Capítulo VII

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Alice

Llegué a la cafetería caminando porque no estaba muy lejos de mi apartamento, inmediatamente me encontré con Alexa y Nath que ya estaban esperando en una mesa de la terraza de aquel sitio.

—Creímos que no vendrías y nos dejarías plantadas como casi todas las veces últimamente—Nath me reclamo y no podía estar más en lo cierto.

—Sí, lo pensé, pero ya no—les contesté mientras me sentaba a un lado—. Les prometo no las volveré a dejar nunca, ya no.

—Me alegra que lo digas—Alexa me tomo la mano en señal de apoyo y yo me limite a sonreírle.

Continuamos charlando un pequeño instante antes de que a mi querida amiga Alexa se le fueran los ojos de la anda como si hubiera visto algo que le impacto, Nath y yo nos giramos y vimos a un chico camarero que venía hacia nosotras.

—Vaya creo que a alguien le ha gustado el camarero—susurro Nath riéndose por lo bajo asegurándose de que el chico no la escuchara

—¿Qué?, no para nada, tengo novio por si lo olvidaban.

—Claro, pero vaya novio que tienes, pensé que a la basura no se le podía dar otro nombre.

—Alice—Alexa me reprocho con el tono de mamá que solía usar cuando hablaba de su novio o decía algo que no le gustaba.

—Vale me callaré, pero sabes que es verdad.

Nath y yo nos reímos, ambas odiábamos a Dan y a Logan que eran mejores amigos así que ya se imaginaran que no me caía muy bien, además no es que me disgustaran todos los amigos de Daniel, pero Logan en particular era un odioso, a él sí que lo odiaba sobre todo porque hacia llorar mucho a Alexa y ella no lo dejaba por nada del mundo.

—Hola, señoritas—el chico rubio y alto que Alexa miro antes se acercó con una amplia sonrisa a atendernos—. ¿Listas para ordenar?

—Claro, yo un café helado—Nath fue la primera en ordenar y yo ya sabía que iba a pedir, pero Alexa no se movía y parecía tonta mirándolo tan descaradamente.

—Sí, yo quiero un café con leche y chocolate—hice una pausa y al ver que Alexa no me prestaba mucha atención decidí darle un empujoncito—. Ah, y mi amiga Alexa te quiere ordenar a ti...para llevar si se puede.

El chico se ruborizo y Alexa apostaría que era del mismo color que un tomate o incluso mas. Yo solo me limite a reír con Nath burlándonos de sus caras

—No les creas son unas locas, no es verdad.

—Si me quieres llevar soy todo tuyo—el chico del cual ahora sabíamos su nombre le guiño un ojo a mi amiga se puso más roja si eso aún era posible—Me llamo Liam, pero ahora puedo ser el amor de tu vida.

De acuerdo eso no me lo esperaba, de todo lo posible eso fue lo único que no me esperaba que pasara. Alexa ya no era la única sorprendida.

—Alexa...me llamo Alexa—tartamudeo mi amiga mirándolo—y quiero un café helado también.

—Ya, tu nombre ya me lo dijo tu amable amiga, y en unos minutos les traigo su pedido chicas.

En cuanto Liam se fue de la mesa empezamos a chillar como pequeñas ardillas de la emoción, le hicimos un poco de burla a Alexa que parecía un poco más sonriente y hasta el novio se le había olvidado.

Bien hecho Alice

No fue para tanto yo misma

Por fin dejara a ese bueno para nada

Liam nos trajo los cafés y no desaprovecho la oportunidad para coquetear abiertamente con mi amiga la cual se puso roja con cada pequeño comentario que él le soltaba. Y hasta me cayó bien cuando menciono sus ojos de pug.

AnartiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora