1 - Ángel del cielo

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Ansan reino de Baekje, 1562

-Son tantos, Jungkook.- La voz era apenas más fuerte que el susurro de las hojas movidas por el viento. Media docena de figuras escondidas observaban desde la costa a los soldados goguryeo, que se bañaban en el río.

-Si-, Jungkook respondió y miró al granjero, agachado a su lado. -Esperaba que viajaran en pequeños grupos.

-Los Goguryeo se reúnen en el río -, explicó el granjero

-¿Estás seguro que él de la cicatriz está entre ellos?- El granjero suspiró.

-No lo descubrí todavía. Pero estaba ayer, los hijos de puta encontraron a mi hija en los campos y abusaron de ella.- Su voz revelaba la agonía que sentía. - Solo tiene once..., Jungkook...- La voz del granjero se quebró. Sólo después de un momento continuó - El de la cicatriz fue el primero en forzar a mi hija.- Jungkook puso su mano sobre el brazo del granjero, cuando murmuró lleno de odio -Quiero matar a ese cerdo.

-Yo también, Han Jo -, afirmó Jungkook. -Vos ya has hecho demasiado vete a tu casa con tu familia.

-Sólo encontraré paz si veo su cadáver.- Han Jo tocó la única arma que poseía, un pequeño cuchillo de hoja curva.

-Pero tu familia te necesita -, objetó Jungkook. - ¿Quién más proveerá a tu familia y la protegerá? Vamos, vete, y confía en nosotros, le haremos pagar a esos goguryeo.

-¿Lo matarás, Jungkook? ¿Por mi pequeña Mi Seo y por mí?

Por Ji Eun, pensó. Por Ji Eun. Han Jo no notó el brillo de odio en sus ojos pero no dudó del hecho que Jungkook ejecutaría la venganza por el mal y el deshonor que los goguryeo habían causado a su familia. Jeon Jungkook lideraba una campaña de venganza implacable contra los goguryeo, y su fama se había extendido en los últimos dos años en toda Corea. Donde quiera que hubiera un enfrentamiento entre gyeongju los soldados del rey goguryeo, Jungkook podía ser encontrado. En ese tiempo, había matado tantos goguryeo que se ofrecía una recompensa por su cabeza. Lo llamaban "Jeon Corazón Negro ". Ese nombre se debía a la habilidad y frialdad con que usaba su espada.

Sin embargo cada niño en la región conocía su apariencia, Jungkook era tan amado por su gente que encontraba alojamiento y comida en cada ciudad y en cada villa. Y donde Jungkook aparecía encontraba hombres que se unían a su campaña.

- ¿Por cuánto tiempo más tendremos que esperar?- uno de los jóvenes susurró, después que el granjero se hubiera ido.

-Paciencia, Ji Hun- , le recordó Jungkook. Él observó a los goguryeo jugando entre ellos en el agua. -¿Están listos?- Jungkook se levantó y extrajo su espada de la vaina. Sus hombres lo siguieron, y de repente el aire pareció llenarse de excitación. Nadie habló, todos esperando la señal de su líder. -Ahora-, Jungkook susurró. Eran menos que los goguryeo, pero el factor sorpresa del ataque los ponía en clara ventaja. Jungkook entró en el agua, moviendo incesantemente su espada. Enfrentaba los soldados pero buscaba al hombre con el rostro desfigurado. Ya no sentía nada por los hombres que morían bajo su espada. También se había hecho sordo a los gritos, los gruñidos y gemidos de agonía. Lo único que no podía borrar era el rostro de su amada Ji Eun, tampoco era posible borrar de su memoria la imagen de su novia muerta, terriblemente violada por los goguryeo. Ese recuerdo lo empujaba y lo guiaba a continuar con su implacable campaña. Entre los cuerpos flotando en el agua, descubrió a alguien de cabello amarillento entre los goguryeo.

Finalmente, un rayo de euforia recorrió su cuerpo. Se lanzó sobre el joven soldado, quien lo miraba aterrorizado. La visión de Jungkook estaba nublada por el éxtasis de la victoria.

-¡Ahora conocerás a Jeon Jungkook!- Nada ni nadie podría detener ahora la fuerza letal con que atacó al hombre. Jungkook detectó su error demasiado tarde. ¡Su oponente no tenía una cicatriz en la cara! El joven ante él había abierto sus ojos con terror y había abierto la boca para gritar. Pero antes que pudiera emitir un sonido, el soldado ya estaba muerto. Jungkook descubrió el escenario que lo rodeaba. Ningún soldado goguryeo había sobrevivido al ataque. ¿Cuánto tiempo había durado? no lo sabía. El tiempo no significaba nada para él. ¿Verdaderamente ya habían pasado dos años de la campaña de venganza? A veces se sentía completamente exhausto y agotado. La idea de volver a Haedong era tentadora pero Jungkook no era alguien dado a ceder a la tentación. Veía la imagen de su amada Ji Eun y sabía que debía cumplir su juramento, sin importar cuan cansado se sentía. Sólo cuando hubiese matado al goguryeo que había sido responsable de la muerte de Ji Eun y su familia, encontraría paz.

Entre la venganza y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora