TAMBARUM

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No planeaba que me pidieras esto, hermano – comento la peliplata - ¿no deseas ir?

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No planeaba que me pidieras esto, hermano – comento la peliplata - ¿no deseas ir?

Tengo otros asuntos – respondió el rubio

Tampoco tengo buenos deseos de ir a Tambarum solo por la petición del príncipe Raji – el rubio dejo su mirada de los papeles que tenia en mano para mirar a la peliplata

Tomalo como una penalización por permitir a la chica entrar a tus aposentos – la peliplata se sobresaltó al escuchar aquello, suspiro sabiendo de lo que hablaba su hermano

El sabia, lo tanto que odiaba ir a las fiestas de nobles

Entendido hermano ¿tendré que vigilar a Shirayuki también? – pregunto con un ligero tono de sarcasmo

Mantenla en tu rango pero que pase desapercibida – hubo un momento de silencio, para después ambos hermanos reírse

Hare lo posible hermano – acepto la peliblanca

Partirás en tres días – la chica asintió, despidiéndose del mayor y saliendo de la oficina

Tres días despues

¿eh? ¿Por qué hay dos carruajes? – pregunto confundida la pelirroja junto a ella se encontraba quien seria su escolta, Obi

Niña insolente – hablo el marques Haruka, fue instruido en que el le daría clases de etiqueta a la pelirroja – usted acompañara a la princesa en su viaje a Tambarum

¿eh? –

Nadie le había dicho que la princesa Irazue iría a Tambarum, ni si quiera Zen

Bueno, es que el tampoco sabia

Señor Haruka – y como si hubiera sido invocada la peliplata llego a escena, vestia un traje mas simple y cómodo detrás de ella venia su guardaespaldas

Su Alteza – los tres presentes se inclinaron

Shirayuki – al acercarse a ella, tanto el marques como el mensajero de Zen retrocedieron

Dígame princesa – se tenso de hombros cuando la mayor se acerco a su oído

Espero que Zen se haya despedido adecuadamente cuando fue a verte – la peliplata sonrio al notar el terrible sonrojo que provoco en la chica, se alejo

¡n-no, no fue como usted piensa¡ - tartamudeo avergonzada

¿crees que estaba pensando mal? – la cuestiono, comenzaba a divertirse el molestarla

No-no claro que no – negó nerviosa la pelirroja

La peliplata sonrio – solo estoy molestándote Shirayuki – la nombrada se quedo en blanco

Veo que están todos reunidos ¿eh? – se detuvo al ver a la peliplata - ¿hermana? ¿Qué haces aquí? – vio de reojo el otro carruaje, se sobresalto - ¿!iras?¡

PRINCESA DE CLARINESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora