Capitulo 3

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Victoria despertó desubicada en una habitación completamente blanca, parpadeo varias veces queriendo acostumbrar sus ojos a la luz, giro la cabeza y pudo notar que había una via intravenosa colocada en su mano... Y entonces recordó todo...

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Dr: lo siento mucho, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos...

V: ¡No! ¡Eso no puede ser! ¡Mi hija no! ¡Fer! ¡Fer, ¿Dónde está?!

Las personas presentes en la sala de espera de aquel hospital observaban la escena con tristeza, Victoria estaba totalmente fuera de si, Heriberto se acercó a abrazarla y a tratar de darle consuelo mientras Osvaldo se refugiaba en brazos de su madre aún sin poder procesar aquella noticia

Victoria lloraba desconsoladamente y gritaba el nombre de su hija, Heriberto la sentía temblar y de un momento a otro se desvaneció, víctima de una crisis nerviosa.

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Antonieta, su mejor amiga, la vio abrir los ojos y de inmediato se acercó a ella imaginando como se pondría

V: Mi hija— murmuró retirando la via que tenía colocada en la mano— Mi Fer, tengo que ver a mi niña

A: Victoria, Victoria calmate— pidio con la voz entrecortada— Tienes que ser fuerte, si te ven así te van a sedar de nuevo— tratando de sostenerla por los hombros para evitar que bajara de la cama

V: No yo no quiero que me seden, no me quiero calmar ¡No quiero nada!— grito queriendo soltarse del agarre de su amiga— ¡Solo quiero ver a mi hija!

A: Victoria, por favor— muy asustada de verla así

En ese momento Heriberto se hizo presente en la habitación y apresurado se acercó a ella, Victoria al verlo soltó el llanto

V: ¡Heriberto, dime qué es mentira! ¡Dime qué mi hija está bien!

H: Mi vida, Victoria— tratando de abrazarla mientras ella luchaba por saltar de la cama— No pudimos hacer más, mi amor...

De su garganta salió un grito de dolor, del dolor de una madre que había perdido a su hija, sus lágrimas comenzaron a caer sin parar y sus fuerzas parecieron agotarse, dejo de luchas por bajar de la cama y se aferró fuertemente a Heriberto

V: No me digas eso por favor...— murmuró

H: Tienes que ser fuerte, mi amor, por María y por ti...

V: No puedo... No voy a poder, siento que me muero— susurro llorando amargamente
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Heriberto sabía lo doloroso que sería el funeral, Osvaldo ya estaba arreglando todo para velar a su hijita como debía ser, Victoria había dormido varias horas por lo que cuando la dieron de alta ya prácticamente todos sabían la triste noticia, que además los medios ya se habían encargado de difundir

"Tras aparatoso accidente automovilístico, fallece Fernanda Sandoval Gutiérrez así como su acompañante"

Por qué si, aquel muchacho que iba con ella y que llevaba unos pocos días de ser su novio falleció también, que terriblemente injusta puede ser la vida a veces...

Heriberto se encargó de llevarle ropa adecuada a Victoria quien quiso irse directamente a la sala de velación dónde ya sus seres queridos esperaban el cuerpo de su hija, el lugar estaba inundado de prensa que buscaba tener algo que publicar de aquel terrible momento, quien la viera se daba cuenta del profundo dolor que la embargaba, sin una sola gota de maquillaje, vestida totalmente de negro y sin las extravagantes joyas que utilizaba fue como llego, esquivando a todos los periodistas antes de entrar y sostenida del brazo de Heriberto pues sentía que sus fuerzas de habían agotado.

•𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora