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Diciembre 2020

" ¡Por primera vez en la historia, Alya De Santis cruza la linea de meta para convertirse en la vencedora del Campeonato de la Fórmula 2 del 2020! Una victoria más para la joven piloto que nos demuestra una y otra vez que lleva el talento en la sangre, así se despide de esta maravillosa temporada..."

"P1 Alya, P1 y oficialmente eres la campeona de la fórmula 2, felicidades..." Escuché por la radio una vez que crucé la bandera de cuadros y de pronto, sentí la presión y la tensión en mis hombros desvanecerse, lo había logrado, lo que parecía una carrera perdida terminó siendo inolvidable. Había trabajado sumamente duro para llegar a este punto y aún así no me permitía gozar completamente de este triunfo porque se que aún no ha terminado, al menos no para mi.

— No tengo palabras, gracias a todos, esto ha sido increíble, buen trabajo equipo.

Toda mi vida me he esforzado el doble, he trabajado el doble, ser una mujer en un deporte en donde su mayoría han sido hombres los que predominan el terreno me hizo ver las cosas desde otra perspectiva. Todo este movimiento de "inclusión" dentro del mundo de las carreras era algo que se debía mostrar si se quería contar con un mayor número de aceptación por parte del público, pero sólo es una fachada, la realidad es otra y si quería ser alguien en este mundo, tendría que trabajar arduamente con sangre y sudor para conseguirlo.

Bajo del monoplaza frente al número 1, no muy lejos puedo ver a miembros de PREMA con algunas pancartas con mi nombre seguido de " Alya De Santis Campeona de la F2" celebrando con fervor.

Me acerco al equipo que inmediatamente me reciben con abrazos y bullas. Esto es por lo que hemos trabajado durante meses, hoy estábamos demostrando de lo que estamos hechos.

Los flashes aparecen mientras la celebración sigue y puedo divisar a mi madre entre el montón. No pierdo tiempo cuando ya estoy corriendo hacía ella.
Las lagrimas de felicidad en su rostro me llenan de satisfacción, murmura lo feliz que está por mi mientras me estrecha entre sus brazos.

— Estoy tan orgullosa de ti cariño, siempre supe que lo ibas a lograr...— Limpia las gotas saladas que resbalan por sus mejillas.

Miro a mi alrededor ilusionada buscando alguna señal de él. Mi mirada regresa a mi madre quien solo atina a negar con pena, ni siquiera tuvo que articular ninguna palabra pues lo había entendido todo con sus ojos.

— Esta bien...—Murmuro resignada.

— Lo siento cielo...—Dice apenada y me acaricia la mejilla— Estoy segura de que están bastante orgullosos de ti, ambos...

Me limité a asentir y fingir la mejor sonrisa que pude en ese momento y sin decir más me dirigí al podio donde ya me estaban esperando, con un nudo en la garganta e intentando con todas mis fuerzas ocultar mi decepción frente a todo el mundo. No podía permitirlo, no ahora y no iba a darle la satisfacción de verme mal gracias a él. Este era mi momento, soy la maldita campeona.

~

— ¿Qué excusa usó papá esta vez para no presentarse otra vez? — le pregunto a mi madre una vez que vamos hacia el aeropuerto, sería un vuelo largo hacía México.

Ella mira con tristeza, odiaba ese sentimiento cuando la gente siente pena y compasión por ti, había recibido tanto tiempo eso que estaba harta de ello.

Todo el mundo sabía que mi padre de unos años para acá tuvo cierta preferencia por mi hermano aunque no siempre fue así,  en algún punto de mi vida yo fui igual de importante en su vida y desde que tengo memoria, siempre traté de enorgullecerlo.

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