar indirectamente sobre la ropa estorbante, ni siquiera se molesto en quitarla y te estaba matando, querías más pero el solo estaba jugando con tu aguante.

"Pídeme que te folle tan duro como te gusta. Quiero oírte." Murmuró, con cierta provocación en tu oído, te llevó al cielo con esa voz rasposa que no pudiste hacer más que cerrar los ojos y dejarte llevar por el movimiento de su mano sobre tí. Dios, estabas tan sumisa ante él que ni siquiera las palabras salían de tu boca.

"Por favor, Jamie..." Formulaste entrecortada, jadeante de tanto gozo, ahora el tenía su mano dentro de tu ropa ya bastante mojada, tocando directamente tu sensible y maltratado clítoris. Deslizó su mano libre hasta tu mandíbula para hacer que le mires, tus cejas estaban fruncidas, no podías dejar de morderte el labio de lo bien que sabía usar sus dedos.

"¿Por favor qué, cariño?" Tomaste su brazo sintiendo la necesidad de arañarlo mientras te llevaba a la gloria con sus largos dedos ahora creando círculos en tu abertura.

"Follame de una vez."

Soltaste un gemido cuando introdujo sus dedos con tanta facilidad, tus paredes los presionaban cada que los curvó justo en ese punto y abusó de la zona, ganándose a cambio tus quejidos incontrolables que lo descontrolaban a él también. Amaba verte así, retorciéndote bajo sus acciones.

No pudo esperar más y te soltó de su agarre. Bajó su pantalón con agilidad y tiró de tu braga tan fuerte que los finos hilos tomaron elasticidad, rompiendo su forma original. Una sonrisa ladina se formó en tu rostro, te sorprendía como él podía causarte tanto en tan solo minutos, para ser honesta, te volvías tan fácil y es que, cómo no ibas a hacerlo cuando era tan jodidamente caliente. Cada que te tomaba de esa forma tan fuerte eras incapaz de negarte y el, se aprovechaba de esa facilidad tuya.

Apoyó su polla justo en medio de tus pliegues y comenzó a deslizarse, queriendo jugar nuevamente con tu paciencia. Se deslizó sin detenerse hasta que comenzaste a suplicar que llenara tu interior, estabas casi desesperada por sentirlo y él estaba igual de ardiente que tú, pero era tan gratificante para él jugar así contigo, oírte pidiendo más.

Con un rápido movimiento te tomó y volteó tu cuerpo para encontrarse cara a cara, elevó una de tus piernas con su marcado brazo y finalmente entro en tí, sus ojos estuvieron fijos en tu rostro mostrando una expresión de placer, esa expresión que le hacía explotar en su cabeza.

Tus caderas comenzaron a moverse por inercia y el simplemente no podía detener sus gemidos, eran una dulce melodía para tus oídos, amabas tanto oír cada uno de sus gemidos y verlo cargado de tanta excitación, cargado de tanta rudeza. Sin pensarlo, plantó una bofetada en tu mejilla ahora enrojecida por el impacto, te agarró del rostro sin cuidado alguno para besarte con una suavidad única, como si no acabaras de recibir una bofetada, pero no te importó en absoluto.

Solo podías concentrarte en como él entraba y salía de tu interior, en cómo se comportaba tan brusco y estabas encantada. Esa exquisita sensación que sentías cada que su polla golpeaba en algún lugar más débil no querías que jamás desaparezca, la necesitabas y él era el único que podría brindarte tanto.

Cuando estuviste a punto de correrte, llevaste tus manos hacia su abdomen marcado para rasguñarlo con tus uñas como forma de liberar todo ese éxtasis de sensaciones placenteras y el estaba fascinado con cada acción tuya en respuesta de las suyas.

"Córrete para mí, t/n..." gimió en tu boca.

Finalmente te llevó al límite, haciéndolo soltar maldiciones entre murmuros cuando comenzaste a presionar tus paredes en su polla incontables veces, así fué como él también terminó por llenar tu interior goteante, presionando un pequeño beso en tus labios mientras soltaba tu pierna para tomarte de la cintura y apegar sus cuerpos sudados, te miraba con tanta apreciación que no pudiste evitar dejar un último beso tierno sobre sus rojizos belfos hinchados de tanto estímulo, bajaste tu vestido y quitaste por completo tu braga, dejándola en las manos del chico como un regalo de tu parte por haberte hecho terminar tan deliciosamente.

"No creas que voy a devolverla." Soltó, dedicándote una sonrisa maliciosa y tú solo dejaste un beso en su mejilla para retirarte, moviendo tus caderas con un toque sensual solo para joderlo.

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦. - 𝗃𝖺𝗆𝗂𝖾 𝖼𝖺𝗆𝗉𝖻𝖾𝗅𝗅 𝖻𝗈𝗐𝖾𝗋.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora