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Hace 10 años
—Oye tita Narci, ¿podemos Draco y yo ir a su cuarto a jugar a los príncipes y las princesas?—. Dijo la niña con un notorio entusiasmo.
—Claro que sí pequeña, Draco, Sina, id a jugar a donde queráis mis niños—. Dijo la mujer de pelo negro y blanco, sonriente, dándole un pequeño empujón a los niños para que entraran al cuarto del mayor.
—¿quien quieres ser tu Draco?—. Pregunto la niña, tomando asiento en la gran cama del rubio.
—Quiero ser el príncipe que salve a su princesa, y tu serás mi princesa, ahora y siempre—. Corrió el niño en dirección a la menor para abrazarla y seguidamente, jugar a las cosquillas.

En la actualidad.
Sina's pov
Volví adentro de la casa, hacía frío, mucho frío, sentía mis pies congelarse aunque estuviera calzada, me quité mi abrigo y lo dejé en el perchero, busqué a Draco, no estaba. Se había esfumado.
Me decidí a buscarlo, estaba enfadada con él, pero, eso no impediría que me preocupara, aunque me costara aceptarlo, el era mi punto débil.
Le busqué, por toda la casa, tanto por un lado como por el otro, arriba, abajo, derecha izquierda. Me quedaba un sólo sitio.
Y ahí estaba, plantada enfrente del nuevo cuarto de Draco (por eso me equivoqué) reformaron la casa y con ello su cuarto. Sin más preámbulos llamé tres veces a la puerta.
Se escuchó un "entra" seguido de unos pasos. En el momento al que iba a girar el pomo el fue más rápido y quedamos en una situación incómoda, era bastante alto así que me intimidaba, y más, en pijama. Espera, ¿que me había perdido?
—Siento que me tengas que ver así, paso de seguir en un estúpido traje solo para esta mierda de cena—. Dijo arrojando su movil a la cama.
—¿Se puede saber que te pasa señorito?—. Arquee una ceja y le miré desde el marco de la puerta, mientras me apoyaba en el.
Hizo una mueca con la boca y levantó las cejas.
—¿Te tengo que dar explicaciones de lo que me pasa?—. Me fulminó con la mirada.
—Mira Draco, no sé que quieres mas de mí, lo siento, siento haberte mentido con mi amortentia, no quería que supieras nada ¿vale? Por favor, perdóname—. Dije, dejando mi orgullo por los suelos.
—Déjame que lo decida después de hablar—. Le mire absorta.
—¿Por que no te das cuenta de una vez Malfoy?, enserio te creía mas listo—. Dije y al instante se levantó de la cama para ponerse a centímetros de mí
—¿Perdón? ¿Que has dicho?—. Dijo acercándose más, quedándonos demasiado juntos.
—Que te creía más listo, Malfoy—. Dije desafiante y con los brazos cruzados.
—Te insultaría pero mí caballerosidad no me lo permite—. Dijo con la mejor cara de asco que podría hacer en el momento.
Iba a responderle pero, me quedé observando sus ojos, viendo lo cerca que estábamos, y creo que él también se dio cuenta de la situación, se separó, entramos a su cuarto y cerramos la puerta.
—Qué, ¿quieres seguir peleando aquí dentro?—. Dijo él, desafiándome.
—Eres un fenómeno Malfoy—. Dije pegándome a la pared.
—Realmente eres un adolescente mimado que siempre se mete con los demás por más que ellos no les hayan hecho nada—. Dije para provocar su enfado, me encantaba hacerle enfadar.
—¿Sabes qué Sina? No se que estas tramando pero no es nada bueno—. Dijo acercándose, poniendo su brazo derecho en la pared, acorralándome.
—Qué, ¿te pica que te diga las verdades a la cara? Venga dímelo Malfoy—. Eso bastó para que quedáramos a centímetros cara a cara, el con un notorio enfado y yo disfrutando del espectáculo.
—¿Qué, que vas a hacer? ¿Me vas a pegar?—. Dije haciendo un puchero, el no tocaría a una mujer ni con un palo, menos le pegaría.
—No, pero ¿sabes qué?, me tienes cansado con tus tonterías, eres insoportable—. Dijo.
—Por eso, por eso yo..—.
—Tú qué—. Dije con un tono sarcástico.
Nos quedamos observándonos en esa pose durante un rato, nuestras respiraciones estaban entrelazadas, sentía su respiración en mi frente y el la mía en su cuello. Abrí los labios como acto reflejo y estaba a punto de tirarlo todo por la borda y decirle lo que sentía. Pero algo nos interrumpió.
—Sina, Draco, salid si estáis dentro, los Slyder ya se van a su casa—. Dijo desde el otro lado de la pared La Tia Narcissa.
Nos separamos y dejé de sentir su respiración, cosa que me apenó, quería besarlo.
Lo único que me salió antes de salir del cuarto fue abrazarlo, inesperadamente me lo correspondió y todo se desvaneció por un momento. Hasta que por fin salimos del cuarto.
—¿Que hacéis juntos en un cuarto, y lo peor, solos?—. Dijo Lucius con enfado a Draco.
—Sólo estábamos hablando—. Me atreví a decir.
—Sina hija, tenéis que comprender que estáis en una edad... "difícil"—. Dijo mi padre con cierta serenidad.
Por otro lado, Narcissa y mi madre murmuraban sobre algo inentendible.
Nos despedimos y fuimos camino a casa con los polvos flú. Ya en casa, mi madre me preguntó que si me gustaba Draco, lo negué. El no me gustaba, me parecía un poco irritante pero me caía bien. Solo eso.
Aunque, a quién querría engañar.

Draco's pov
Sina me sacaba de quicio, ella era tan, insoportable, insoportablemente provocadora y la odiaba por ello, pero en realidad, quería decirle que le había mentido, que ella era mi amortentia, todo era muy raro entre nosotros, ambos nos peleábamos pero acabábamos en situaciones extremas en las que si alguno se lanzara hubiéramos terminado muy muy mal...

Los dos jóvenes no se dirían nada entre sí, era mas que obvio que su orgullo como Slytherins se lo impedía, aunque, ocurriría algo que definitivamente crearía el peor ambiente entre dos personas que se quieren entre sí, la envidia y los celos.

Terminaron las vacaciones de invierno, todos estaban cansados de volver de nuevo a clases, otros farfullaban por que papá Noel no les había traído nada, aun que ya fueran mayorcitos para creer en esas cosas. Otros, en cambio presumían de sus regalos caros y lujosos (los Slytherin de clase alta). Nuestra protagonista estaba bastante ensimismada en sus pensamientos hasta que chocó contra alguien.
—¡Hey, ten cuidado!—. Le dijo un chico que le resultaba familiar.
—Oh, perdón, tu debes ser Harry Potter ¿no?—. Dijo la muchacha con tono dulce.
Después de esas frases, el muchacho alivió su tono y rascó su cabeza con nerviosismo.
—Perdón, ya sabes, no es que los Slytherin sean mucho de mi agrado—. Dijo el chico de gafas, mas alto que ella, con el pelo demasiado despeinado.
—No te preocupes, lo entiendo, espera, te ayudo a recoger—. Dijo la muchacha recogiendo ya los libros del chico.
A decir verdad, Sina llevaba toda la mañana pensando formas de hablar de nuevo con Draco, pero todas eran o precipitadas o absurdas, así qué, dejó de intentarlo y se metió en sus pensamientos hasta que se cruzó con el mismísimo Harry Potter.
Draco, por otro lado, iba de camino a clase de defensa contra las artes oscuras hasta qué vio cómo, la chica que le gustaba, hablaba con su enemigo por naturaleza. Cosa que, al contrario de hacerle gracia, le irritó y tuvo que ir al baño sólo para no pegarle un puñetazo ahí mismo a Potter. ¿Quién se creía que era para hablar con su chica? Espera, había pensado, ¿que era su chica? Estaba desquiciándose por los nervios de que "el héroe de Hogwarts" le robara a la chica, y en un acto de celos el quiso ponerla celosa a ella, aunque solo fueran amigos, y su plan se llevó a cabo desde el momento en el que se iba a hacer una fiesta en la sala común de Ravenclaw a cargo de los hermanos Weasley, no le hacía mucha gracia solo por ser organizada por ellos, pero haría el esfuerzo de simplemente ir, "pasarlo bien" y cumplir su objetivo. Poner celosa a Sina para que ella cayera a sus pies.
Lo que Draco no sabía es, que eso no acabaría muy bien para el, ¿o tal vez sí?

(Os dejo el segundo cap de hoy y me dispongo a dormir, estoy baldada, espero que lo disfrutéis y no seáis impacientes, ya ocurrirá lo que tenga que ocurrir ;))

The last chance. DLM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora