Capitulo 2

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Una Victoria apresurada entro corriendo al hospital con Heriberto detrás, sentía una extraña opresión en el pecho que le indicaba que las cosas no estaban bien, sus ojos estaban inundados de lágrimas y lo único que quería era saber era que habia pasado...

V: Señorita— llegando a la recepción— recibí una llamada donde me dijeron que trasladaron a mi hija aquí, necesito saber cómo está

Xx: Deme el nombre de su hija por favor...

H: ¡Erika! ¿Quien atiende a Fernanda Sandoval?— pregunto llegando también a la recepción

Por suerte Fernanda había sido trasladada al hospital donde Heriberto trabajaba

E: El doctor Herrera, doctor Ríos— respondió de inmediato

H:  ¿Sabes cuántas personas iban en el carro?

E: Déjeme revisar— escribiendo algo en la computadora— Fue ingresado un masculino, era quien iba con ella en el auto

Victoria supuso de inmediato que se trataba de Osvaldo pues María le había dicho que saldría con el... Pero de ser así ¿Dónde estaba María? ¿Cómo estaba ella?

V: ¿No trajeron a nadie más? ¿A una muchacha? ¡Dígame por favor!— grito casi de manera histérica

E: No señora, aquí solo me aparece que fue ingresada su hija y un masculino de 20 años...

H: ¿20 años, dices?

E: Si, era quien iba en el coche con ella

V: No puede ser... ¿Quien es? ¿Con quién estaba mi hija?

H: Voy a averiguar cómo está, vete a la sala de espera, Victoria, enseguida salgo a decirte como está Fer— antes de salir casi corriendo para perderse entre los pasillos del hospital

Victoria hizo lo que él le indico y nerviosamente se dirigió a la sala de espera, se debatía mentalmente entre si llamar a Osvaldo o esperar a que le dieran informes, pero al final decidió que sería lo mejor, el también tenía derecho de saber lo que pasaba con su hija...

Osvaldo ya se dirigía al hospital junto a María que si estaba con el, mientras tanto Victoria no podía dejar de morderse las uñas y llorar pues Heriberto no había vuelto para darle noticias de su hija, ni el ni ningún otro médico le decían nada y eso la tenía sumamente aterrada
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En cuidados intensivos Heriberto no podía contener las lágrimas, pero si quería seguir ahí debía hacerlo, a su lado dos colegas neurólogos hablaban mientras estudiaban detalladamente el informe médico de Fernanda, la situación no era muy alentandora y sabía que para Victoria sería un gran golpe, rogaba mentalmente al cielo para que sucediera un milagro, para que hubiera una mejora en la muchacha que aunque había tratado poco ya se había ganado su cariño

Xx: Doctor Heriberto, tenemos que salir a hablar con los familiares de la paciente, no hay ninguna mejoría y... Debemos ser claros con ellos

Xy: es una lastima, siendo tan joven, con toda una vida por delante.

H: Permitan que su madre pase verla— pidió viendo hacia el piso— dejen que ella entre, que esté con su niña...

Xx: Debemos hacer muchos estudios y esperar...

H: ¡Ella es su madre! No tienen idea de la angustia que está sintiendo de no saber cómo está su hija, y tampoco imaginan el dolor que va a sentir cuando se de cuenta de la situación... Seamos sinceros, lo mejor es que su familia pueda verla ahora...
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María llegó desconsolada junto a Osvaldo que lo primero que hizo fue reclamarle a Victoria el haber dejado solas a las muchachas, en cualquier otra circunstancia ella le hubiera respondido iniciando así una pelea pero en ese momento no se sentía con la suficiente fuerza emocional para hacerlo. Y entonces Heriberto apareció con otro doctor al lado, Victoria salto de su asiento lista para bombardear de preguntas sobre el estado de su hija

•𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora