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Violette retomaba nuevamente las clases y era algo que a Nathalie le daba pánico por lo ocurrido con Noah, aunque claro, Gabriel se había encargado de ello aumentando la vigilancia en el jardín de niños y dándoles órdenes directas a la directora y maestra a cargo de Violette que solamente él, Gorila o Nathalie son quienes pueden recoger a la pequeña.

Todo esto era demasiado rápido para ella y en ciertos momentos se quedaba pensando, viendo a la nada. Cómo si su cerebro aún no asimilaba si lo que estaba viviendo era real o un sueño muy doloroso.

— Gorila recogerá en unos minutos a Violette.

Nathalie dió un brinquito, el que Gabriel llegara de la nada y hablara, la había asustado un poco porque estaba inmersa en su propio mundo.

— Lamento haberte asustado— Se disculpó al ver lo que había causado.

— No te preocupes...— Sonrió tímidamente.

— Hay algo de lo que tengo que notificarte— Llamó la atención de Nathalie — Estoy planeando con Audrey una en beneficencia a hospitales, la cual se hará aquí y quería preguntarte si te sientes en condiciones de organizar lo de las invitaciones, los platillos y las decoraciones.

Nathalie dejó de poner atención realmente cuando escuchó el nombre la mención de “Audrey”.  Lo cual le había hecho remover aquellos momentos de dolor, y recordar en primer lugar el peque se había ido de ahí. Sí, Gabriel la había humillado simbólicamente frente a Audrey al negarla fríamente, comparándola y dejando en claro que nadie sería como Emilie.

— Sí, lo haré— Trató de disimular el creciente enojo que iba creciendo en ella.

Gabriel simplemente asintió ante su respuesta y se dirigió a hacer lo que sea que estuviera haciendo.

Claramente ella tendría que estar ahí y hasta podía imaginarse una escena donde fuera el reencuentro entra ellas dos, en la cual ella la miraba con lástima, burla mientras la “barría” con la mirada. No, no sería la primera vez que ella se enfrentaría a la insoportable forma de ser de esa mujer, pero después de que ella escuchó como el mismísimo Gabriel la había puesto escalones abajo de él, hacía que la su fortaleza se debilitara.

— Eres una tonta, Nathalie. Cuando volviste a él, solamente le hiciste saber que te tendría cada vez que él quisiera— Pensó.

— Gabriel— Le habló— ¿Audrey sabe que estoy trabajando de nuevo para tí?

— No, no lo sabe— Ella respiró aliviada— No ha habido oportunidad de mencionarle...— Ella lo interrumpió.

— Necesito que así siga siendo— Dijo firmemente— Tampoco quiero estar en la cena, pero prometo que me haré cargo de cada uno de los detalles que no necesitarás que esté presente.

Él la miró extrañado.

— ¿Puedes cumplirle esa petición?

— Oh, claro— Dijo volviendo en sí— Sé que no puedo obligarte a nada, pero estaría bien si tú la vez nuevamente, ella ya cambiado mucho y...— Lo interrumpió.

— Eso me tiene sin cuidado realmente — Suspiró — Sólo asegúrame que no se lo dirás.

— Puedes contar conmigo— Le afirmó.

Gabriel sabía perfectamente lo insoportable que podía ser Audrey, y también estaba consiente en como Nathalie podía lidiar a la con ella, aunque no entendía del todo la petición por respeto la acataría.

Se formó una silencio extraño entre ellos, bueno... El sentía como si hubiera hecho algo que molestó a Nathalie, pero por más que analizaba sus palabras no encontraba el error.
Habría seguido así de no ser porque alguien tocó la puerta.

Lo Que Nunca Te Dije ; 𝐆𝐀𝐁𝐄𝐍𝐀𝐓𝐇 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora