3. Nuevo hogar

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Noviembre 2017

Sakura

Cuando salí de casa con esa maleta decidí que debo dejar de gritar, el pedir ayuda solo me trajo problemas, quizás debí guardar absoluto silencio cada vez que el terror me inundo.

Tengo la imagen grabada en mi retina.. mis padres abrazados llorando desconsoladamente mientras yo subía al auto de Jiraiya..

¿Es que acaso ya me dieron por muerta? Por que aún me siento viva, todavía soy consciente del latido de mi corazón, todavía puedo sentir como los barrotes invisibles me cierran el camino..

—ya llegamos Sakura, este será tu hogar.

No me sorprende que esté lejos de la cuidad, tampoco me sorprende que sea una casa digna de una película de terror.

Salgo del auto y tomo mi maleta, estoy a punto de firmar un contrato irreversible con el infierno.

Jiraiya abre la puerta con una tarjeta, desde aquí ya se siente como una cárcel.

—tenemos una hectárea de patio trasero, no pienses que estarás siempre encerrada -dice sonriendo-

Quizás exprese muy bien lo que siento, pero eso ya no importa, yo no tengo voz ni voto en el asunto.

Cuando cruzo el umbral de la reforzada puerta me encuentro con un enorme vestíbulo, la escalera de madera reluciste se alza en medio de la sala.

Una chica con cabello corto azulado se acerca hacia nosotros.

—ella es Konan, mi hija, Konan ella es Sakura, ¿podrías mostrarle su habitación?

Ella sonríe de la misma forma en que yo le he sonreído a una persona que vive en la calle.. con lastima.

—soy psicóloga en esta casa de reposo, si necesitas cualquier cosa no dudes en hablarme.

—¿dormiré sola? -le pregunto-

—por el momento si, somos una pequeña familia Sakura, esto no es una clínica psiquiátrica, es un hogar de acogida y reinserción, tenemos pacientes semi estables, los casos más complejos son enviados con la doctora Senju a la clínica psiquiátrica de konoha.

Asiento con la cabeza y la sigo escaleras arriba, por la ventana puedo apreciar al menos 20 adolescentes rondando los terrenos, también se puede ver varios enfermeros vigilando cada uno de sus movimientos.

¿Con que no es una cárcel?..

—aquí está tu habitación, como puedes ver es más pequeña que el resto, eso se debe a que eres nueva y necesitamos evaluar que tan descompensada está tu enfermedad, cuando esté todo en orden se te asignara un compañero.

Konan me vuelve a mirar con tristeza y se va.

Me quedo mirando la nada por lo que parece ser una eternidad, el ruido de risas me hace despertar de mi letargo, no se cómo afrontar esta nueva realidad..

—Sakura, es hora de la cena -dice Jiraiya-

Lo sigo como un muñeco inanimado carente de personalidad, el comedor es grande, levanto la mirada y me encuentro con muchos pares de ojos intrigados y divertidos, el peliblanco sonríe y me presenta ante mis nuevos compañeros ¿o debo decir familia?

—mis queridos revoltosos, ella es Sakura, espero que sean amables con ella y puedan hacerla sentir como en casa.

Ellos aplauden y me siento como si me estuviera confesando en Alcohólicos anónimos, tomo asiento junto a un pelirrojo que mira la nada.

Una de las enfermeras me entrega un pequeño vaso con píldoras, al mirar a mi alrededor puedo notar que no soy la única que recibe su dosis de placebos, al parecer la mayoría aquí está tan jodido como yo.

Al terminar la cena la gente se dispersa y me voy a mi habitación, mi cuerpo se siente adormecido y somnoliento, lavo mis dientes y caigo pesadamente contra el estrecho colchón.

A lo lejos escucho gritos, un lamento desgarrador que sacude mis entrañas, intento mover mis dedos y con mucha dificultad logro aferrarme al colchón, siento que mis ojos intentan enfocar en medio de la oscuridad, un pito desesperante me deja sorda y me incorporo en la oscuridad, me tambaleo hacia la puerta y salgo de la habitación.

Un golpe seguido de otro lamento me hace retroceder ¿por que no hay movimiento?

La duda de seguir o no, se hace presente, ¿estoy soñando?

—tengo miedo, no quiero morir!

La voz femenina teñida de pánico me pone alerta y termino de despertar del todo, mis pies reciben la señal de mi cerebro y comienzan a correr escaleras abajo, la adrenalina se descarga de un golpe en mi sistema y abro la puerta de donde proviene el lamento.

Soy azotada por la imagen de aquella chica subiendo a la silla, terror me embriaga.

—espera! -le grito intentando alcanzarla-

Pero el dolor de sus ojos perlas me traspasa y me paraliza.

Suelto un grito entrecortado cuando ella deja caer la silla y la cuerda abraza su cuello, su femenino cuerpo se balancea en la habitación y sus ojos desprovistos de vida me miran fijamente.

Caigo de rodillas al suelo, tapo mi rostro con mis manos y grito mientras mi cuerpo se sacude con violencia.

—no! No!

Me quedo ahí intentado ordenarle a mi mente que coopere, que aleje esos ojos vacíos de mis recuerdos.

Alguien toma mi rostro y cierro los ojos, siento náuseas y unas horribles ganas de arrancarme esa imagen con mis uñas.

—Sakura! Sakura!

Konan me sacude y me atrevo a mirarla.

—la chica! Bajen a la chica! -digo hipando-

Los rostros desconcertados a mi alrededor me enfurecen, me libero de los brazos de Konan y me giro en dirección a esa habitación, pero al encender la luz me doy cuenta que no hay absolutamente nada..

—¿Donde esta?!

—¿quien Sakura? Por favor habla conmigo.

—había una chica, tenía el cabello negro liso, sus ojos! Ella parecía ciega! La vi, estaba colgando!

Los jadeos se vuelven murmullos, me siento como una friki

—suficiente! ¿Quien le dijo algo a Sakura? -dice Jiraiya enojado-

Nadie dice nada, en medio de mi confusión me doy cuenta que aún tiemblo.

—nadie me dijo nada, yo la escuché llorar y vine hasta aquí.

Mi voz se apaga lentamente, bajo la mirada con vergüenza por que mi cabeza acababa de mostrarme algo que no existe, algo que nunca estuvo ahí..

—vuelvan a su habitación, mañana hablaré con ustedes, eso te incluye Sakura.

Sigo a la masa de adolescentes que suben la escalera, un chico con cabello extraño y enormes cejas se acerca mientras avanzamos.

—se llamaba Hinata -dice bajito-

—¿quien? -pregunto-

—la chica de ojos perlas, se llamaba Hinata..

Me paro en seco, ellos me golpean con suavidad al pasar, ¿ella era real? ¿Donde está? ¿Por que la vi?, sigo en medio de la gente al chico de cejas raras, pero no logro encontrarlo por ningún lugar.

¿Que está mal conmigo?

AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora