6 de Agosto. Noche del Día 3.

43 0 0
                                    

Comienzo la noche pensando en porque lo hago todo mal, me encuentro en la cama llorando mientras escucho las canciones "Gris" y "Cuéntales" ambas de Quevedo.

Sintiéndome identificado con algunas barras de cada canción, mientras se aumenta mi miedo a que todo se acabe definitivamente. Plasmo todos mis miedos en unos párrafos que posiblemente nadie lea.

Tengo miedo a que Leire no sea capaz de perdonarme lo que he hecho y seguir diambulando sin ningún objetivo como un alma en pena buscando algo que le haga feliz sin que nunca llegue a encontrar esto.

Me he despejado con mis amigos en Orión después del ataque de ansiedad de ayer, y aún rodeado de todos ellos me he seguido sintiendo solo como el punto del medio en el 5 de un dado. Jugando a la diana con estos en mi cabeza tenía un pensamiento en bucle de "Leire podría estar jugando con nosotros ahora mismo" suena badgyal y sigo acordándome de que Leire escuchaba esa música, en mi móvil suena ready pa morir.

Es irónico que suene esa canción cuando mentalmente lo que no estoy es ready pa vivir. Me miró al espejo y me doy asco, recuerdo todo el mal que le he hecho, y palio este sentimiento intentando recordar el poco bien que le he podido hacer a lo largo de estos casi 3 años.

Me tumbo en la cama y rezo varias veces a Dios, para que Leire pueda llegar a perdonarme en algún momento, me prometo a mi mismo que si volvemos saldré de costalero en algún paso de semana santa en 2023. Pago que haré encantado en caso de suceder esto.

Lo peor no es dormir triste, con dolor en el pecho causante por la ansiedad, lo peor es que duerma con mi hermana en la habitación y mi cama este pegada a la pared, cómo le gusta a Leire que durmiesemos juntos.

Desde que Leire y yo hablamos de que de sentía culpable después de mantener relaciones admito que mi salud física y mental no es en su máximo esplendor pesaba 80kg cuando llegue de cabo de plata y hoy actualmente peso 73'1.

Tengo que admitir que no como apenas, lo justo para que mi madre no me regañe, ni hacer que nadie se preocupe de mi, siento que vivo en un bucle de autodestrucción en el que solo de sentirme mal y echarme culpas de todo. Aunque para esto me justifico diciéndome tengo razón, tengo la culpa.

Me despierto en la madrugada, las 1:23 con la misma sensación que recorre mi cuerpo llenándolo de un frío fuerte, abro los ojos miro a la puerta y allí está el hombre con el sombrero, esta vez no me asusto me da igual lo que me pase, no grito enciendo la luz tranquilamente. Me relajo, le hablo a Leire para decirle que lo he visto y busco formas de conciliar el sueño.

Me planteo seriamente si el hombre del Sombrero son todos esos demonios que me atormentan por todas esas cosas malas que le he hecho a gente y que nunca llegó a perdonarme.

La época en la que fui un puto fantasma, la época que me hicieron bullying, la época en la que hacía daño a la gente que me rodeaba por encajar en algún sitio y el daño que le hice a Leire. Si el pago de todo lo malo que he hecho es esto lo acepto sin rechistar.

En estos momentos complicados no se a quien acudir, sigo con la eterna sensación de sentirme solo rodeado de tanta gente que me ayuda y quiere que este bien. Por ello me empiezo a sentir mal por no saber valorar lo que tengo.

Le he comentado a mis padres que no me encuentro bien psicológicamente y me han catalogado de loco indirectamente, esto lo único que fomenta es que tenga que ir en secreto y ocultarles algo más para luego sentirme culpable por ello. El mes que viene intentaré ir por lo bajini y ocultándolo para que no me tachen por loco ni por "flipao" como dirían ellos.

Cora roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora