Capítulo 2: Come flores

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Desde hace algún tiempo comenzó a sentirse mal, pero lo dejó pasar. La fatiga, la piel amarillenta, los mareos y la dificultad para respirar eventuales no le significaron ningún problema para continuar con sus labores. Las manos y los pies fríos no podrían ser un síntoma de alerta, su cuerpo siempre había sido frío por naturaleza. No obstante, en el momento en que sintió que se le revolvía el estómago y todo lo que había desayunado esa mañana fue expulsado y depositado en el retrete, supo que algo no estaba bien. Los latidos de su corazón eran irregulares y le dolía el pecho, sentía que de un momento a otro le iba a dar un ataque.

De inmediato, hizo llamar a su sanador personal para que le hiciera una evaluación de urgencia, esperando que sólo se tratara de una falsa alarma y que no tuviera nada grave.

─ Mmm ─El sanador murmuró mientras observaba los resultados de los análisis que previamente le había aplicado─. Señor Malfoy, dígame una cosa... ─Draco sintió que su cuerpo se tensaba, ¿acaso es más malo de lo que he imaginado?, se preguntó─. ¿Sus malestares únicamente se limitan a las náuseas y vómitos? Si ha tenido otro tipo de síntomas le pido, por favor me las haga saber.

Draco hizo un recuento de los malestares y comenzó a recitarlos como una lista.

─ Si, como lo vi en los resultados de los análisis, usted padece de un caso de anemia de células falciformes.

Draco miró anonadado al sanador. No creyendo lo que acababa de escuchar.

─ ¿Qué? ¿Por qué? ─Claro, Draco conocía, a grandes rasgos, las causas de la anemia, pero estaba tan abrumado por la noticia que no podía pensar con claridad.

─ Señor Malfoy, usted es muy consciente de la causa de muerte de su abuelo, el señor Abraxas Malfoy.

─ Si, lo sé, es solo que, mi padre jamás manifestó padecer de esta enfermedad, por tal motivo pensé que yo también me libraría, aunque... ─empezó a reír avergonzado─. Se trata de una afección hereditaria, debí preverlo.

El sanador negó con la cabeza.

─ La posibilidad de heredar una afección así realmente es muy baja, de un tres por ciento solamente, pero la situación es diferente en su caso, ya que, tal como su abuelo, usted también es un come flores.

Draco se llevó ambas palmas de las manos a la cara y cubrió cada uno de sus ojos con ellas. Pensando que, de todos modos, era su culpa.

Durante los últimos seis años, no había hecho más que ocuparse de los negocios y hacer que la reputación de la familia no los llevara a la ruina. Por supuesto, tuvo que dejar en segundo plano todo lo referente a sí mismo y ahora que escuchaba tal noticia se daba cuenta de que fue estúpido anteponer las empresas y la fortuna por su salud.

Suspiró apesadumbrado.

─ Sin embargo. ─Continuó el sanador─. A pesar de que su condición de come flores fue la que lo expuso a ser receptivo a la afección congénita, también tiene una pequeña ventaja.

Draco prestó especial atención a las palabras.

─ Hay una posibilidad de que esta anemia no se convierta en una anemia hemolítica, como ocurrió en el caso de su abuelo.

─ Dígame, sanador Spinster, ¿qué es lo que no hizo mi abuelo?

El sanador empezó a reír con simpatía.

─ Si bien, la anemia de su abuelo se convirtió en una condición mortal por algo que no hizo su abuelo, no fue por su culpa. Esta afección en específico, se cura con el consumo de las flores de un floricultor.

─ Hay una floricultora, que es una gran amiga y siempre he consumido con regularidad sus flores...

El sanador negó con la cabeza.

𝓐𝓶𝓪𝓹𝓸𝓵𝓪𝓼 [𝓖𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora