El ministerio.

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Empecé a notar pequeñas caricias en mi rostro. Delicados toques con las yemas de los dedos. La luz iluminaba mis rojizos mechones de pelo y mi blanca piel recubierta de pequeñas pecas. Ahora esos pequeños toques pasaron a mi pelo. Suave y sedoso. Sus dedos entrelazandose poco a poco con mis rizos.

-Mar.- Oí como una dulce voz susurraba mi nombre.

Poco a poco los toques paran para que pequeños zarandeos empiecen.

-Mar, despierta, es hora de ir a desayunar.- Me vuelve a susurrar.

Empiezo a abrir mis ojos, lentamente. El sol da directamente en ellos probocando que su color castaño pase a rojizo. Estos encuentran otros ojos. Esos ojos esmeralda que tanto anelaba me saludaban con alegría.

-Buenos días Harry.- Dije mientras me sentaba en la cama.

-Buenos días, dormilona.- Dijo el con una sonrisa de oreja a oreja.

Harry y Ron bajaron a el comedor mientras yo buscaba algo que ponerme en el armario de mi hermano.

-Menudas pintas voy a llevar.- Dije suspirando.

Salí a la sala común decidida a ir en pijama cuando me crucé con Hermione.

-Hola Mar.- Me saludo ella amablemente mientras bajaba la mirada hacia mi ropa. Se le escapó una pequeña carcajada.- No pensarás bajar así al comedor.

-La verdad es que si, la única ropa que tengo aquí es un vestido que robe ayer antes de llegar.- Dije mientras me tiraba en el sofá.

-Ven conmigo, te dejare algo.- Dijo mientras me cogía de las manos para levantarme del sofá.

Ella tenía ropa bastante bonita, quería probarme todo su armario pero no había tiempo. Tenía que bajar a desayunar así que opte por unos vaqueros de tiro bajo y un top.

-Asi si.- Dije yo mirándome en el espejo que tenía en su cuarto.

Al fin y al cabo no sé cuando vendría el ministerio a por mí y me tenía que ver presentable.

Hermione y yo bajamos al comedor y nos sentamos en la mesa de griffindor. En el trayecto algunos alumnos de slytherin me taladraron con la mirada. Especialmente Draco, el tenía una mueca en su cara de puro asco. Yo le guiñe un ojo y sonreí.

Me senté entre Harry y Hermione. En frente se encontraban los gemelos Weasley.

-Hola chicos.- Les salude.

-Hola, Potter.- Dijeron ellos al unísono.- ¿Que tal la noche?

-Muy bien la verdad, hacía mucho que no dormía tan bien.- Dije mientras empezaba a coger comida, un poco de todo.

En eso se escucho un fuerte estruendo. Alguien había abierto la puerta del comedor de golpe.

-Dime que no son ellos.- Susurré.

-Estamos buscando a Mar Potter.- Dijo uno de ellos con cara de póker.

-Me cago en la p.- Jure para mí misma. No podrían haber venido en otro momento.

Todas las miradas del comedor se dirigieron a mi. Harry también se veía algo sorprendido aún sabiendo que vendrían.

Me levanté y me coloque en medio del pasillo, justo en frente de ellos.

-Hola.- Les dije con una sonrisa mientras agitaba mi mano en forma de saludo.- Os importa esperar un poco es que justo me pillais aqui que me iba a come.-Me interrumpió el señor que hablo antes.

-Quedas detenida por cómplice de asesinato.- Dijo este.

-Supongo que se le hará un juicio justo a la señorita Potter.- Dijo Dumbledore metiéndose en la conversación.- Claro está que el ministerio no sería tan imprudente de acusar a una menor sin prueba alguna.

Quiero ser tuyo-Draco Malfoy (Enemies to lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora