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Mingi no estaba nervioso, estaba en crisis, se sentía tan ansioso que le sudaban las manos y estaba tan nervioso que había llegado media hora antes.
Hongjoong y Yunho seguro se van a burlar de él, es que normalmente se distrae y llega tarde, pero ahora había llegado mucho antes de la hora.
Tenía tantos nervios que estaba considerando que en realidad se equivoco de lugar o que tal vez Jongho no vendría.
Lo último era lo que le causaba mayor molestia, o más bien no quería pensarlo de manera seria, le dolería si le dejara plantado, y sería algo muy cruel en comparación al rechazo directo.
Aunque él rechazo no es cruel, no puedes obligar a nadie a sentir lo mismo que tu.
—Mingi. —Él castaño miró con una sonrisa al propietario de dicha bonita voz.
El pelirrojo se veía muy bien, vestido al completo de negro, con una chaqueta de cuero y una corta cadena que quedaba sobre la camisa, en definitivamente contrastaba demasiado con su suéter beige, camisa blanca y pantalones de mezclilla.
¡Se veía increíblemente guapo!
—Hola, —Saludo con alegria.— te ves muy bien.
—¿Sí? Creo que debí elegir algo más, voy a destacar en el ambiente.
—Bueno vamos a destacar de todas maneras, pero eso no quita lo bien que te ves, aunque bueno, probablemente tu pantalón quede lleno de pelo.
El menor miró a sus pantalones negros y luego se encogió de hombros restando le importancia al asunto.
—Riesgos que estoy dispuesto a correr.
—Decisión respetable.
—Claro que si, ¿Llegaste hace mucho?
—No tanto, —Respondió antes de entender sus regalos para el menor.— son para ti.
El menor sonrió mientras los tomaba, Mingi había optado por un pai de lo que parecía ser manzana y un llavero de un bonito oso.
—Ayer no tenia la menor idea de que hacer para ti, —Confesó con una sonrisa nerviosa.— en realidad estaba algo sorprendido cuando lo mencionaste ayer.
—Yunho intervino a tu favor, me hace picó la curiosidad que tan lejos llegaras.
—Solo hasta donde tu lo quieras. —Aseguró el mayor con una sonrisa.
El pelirrojo sonrió, volviendo su atención nuevamente a sus regalos, dando especial atención al pequeño oso y luego volviendo a ver al mayor, quien le veía con verdadera adoración.
—Aprecio los regalos, pero no es necesario, soy más de tiempo de calidad y compartir con las personas.
—Lo tendré en cuenta para el futuro, ¿Quieres entrar ahora?
—Claro, después de usted. —Susurro el menor haciéndose a un lado para conceder el paso al mayor.
—Pero donde estaría mi caballerosidad de ser así, después de usted.
El menor soltó una pequeña risa antes de avanzar a l interior del lugar, donde dando crédito a sus palabras, Mingi se aseguró de abrir la puerta de entrada y luego ayudarlo a con su silla, ‐Aún cuando se negó por lo innecesario de la acción.- hasta el momento en el que decidieron ordenar.
—Pagaré yo, —Anunció el de cabellos rojos cuando el mesero les iba a tomar la orden.— fui yo quien te invito para empezar.
—Bueno, en ese caso yo pagare la la siguiente ocasión.
—Claro, lo esperare con ansias.
Sintiendo las mariposas de su estómago revolotear Mingi le regalo una amplia sonrisa que convirtió sus dos ojos en medias lunas, en realidad todo estaba saliendo de maravilla y no podía esperar más, o si, porque realmente quería más.
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Si buenas.
Lo estoy publicando en ao3 así que primero lo tengo que terminar aquí.
