¡Ante ustedes, se presenta, la Princesa de Clarines, Irazue Wistaria!
Que interesante manera de ver, hermanita
Gracias por esto, hermana
Eres una mujer completamente calificada para gobernar querida hija
los personajes de Akagami no Shirayuki no m...
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Ha pasado un tiempo desde que vine a Wistal – un lujoso carruaje se encontraba de viaje en dirección al castillo de la familia real de Clarines, decorado de los colores del reino, azul, blanco, dentro de dicho transporte se encontraba una joven de largos cabellos plateados, sus ojos de un color zafiro tal cual era la joya, porta un elegante traje a juego, y guantes blancos, con su piel blanca, una sin igual espada, decorada con el emblema del reino y sonrisa encantadora
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La posición que ella marcaba en el reino era sumamente importante, era una imagen para el pueblo de Clarines, por ello mismo, el carruaje donde ella viajaba era escoltado por un escuadrón de soldados para procurar su seguridad
El sol comenzaba a salir por el horizonte, anunciando el amanecer de un nuevo día, al mismo tiempo en el que el carruaje llegaba a las grandes puertas del castillo Wistal, siendo abiertas recibiéndolo, tan pronto se detuvo dicho carruaje, una gran cantidad de sirvientes y guardias se alinearon creando un camino para recibir a la persona que se encontraba dentro del carruaje
Un hombre vistiendo ropas elegantes dando a entender su estatus, se acerco hasta el carruaje, inclinándose en el momento en el que la puerta fue abierta, dio su mano hacia enfrente siendo tomada por una mano enguantada
Bienvenida de vuelta, Princesa Irazue – ese hombre era el Marques Haruka
Me alegra ver que todo este en orden ¿no es asi, Señor Haruka? – el mencionado sintió un escalofrió recorrer su espalda, al parecer la dama ya estaba enterada de los sucesos mas recientes del castillo
Asi es, Su Alteza – respondió monótonamente, dejando que la joven avanzara primero
Es un buen dia para tomar el te – fue lo ultimo que dijo antes de adentrarse al castillo y dirigirse a la sala oeste del castillo donde un puñado de sirvientas la esperaban frente a las puertas de su habitación
Bienvenida de vuelta, Su Alteza – todas respondieron al unisonó, para después abrir las puertas y comenzar con su trabajo
Mientras, al otro lado del castillo, cerca de la zona médica, un joven peliblanco de ojos azules, junto a el lo acompañaban sus guardaespaldas, un joven peliverde proveniente de la familia Rouen, y una joven rubia proveniente de la familia Seiran
