Los días pasaron desde que Dong-Gyun estaba trabajando para su ¿Ex? Ni el mismo sabía.
Él junto a Chanwoo se la pasaban de un lado a otro, atendían a los socios, preparaban contratos, ayudaban con el papeleo a Seung...y Chanwoo era el que se encargaba de ir a recogerlo a su casa y dejarlo más tarde.
- Buenos días - saludó Seung pasando por su puesta dirigiéndose a su oficina.
- ¡B-buenos días señor! - tartamudeó, todavía le costaba tratarle de usted.
- A sí Dong-Gyun...- se volteó y volvió dejándose caer con sus manos en la mesa acercándose a él - hoy Chanwoo no pudo venir... entró en celo - susurró - así que tú tendrás que llevarme a la empresa Ahn...- se puso recto - ¿Sabes conducir?
- ¡Sí!
- Bien, dentro de...- levantó su brazo viendo su reloj Rolex - una hora salimos, voy a preparar algunos papeles - se marchó despidiéndose con la mano.
- Un momento...¿Esa no es la empresa de...?- miró a la puerta negra ya cerrada.
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Dong-Gyun mira por el retrovisor viendo a Seung quien tecleaba algo en un odenador portátil que llevaba.
Solo se escuchaba el suave sonido de la radio y el motor del lujoso coche.
El joven omega se encontraba nervioso, de alguna manera quería hablarle pero no se le ocurría algún tema que al mayor pudiera interesarle...hasta que le vino una.
- Umm... Seung...- llamó escuchando un suave tarareo indicando que siguiera - el estudio...
- Esa etapa acabó Dong-Gyun...- levantó la vista del ordenador mirando hacia delante - ahora soy el CEO de la empresa que alguna vez debía heradar...aparte que tengo otras responsabilidades más importantes...- volvió a sumergirse en lo que hacía.
- Siempre...me gustaron tus tatuajes...- murmuró y era enserio, siempre amó el arte que hacia su mayor.
El silencio volvió pero esta vez más pesado que antes.
- Llegamos...- avisó el pelicastaño.
Seung abrió la puerta y bajó caminado con paso elegante a la puerta del gran edificio, no esperó al más joven pero este notó que estaba enojado pero a la vez melancólico por las feromónas que expulsaba.
- Quédate aquí Dong-Gyun - paró y lo miro una vez que ya estaban en recepción.
- Pero señor yo debo...- calló al recibir una mirada desaprobatoria - entiendo...- hizo una reverencia.
Seung lo miro por última vez haciendo una mueca para luego irse.
Pov Dong-Gyun.
Una vez que veo las puertas del ascensor cerrarse camino hasta unos sillones que había allí y me siento dejando la carpeta encima de la mesa.
Los minutos pasaban, parecían horas, me estaba aburriendo.
- No entiendo porque no me dejó ir con él - murmuro frustrado.
- ¿Cariño? - me giro al reconocer aquella voz y feromónas.
- Jiwon...- digo con una sonrisa.
- ¿Que haces aquí? - me preguntó luego de besarme.
- Vine con mí jefe...
- ¿Entonces qué haces aquí? - pregunta extrañado - deberías estar con él cogiendo notas...
- Me obligó a quedarme...- le doy una sonrisa triste.
- La reunión con mí hermano ya debería haber empezado...- agarra mis cosas y mí mano - ven vamos a la reunión.
- No - niego con la cabeza resistiéndome - no debo...
- Tranquilo no pasa nada, mi cuñado también estará - me sonrió dándome confianza.
Lo seguí, una vez que estábamos en la puerta de aquella sala de reuniones se abrió pidiendo apreciar al hermano de Jiwon con el pelo revuelto y la camisa desacomodada.
- Oh, Jiwon...- le sonrío - y cuñado.
- ¿La reunión...? - preguntó extrañado mí pareja - no estarás ahí con Hweemin y habrás dejado esperando al CEO Yong - lo regaña.
- Jihoon te dejé una copia encima de la mesa - vi como Seung salía meneando los papeles, estaba igual de pulcramente vestido...aunque su peinado de hoy no estaba engominado si no echado para delante...estaba igual...
- S...¿Seung? - preguntó Jiwon con los ojos muy abiertos.
- Oh, joven amo Ahn - Seung le hace una reverencia con una sonrisa de lado - cuanto tiempo.
- ¿Lo conoces? - pregunta mí cuñado pasando un brazo por lo alto de los hombros, eso me hizo hacer una mueca, se veían cercanos.
- Sí ya sabes...- lo miró meneando las cejas.
Jihoon soltó una risotada.
- No has cambiado nada - siguió riendo - ¡Vamos a celebrar este reencuentro!
Así es como después de esas palabras los cinco fuimos arrastrados por Jihoon a un bar de copas.
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Salíamos del bar, Jiwon y Jihoon estaban borrachos, cantaban una canción pero de lo trabada que le iba la lengua no se les entendía.
- Deberían agarrar a vuestros alfas antes de que se vayan a otro bar - volteo a ver a Seung quien ya no tenía su chaqueta puesta, la camisa desabrochada los primeros cuatros botones y un sonrojo por beber alcohol.
- No te preocupes pequeño - miró extrañado a mí cuñado quién trataba demasiado amigable a Seung - ¿No querrás acompañarme a dejar a Jihoon? - se colgó de su brazo.
Seung le sonríe y le susurra algo haciendo reír a Hweemin.
- Que pena...- hizo un puchero - yo que quería pasarmelo igual de bien como cuando hacíamos las fiestas en la universidad y luego nos íbamos a casa de mis suegros a terminar la noche.
- Hyung que no puedo, tengo a alguien esperandome en casa y hasta que no vaya no se quedan dormidos.
- Que envidia...
“¿Alquien lo espera en casa?” pienso mordiendo mí labio, sentía un calor en mí estómago, eran celos.
- ¡Vamos a otro bar! - gritaron los hermanos.
- Lo siento yo ya me tengo que ir - les contesto amable Seung.
- Mooh - el hermano de mí esposo se acercó y agarró a Seung por la cintura - no te vallas gatito... - expulsaba feromónas dulces.
- Déjame Jihoon - lo apartó Seung molesto - sabes que no me gusta, ahora sí me disculpan mearcho.
- ¡Seung yo...! - me interrumpió.
- Tranquilo puedo conducir tú agarra al idiota que le está bailando a una planta - señaló divertido.
