Bahrein.
No me había percatado de lo horribles que se veían mis ojeras hasta este momento en el espejo del baño. Desde que llegué a Bahrein los primeros días no hacía mas que entrenar y dormir pues no tenía cabeza para más, pero a decir verdad, mi horario para la siesta no había sido el mejor, parecía un búho, durmiendo por el día después del gimnasio y al anochecer, no podía pegar ni un ojo.
Me gustaría decir que no me afectó todo el asunto con mis padres y que no me pasé todo el vuelo de ida a Bahrein evitando llorar, diez horas de viaje habían sido una tortura pero al menos estaba lejos de casa. Lejos de ellos...
Estaba segura de que Kate me reprocharía mi aspecto y otras cosas cuando llegara para ir al circuito al día de prensa. No habíamos hablado mucho desde mi repentina huida pero ella mejor que nadie sabía la situación así que tampoco insistió mucho en saber lo que había ocurrido.
Y como si la hubiera invocado, su nombre aparece en la pantalla de mi teléfono.
— Bajo enseguida —Es lo primero que digo al tomar la llamada.
— No tardes, no pienso mover el auto ni un milímetro más. Esta rompiendo con mi vibra de princess passenger. —Responde con un tono de asco.
Así eran las cosas con Kate, ella odiaba conducir y disfrutaba de ser copiloto y en cambio yo, amaba estar tras el volante y sufría cada vez que no se me permitía estarlo. Nos complementábamos a la perfección.
— Supongo que las cosas no salieron del todo bien en Portofino —me dice una vez que intercambiamos asientos.
— Mi padre apareció de sorpresa, ya te imaginarás el resto —digo y ella frunce el ceño en forma de disgusto.
— Tu padre es un idiota, alguien debería darle su merecido con un buen puñetazo en la cara.
— Te encantaría ¿No es así? —La miro con diversión de sólo imaginarme esa escena.
— Lo disfrutaría como no tienes una idea, de hecho me ofrezco como tributo. Ningún hombre vale esas ojeras que te cargas y mucho menos uno tan viejo y desagradable como él.
— Ni lo menciones...
El camino fue relativamente corto, no volvimos a hablar del tema lo cual agradecía, no estaba de humor y Kate no preguntaba más allá de lo que yo le decía pero sabía que ella estaba ahí para mi.
— Ese cretino ya tuvo su tiempo, es hora de que el mundo del motor hable sobre la De Santis que esta haciendo historia. ¿Estas lista?
Era increíble como esta mujer me levantaba los ánimos para dar lo mejor de mi.
— Lista.
~
CARLOS
—Te juro que lo que menos extrañaba de volver a temporada eran los días de prensa. —Mi primo se quejaba de camino al paddock.
— Pero que dices tío si lo más pesado me lo llevo yo. Mientras tanto tu disfrutas de las comodidades del paddock como nadie. —Niego con una sonrisa, para todos los días de prensa eran agitados y llenos de trabajo pero lo peor iba para nosotros como pilotos. Cuando creemos que estamos a punto de terminar, siempre aparecen más entrevistas o actividades para los equipos.
— Ya, pero que forma de agradecer que te espero hasta que terminas, alguien debe supervisar que no digas gilipolleces en tus entrevistas.
— Si, y lo haces a la perfección desde el hospitality.
— Joder pero que pesado amaneciste hoy. —Niega— Por cierto, Reyes sigue preguntando en donde pasaste tus últimos días libres, tuve que decirle que regresaste a Italia para arreglar unos asuntos y creo que funcionó, por ahora...
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the only exception
FanfictionAlya De Santis today su vida ha tenido un solo objetivo, entrar a la máxima categoría del automovilismo, la Fórmula 1. Siguiendo el legado de su familia y teniendo un fuerte control sobre la realidad, es conocida por ser una mujer enfocada, calcula...