Ya era lunes por la mañana y Will tenía clases a las cuales, por cierto, no quería ir, sus clases eran aburridas, él quería pasar tiempo su novio y llenarlo de besos mientras ven una película o escuchan música.
— ¡Will! ¡levantate! — con pereza se levantó de su cama al escuchar el gritó de su madre.
Luego de darse una ducha, bajó a desayunar mientras hablaba con Joyce y Jonathan sobre sus clases y su futuro. Él soñaba con ser pintor, aún así no creía tener el talento suficiente como para triunfar en ese ámbito, no muchos sabían de su amor por el arte, excepto por su hermano, su madre y Mike.
— Ya terminé, debo irme. — dijo al terminar su desayuno mientras se colocaba su chaqueta y tomaba su mochila despidiéndose de su madre. — Adiós mamá.
— Adiós, no te saltes ninguna clase y concéntrate. — Joyce le sonrió dejando un beso en su cabecera.
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Al llegar al colegio no encontraba a Mike por ningún lado, así que supuso que tal vez hoy no asistiría, hasta que sintió como lo jalaban hacia el baño y se encerraban en uno de estos. Sonrió al ver de quien se trataba.
— ¡Mike! no te encontré por ningún lado, creí que no vendrías hoy. — abrazó al más alto por el cuello dejando besos en su mejilla izquierda pasando a sus labios.
— Mamá no me dejaría faltar, además quería besarte, ya que no puedo hacerlo en público. — colocó sus manos en las mejillas de su novio y besó sus labios lentamente para después juntar sus frentes. Will sonrió sentando al de rulos y él sentándose en sus piernas.
— Te extrañé. — abrazó con fuerza a Mike como si no se hubiesen visto en meses.
— Amor, me vas a asfixiar. — decía entre risas mientras acariciaba la pequeña cintura de su Will. Estuvieron así por varios minutos hasta que sonó el timbre dando a entender que debían entrar a sus clases.
— Debemos irnos a clases y los chicos tal vez sospechen. — Mike dejó un último beso en los labios del de baja estatura bajandolo de su regazo.
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Se encontraban en la clase de literatura, Mike, se dedicaba a observar a Will, sin prestar atención a ninguna palabra que salía de la boca de su profesora, no se estaba preocupando en disimular. Su sonrisa creció al ver cómo su novio volteaba a mirarlo y le devolvía la sonrisa.
No percató que sus amigos notaron eso y, el hecho de que últimamente pasaban más tiempo juntos de los normal, y acutuaban raro.
— Lucas, ¿viste eso? — Max le susurró a su novio al notar como se miraban los que decían ser mejores amigos.
— Mmm, Mike debió de contarle un chiste por eso se rió, supongo. — Respondió el pelinegro intentando restarle importancia al asunto, cuando en realidad, sospecha de que los dos chicos andaban en algo raro.
— ¿Creen que nos esconden algo? — ésta vez habló Dustin uniéndose a la pareja al ver cómo susurraban entre sí. Max volteó a ver a su amigo, volviendo su vista a los dos chicos que no dejaban de mirarse.
— En el receso vamos a preguntarles. — dijo antes de volver a prestar atención a la clase.
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Mike y Will estaban almorzando y bromeando entre sí, ninguno de los dos se había percatado de que sus amigos sospechaban que compartían un secreto. Tampoco se había percatado cuando ellos se acercaban a su mesa, asustandolos cuando Max, Dustin y Lucas se sentaron con ellos.
— Hola chicos, ¿que cuentan? — Preguntó Mike antes de llevar un bocado de ensalada a su boca.
— Sabemos su secreto. — habló Max sin rodeos, provocando que Dustin, Lucas y Will la miraran sorprendidos y Mike casi se atragantara.
— ¿Qué? ¿De qué estás hablando? — Esta vez habló Will con un tono nervioso.
— Vamos, son bastante obvios. Mike habla. — Ahora hablaba Lucas, mientras miraban a la pareja expectantes de su respuesta.
— ¿Y con que somos bastante obvios? — Preguntó Mike rogando que no hayan descubierto su relación con Will.
— Alguno de ustedes tiene novia y no quieren decirnos. — Soltó Dustin.
