𝓐𝓶𝓪𝓹𝓸𝓵𝓪𝓼 [𝓖𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮]

Capítulo 1: Floricultor

En el mundo, además de los humanos comunes, existe un grupo reducido de personas con características particulares conocidos como floricultores y come flores, quienes debido a la naturaleza de su constitución biológica coexisten entre ellos para vivir.

Los floricultores producen flores y los come flores son quienes se alimentan de dichas flores; es un beneficio mutuo y aun cuando en muchas ocasiones la relación se limita únicamente a alimentar y ser alimentado, existen casos excepcionales donde el amor surge.

Sin embargo, en el mundo mágico, al igual que en el muggle, no es común la aparición de un floricultor o un come flores, de hecho, los casos son contados, es por esta razón que fue toda una sorpresa cuando Harry se presentó como un floricultor. Y, aunque las personas a su alrededor parecían emocionadas, él estaba sumamente asustado. La única persona que había conocido con su condición fue Sirius y, aparte de que ya estaba muerto, fue un come flores. También escuchó a Hermione hablar de historias de floricultores que existieron en el pasado, pero eso no ayudó en lo absoluto.

¿Qué voy a hacer ahora? Se preguntó asustado, de por sí, la prensa ya estaba haciendo un festín con su vida privada, con la nueva noticia tendrían para desbordar chismes hasta el final de los tiempos.

No, él no quería eso para sí mismo, así que tomó una importante decisión: Alejarse de la sociedad que no le daba ni un ligero respiro ya que no deseaba que se enteraran del tipo de floricultor que era. Se fue a Estados Unidos con el deseo de no volver jamás. Sin embargo, varios años después, tuvo que volver a la tierra que lo vio nacer.

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Después de una larga jornada laboral, Harry volvió al departamento en el que vivía desde que llegó a aquel país extranjero. Se quitó la túnica y la echó sobre uno de los sofás, antes de invocar con su varita el paquete de cartas que estaba esparcidas por el suelo. No había mucho que leer, algunas cuentas por pagar y una que otra correspondencia de algunos amigos que había hecho durante su estadía en Estados Unidos, sin embargo, al leer el remitente del último sobre, frunció el ceño. Hermione le había escrito.

Y no es que la comunicación con su mejor amiga se haya mermado después de su partida, simplemente era que justo el día anterior había recibido una carta de ella. Por eso, fue extraño recibir otra tan pronto, vamos, ni siquiera había tenido tiempo de responder a la anterior.

Dejó a un lado el resto de la correspondencia y se apresuró a abrir el sobre. Leyó lo más rápido que pudo y se sorprendió a enterarse del contenido de la carta.

Andrómeda Tonks estaba severamente enferma que la dejó en coma. Era una noticia alarmante, sin duda, pero lo más preocupante era lo que aquella situación significaba. Teddy, su ahijado, había quedado sin tutela, por lo que lo enviaron al Centro de Desarrollo Integral Familiar, un lugar donde se enviaban a los niños huérfanos de los que nadie quería hacerse cargo o que habían sido abusados o abandonados por sus familias. Teddy, por supuesto, no estaba en ninguna de esas situaciones, pero al no tener un tutor legal que pudiera hacerse cargo de él en ese momento debía ser enviado a dicho lugar, donde lo procesarían para ser puesto en adopción si es que antes de treinta días no se presentaba alguien que pudiera hacerse cargo de él.

En la carta, Hermione le explicaba que ninguno de sus conocidos, incluyéndose ella, podían calificar para ser su tutor, únicamente personas que pudieran comprobar que tenían una relación directa con el niño. Lo que significaba que únicamente Andrómeda, Harry o los Malfoy podían hacer tal cosa, pero Hermione sabía que Teddy jamás sería enviado con los Malfoy por los prejuicios que aún existían en la sociedad, y al ser considerados ex mortífagos no calificaban para tal rol.