CAPÍTULO 4. Los problemas aparecen ante la verdad

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Primera semana de Mayo.

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

Vibró el angustioso sonido de una alarma, era la habitación 302 donde habitaba una criatura parasita.

- ¡Ah! Ya es hora de ir a clases.

Me levanté modestamente de mi cama, la cómoda colchoneta en su interior avivaba mis deseos de dormir. Aún así logré mover mi cuerpo siendo mi pie el primero en mostrarse al ambiente. Finalmente liberé todo mi cuerpo y lo dirigí al armario donde se encontraba mi uniforme, uno extremadamente planchado.

El espejo pronto se convirtió en mi cómplice, mi aspecto uniformado se reflejó cortado hasta mi pecho en el pequeño espejo rectangular, afortunadamente mi rostro relucía de emociones narcisistas.

Sin pasar un segundo solté el espejo y tomé mi mochila, al darme cuenta ya estaba afuera de mi habitación. Con respecto a la mochila todo lo que contenía era del anterior viernes y hoy era un lunes, el horario era diferente, simplemente despistado.

- Agg... tengo sueño.

Nadie lo noto. Caminé hacia el aula de la clase D, el lugar indicado para alguien como yo. No hubo tropiezos, ni obstáculos, eso era mal augurio. Especialmente para alguien quien únicamente se involucra en problemas.

Simplemente llegué al salón, solo unos pocos estaban adentro. Creo que todavía es muy temprano.

¡Pum!

Calló mi mochila al suelo, seguidamente tiré mi trasero al asiento y dejé escapar un bostezo.
Hoy no es un buen día, puedo sentirlo.

Mientras recargaba mi rostro en la superficie de mi mesa comenzaron a llover estudiantes en el aula y naturalmente, el ruido rompió el silencio de hace unos momentos.

- ¡Oye Rely! No me digas que jugaste videojuegos toda la noche.

Habló mi sonriente amigo Ike, quizás encontró mi estado físico en el peor momento de su vida.

- Egg... no, b-ueno si.

- ¡Lo sabía! ¡Mira Yamauchi! Nuestro amigo Rely parece un panda.

- ¡Eh! Es cierto, ¿qué hiciste anoche?

- Mmm... absolutamente sólo jugué unos pocos...

¡Ting!

Fui interrumpido por la campana de la escuela, inconscientemente perdí la noción del tiempo. Según mi razón hoy estoy asistiendo temprano pero tal parece que no es el caso, bueno, el tiempo es relativo. Pensar en cosas complicadas me lleva a esforzarme más de lo que mi cerebro puede procesar.

Al darme cuenta todos se encontraban sentados en su respectivos asientos, algunos lo hicieron por cortesía al inicio de mes, otros por respeto al profesor. Por mi parte sufro de sueño, ni siquiera me había levantado para hablar con los entrometidos de Ike y Yamauchi.

La puerta en el aula se movió ligeramente dejando pasar la figura femenina de Chabashira-sensei. Miré fijamente su expresión, era una de menosprecio probablemente.

En el mismo momento gire mi cabeza en un ángulo completo, la clase estaba completamente llena de estudiantes, nadie había faltado el día de hoy. No soy ajeno al hecho, muchos esperan encontrar respuestas a sus dudas, un ejemplo de ello es que la mayoría aún no recibía sus puntos mensuales, y ahora estaban preocupados.

Ignorando mis acciones la profesora habló.

- Muy bien, la clase de la mañana está empezando. ¿Hay alguna pregunta antes de empezar? Si hay algo en su mente, siéntanse libres de hablar.

Classroom of the elite: The Only Donde viven las historias. Descúbrelo ahora