-¡Celeste no vayas dentro, podría ser peligroso! (Gritaba una niña de 7 años a su amiga dentro de una cueva) ¿Lucia? (Repitió preocupada al no escuchar más ruido)
-¡Buh! (Salió Lucia de golpe asustando a Celeste)
Celeste cayó sobre sus trasero y se golpeó un poco los codos, llorando al sentir el ardor.
-No... (Susurro Lucia arrepentida) no, no, no, shhh no llores, esta bien, estoy bien, ven (La ayudo a levantar) Discúlpame, dentro habían unos brillos y encontré estos (Mostró 2 pequeños diamantes)
-Woooo... (Celeste le brillaron los ojos cual estrella)
-Ahora, si dejas de llorar te daré 1 ¿Ok? (Sonrio mostrando su diente frontal delantero faltante)
Muchas aventuras diarias, en el bosque, el río cerca de la herrería, eran niñas sin hogar encontradas en el pueblo, pero el señor Thomas las había adoptado hace unos meses atrás por petición de su difunta esposa.
-¡Celeste, Lucía, hora de la cena! (Hacia sonar la campana el viejo Thomas)
No eran hermanas de sangre y menos desde que...
-¡No! ¡Celeste, Celeste! (Gritaba desconsolada Lucía viendo como se la llevaban en un carruaje)
*-Son ordenes del rey, hoy es un nuevo día, la princesa ha regresado (Un señor de 35 años o más hablaba con esperanza en su mirar)
-¡Lucía! (Gritaba Celeste ya lejos de su humilde casa)
-¡Celeste!... (Se arrodillaba) Celeste... No... (Lloraba a cantaros)
-Hija, ven, entremos (Don Thomas triste tomaba el hombro de Lucía)
-Tu... (Volteó a ver a Thomas) ¡Entregaste a Celeste! ¡¿Cuanto fue?! ¡¿10, 50 Chelines?! (Se levantó con fuerza y molesta) Entregaste a nuestra niña, Tu hija... (Señalaba rabiosa el pecho del hombre)
Thomas se sobo la nuca y peino su bigote arrepentido.
-Celeste no era mi hija, sabes bien que les adopte, deberías estar feliz por ella pequeña tonta (Sonrió falsamente) Celeste... Nuestra niña... Es la futura heredera de este reino, la habían buscado por más de 6 años, y ahora que está devuelta a su hogar todo estará mejor (Quitaba el dedo culposo y abrazaba a Lucia) Se que la querías mucho, pero de seguro le veras pronto (Se aferraba más al abrazo)
Aquellas palabras habían roto a Lucía, pero si Celeste era feliz ¿Por qué no ella?
El tiempo paso y se vieron algunas veces de lejos, nunca pasaron palabra, pues a Celeste no se le permitía, 18 años tenia la futura reina de Zulair, pueblo de mágicos sueños reales, lleno de arte y magos, brujas y música medieval.
-¿Crees que eres apta para el puesto Hakings? (Retaba Sergio, amigo de Lucía de hace años)
-Yo que tu me la pienso dos veces, he estado entrenando desde mis 10 años Oliver (Lucía dedico una mirada fanfarrona)
-¡Che! Ya dije que no me llames haci (Bufaba molesto entregando el arco y flechas a su amiga)
-Y yo que no me digas "Hakings" Sabes que no me gusta y aun lo haces (Landeo los ojos preparándose para apuntar) Creo que es justo, y en cuanto a lo otro... Estoy completamente segura y haré mi mayor esfuerzo para quedar como caballero de la princesa Celeste Mishell de la Trinidad Cortez Zulair (Hizo reverencia en tono de burla luego de lanzar la flecha)
-¡Jajaja! (Reía Sergio sin pudor) Ve por la flecha mejor jajaja ¡Bufón! (Señalaba lo lejos que había caido)
Lucia fue en búsqueda de la flecha, justo frente de aquella cueva donde Celeste sacó los diamantes diminutos, ella misma hizo dos collares.
-Espero aun conserves el tuyo... (Saco la flecha)
-¡Ah, lo que me faltaba! (Hablo una voz dentro de la cueva)
-¿Quien aya? (Preparo el arco y flechas Lucia) ¡¿Amigo o enemigo?! (Comenzó a entrar con seguridad)
-No, no dispares por favor, no soy enemigo (Salía una joven ojos miel, cabello castaño de estatura mediana y contextura fina)
-¿Ce-Celeste? (Los ojos de Lucía se cristalizaron).
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A sus ordenes mi Reina
ФэнтезиEn un pueblo donde la monarquia aún habitaba Celeste y Lucía vivían, pero... Grande la sorpresa cuando una de ellas es reconocida como Princesa heredera al trono, ¿Qué pasará con su amistad? ¿Lucía podrá decirle lo que tanto le cuesta a Celeste?