•¿traidor?•|| [kaeluc] ||

10

Habían pasado tres días desde que se había encontrado el moreno y las cosas se estaba volviendo más tranquilas a la normalidad,los caballeros ya no tenían que hacer las exploraciones de búsqueda así que todo se hacía menos pesado haciendo que ahora sean más efectivos por el sueño recuperado.

El primer día había llegado a las grandes puerta de la ciudad un águila bastante conocida por la ciudad posándose en la fuente y haciendo sonidos estruendosos llamando la atención de toda la ciudad incluyendo a los altos cargos.

-¿Que hace el águila del Señor Diluc aquí?¿No se la llevó con él?-preguntó la más joven de los caballeros a sus superior-.

-Si el águila ha venido aquí es que seguro ha pasado algo.

La rubia ya estaba a punto de dar órdenes hasta que gritos de los ciudadanos del puente la alarmaron,no pudo acercarse ya que un hombre cubierto de nieve y con la cara tapada con una bufanda entró a lomos de un caballo cargando a otra persona.
A pesar de haber gente en frente no frenó y siguió galopando ciudad adentro incluso por las escaleras llegando así a la iglesia.Una vez en frente de aquellas puertas divinas bajo rápido pero cuidadosamente tanto él como a la persona que había socorrido para así cargarlo y llamar a gritos a la mítica curandera de la ciudad.

-¡Bárbara!¡Abre!¡Rápido!-gritó el mayor desesperado y con un gran cansancio con la sensación de que sus piernas le fallarian en un abrir y cerrar de ojos-.

La puerta fue abierta por una monja con dos coletas a los lados de su cabeza toda alarmada y asustada al ver al Señor Ragnvindr y al moreno en su espalda.

-¡Oh Arcontes!¡Pasen pasen, rápido!

Al entrar y dejar al moreno en una camilla cómoda en una las salas traseras de la iglesia el pelirojo se derrumbó en el suelo,sus piernas estaban tamblando de cansancio por toda la presión que tubo a la hora de galopar y cagar con el moreno,aún que no era una persona muy pesada ya que se pudo dar cuenta de que había perdido bastante peso.

Estuvo esperando por qué el peloazul abriera los ojos durante bastante tiempo,minutos que se convirtieron en horas y horas que se convirtieron en días,hasta el tercero.

El moreno se había despertado por la tarde con un dolor el sus ojos al sentir la luz,no sentía mucho más dolor a parte de una sus piernas la cual estaba vendada al igual que sus brazos y parte de su pecho,pero en verdad no le dolía esas partes,solo sentía molestia.Se reincorporo en la cama quedando así sentado analizando el lugar donde se encontraba dándose cuenta que está en la iglesia de Mondstard,su hogar.No recordaba mucho después de desmayarse durante el golpe en la montaña así que solo le quedaba pensar que estaba soñando.

-¿Esto es un sueño?-habló con una voz cortada,había pasado mucho tiempo sin pronunciar ni una sola palabra y se le complicaba.-

-Señor Kaeya,por fin despertó.

-¿Quién..eres?-preguntó con los ojos entrecerrados el moreno-.

-Soy yo, Bárbara,espera te taparé un poco la ventana,ahora hace mucha luz.¿Como te encuentras?

-Hambre.-habló el moreno con la cabeza baja-.-Tengo hambre..

-Ahora te traigo tu comida,no hagas esfuerzos y quédate tumbado,avisaré a los demás de que despertaste.

-¿Los demás.?

-Si,ya sabes,Jean,Diluc y los demás al mando.Bueno,yo ahora me retiro volveré rápido,tu descansa y no hagas esfuerzos.-insistió la pequeña.-

Kaeya al escuchar que los demás sería notificados de que había despertado se petrifico con un nudo en el pecho lleno de miedo y angustia¿Como le explicaría a los demás todo?¿Lo entenderían?¿Ahora que ya lo tienen lo encerrarian por traicionar la nación?muchas preguntas pasaron por la cabeza del peliazul haciendo que callera en un abismo mental,se tapó la cara con las dos manos notando que no llevaba su característico parche.

-Mi parche..¿Dónde está?

Ese parche lo llevaba no solo para tapar una inseguridad,sino para tapar también su pasado,sin él se podía apreciar un ojo de un color amarillo triste.Nadie,ni siquiera Diluc le había visto sin su parche y ahora pensar que la primera persona que lo ha visto ha sido una niña de la iglesia no le hacía sentirse más seguro y más aún cuándo le vean los demás.
Se dedicó a mantener ese ojo cerrado h se levantó despacio de la cama para buscar una salida,pero tan pronto dio un paso sintió un dolor punzante en la pierna izquierda haciendo que casi cayera al suelo si no puerta por qué se volvió a sentar en la cama rápidamente.
No pasó más de un minuto antes de que se volviera a levantar para ahora sí,aguantar con el dolor y caminar cojeando por la habitación en busca de su parche,su ropa también había sido cambiada,no tenía nada en la parte de arriba a parte de vendas así que usaba tan solo unos pantalones largos sueltos y unos calcetines gordos.
El moreno seguía moviéndose por la habitación lentamente para ir a abrir la puerta,la habitación era pequeña pero sus movimientos lo eran más debido al dolor.
Ya estaba en casi a punto de abrir la puerta cuando esta se abrió desde el otro lado dejando ver una figura alta y grande haciendo dar unos paso atrás al moreno en respuesta haciendo que pise mal y se desplomase con el dolor en su pierna.Por suerte fue atrapado con un agarre firme del hombre de la puerta.

-Gracias..

-¿Que haces de pie?-habló seriamente aquel hombre a la vez que agarraba más fuerte al menor para así elevarlo un poco del suelo y llevarlo a su camilla sorprendiendolo haciendo que subiera la vista observando ya más detalladamente al que le había ayudado-.

-¿Diluc?.

-Quédate ahí quieto,supuse que querrías levantarte lo antes posible así que deje la comida fuera de la habitación por si tenia que ayudarte a algo,y ya veo que estaba en lo cierto.Ahora voy a por ella,no te levantes si no quieres que me enfade más de lo que ya estoy.
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