O 2 (選択)

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Se abrieron las dos grandes puertas.

Todos charlaban animados, hasta que sus miradas se posaron en mí, un gran silencio inundó el comedor.

Paseé delante de todos con la cabeza alta al lado del profesor Snape hasta llegar a unos metros del atril de Dumbledore, detrás de él, estaban los demás profesores, observándome perplejos al no haber sido avisados antes del extraño acontecimiento.
Se escuchaban rumores de todo tipo como; ¿será la sobrina de Snape? ¿Será de Gryffindor? ¿Que hace esta chica aquí? Dicen que no la meterán en primero.

Y siguieron hasta que Dumbledore se levantó y comenzó a hablar.

Alumnos y alumnas, hoy estamos aquí para darle la bienvenida a Sina Slyder, una alumna que se integrará a 4to año y que, junto con ello, el sombrero seleccionador hará la excepción de volver a salir para que se elija su casa, sabemos que tenéis muchas preguntas ahora mismo, pero en cuánto termine la ceremonia podéis preguntarle, ella misma os contestará, dicho esto. Demos paso a la selección de su casa y su grata bienvenida.

Di un paso adelante y me senté en un taburete, todos los alumnos me observaban ensimismados, con la intriga a flor de piel. Mientras yo, contenía el nerviosismo y las ganas de salir de ahí, no me gustaba ser el centro de atención y menos de un colegio entero, pensé. Hasta que el sombrero se colocó en mi cabeza y empezó a hablar;

Es muy raro tener una alumna como tú pero hagamos la excepción ya que Dumbledore me lo pidió... Veamos...

Estarías bien en Ravenclaw, eres inteligente y creativa pero...

Los Ravenclaws ya estaban celebrando hasta que volvió a hablar el sombrero.

Hay algo más de lo que no me había percatado... tu ambición y astucia, junto una inteligencia brillante... está mas que claro...

SLYTHERIN.

Toda la mesa de Slytherin se levantó y aclamó orgullosa ante la selección, me dirigí a ella y me senté entre una chica de pelo corto y un chico peli negro. Aunque estaban todos mirándome ansiosos en busca de respuestas empecé a comer sin más.

Divisé detrás mía la mirada de alguien, el elegido o Harry Potter como quisiera que se llamase, parecía que su atención estaba captada en mí durante toda la cena, junto un pelirrojo y una castaña a ambos lados de él. No le di importancia y me di la vuelta para comenzar a hablar.

—Como ya ha dicho Dumbledore, soy Sina, Sina Slyder, vengo de la escuela Beauxbatons, y recientemente me mudé a Reino Unido, soy sangre pura y...
Ahí me di cuenta que el chico rubio puso su atención en mí, y me desconcentré al momento.
—Pero sigue, ¡No nos dejes así!—. Dijo un chico de más adelante de la mesa.
—Ah sí, por dónde iba... soy sangre pura y provengo de España, mi padre es inglés y puedo hablar fluidamente—. Dije y capté mas la atención de toda la mesa.
—¿Algo más que queráis saber?—. Dije para fijar mi vista en aquel chico, cuándo justo habló.
—¿Se puede saber por qué te han metido en 4to año?—. Dijo el rubio con la ceja levantada.
—Fácil, mi padre es bastante famoso, tanto que es amigo de Dumbledore, le debía un favor y pum, aquí estoy, tengo vuestra edad y estoy al día con el conocimiento que lleváis sobre las clases—. Dije mirándole para sonreírle perspicazmente y comer un trozo de pan.
—Uhm, en resumidas cuentas... una enchufada—. Dijo para reírse con sus amigos.
—Y tú, perdona que pregunte pero, ¿tú eres?—. Dije desafiante, se pudo escuchar un "uuh" de parte de toda la mesa, dejando al chico en mal lugar.
—Para tú información soy Draco m...—. Le interrumpí.
—¿Malfoy? Tu madre conoce a la mía, iban juntas a Beauxbatons, encantada—. Dije sonriéndole ladinamente, dejándole con una aparente confusión.
—Espera... ¿tu madre es...?—. Dijo pausadamente.
—Sí, la misma, ¿ya sabes quién soy?—.
Aquello era un espectáculo, toda la mesa de Slytherin y media de Gryffindor estaban expectantes a la conversación subida de volumen, tanto que alguno que otro se cayó del asiento por metiche.
—Uhm, ahora que lo recuerdo, tu y yo nos vimos de pequeños—. Dije y poco más y al chico se le saldría el corazón por la boca de la humillación de recordar como era de pequeño.
—¿P-perdona?—. Dijo el muchacho levantándose como los demás para ir a la sala común ya que había terminado la hora de cenar.
—Malfoy, tu y yo nos vamos a llevar muy bien—. Le dije dándole un empujón, cosa que le molestó pero me sonrió devolviéndomelo.

Ambos chicos se quedaron hasta altas horas de la noche en la sala común hablando sobre aquella vez, y resulta qué sí, cuándo ambos tenían unos 6 años coincidieron en una fiesta de la alta sociedad, y estuvieron conversando de como se aburrieron en aquella fiesta, tanto que ambos empezaron a jugar a las cosquillas y terminaron en el suelo. Hablaron de sus padres y de cómo les iba, a partir de aquello, eran más que desconocidos que estaban unidos por un tema en particular, las conexiones familiares.
—Sina, me has caído regular, pero eres divertida—. Dijo el rubio levantándose para dirigirse al cuarto se los chicos.
—Lo mismo puedo decir, Draquito—. Le lanzó un beso en broma y el chico le continuó la broma.
Ambos parecían llevarse bien, lo que no sabían es que después de un mes no se volverían a hablar mucho. No por ninguna pelea o algo así, sino que no había tema de conversación y se fueron alejando, para quedar solo como desconocidos que se hablan para pasarse las tareas.

Aunque eso cambiaría.

Y más pronto de lo que la joven se lo imaginaba.

The last chance. DLM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora