- Mike, mis labios duelen. - le decía Will a Mike entre risas mientras el de rulos no dejaba de besar y morder levemente sus belfos.
- Lo siento, te extrañé mucho. - dejó un último beso en los labios del de más baja estatura.
Los dos adolescentes se encontraban encerrados en la habitación de Will viendo una película y comiendo pochoclos mientras Mike no dejaba de besar a su lindo novio.
- Yo también te extrañé, no es divertido no poder tomarte de la mano en público. - respondió Will abultando levemente sus labios, sonriendo después de sentir como Mike besaba su mejilla y lo abrazaba.
- Lo sé, bebé. yo odio no poder abrazarte o que vayamos tomados de la mano como lo hacen todas las parejas, pero saben como son las cosas. - acarició el cabello del castaño mientras comía un bocado de pochoclos y soltaba un suspiro.
Si fuera por Mike le gritaría a todo el mundo que ama a su pequeño novio, algo que es bastante difícil debido a la sociedad, nadie los aceptaría y habría muchas posibilidades de que quieran lastimar a Will. No, él no puede permitir eso.
- ¿Cuándo vamos a poder decir que somos una pareja? - preguntó Will alzando la vista topandose con la de el más alto mirando hacia un punto específico en la habitación.
- No lo sé, se ve algo imposible. - al tener su respuesta soltó un suspiro abultando sus labios. - Pero, hey, ¿no crees que es divertido ser un secreto? me refiero a que lo hace más emocionante. - siguió hablando con intenciones de animarlo.
- Bueno, si lo es. - sonrió al pensar en las palabras del más alto. - Por un lado no me gusta que tengamos que escondernos, pero por el otro es divertido. - Se sentó en las piernas de Mike, sosteniendo sus mejillas dejando dulces besos en sus labios.
- Debo irme. - respondió Mike después de una sesión de besos de 15 minutos con su novio, realmente no quería irse, pero si no llegaba a la cena su madre lo mataría. - ¿te parece si mañana nos vemos en el castillo Byers?
- Claro, te quiero. - besó la mejilla del pelinegro acompañandolo a la salida no sin antes abrazarlo.
- yo más, nene. - Mike tenía todo el camino una sonrisa en su cara, sintiéndose feliz y afortunado de ser el novio de William Byers aunque eso implique tener que fingir que sólo le gustan las chicas y que no está enamorado de su mejor amigo.