Décadas atrás, el Planeta Planton era habitado y gobernado por dos razas: los saiyajin y los tsufuruyin. Los saiyajin eran mucho más grandes, gruesos y fuertes que los tsufuruyin, mas debido a la extinción de su antiguo planeta, su población era mucho más escasa. Vivían en tribus primitivas en los áridos páramos del planeta. Los tsufuruyin eran mucho más débiles que los saiyajin, pero lo compensaban en números, así como en inteligencia, tecnología avanzada y armamento. Vivían en metrópolis, similares a las de la Tierra hoy en día. Durante algún tiempo, ambas razas vivían en una frágil coexistencia. O al menos así fue, hasta que la naturaleza brutal y violenta de los saiyajin los condujo a atacar a los tsufuruyin.
Pese a las ventajas de los tsufuruyin en armas y tecnología, la fuerza pura y dura de los saiyajin los abrumó. Un indeterminado tiempo después de tanta masacre, con una guerra que parecía no tener fin, un saiyajin recordó el invento de la luna llena artificial, gracias al ingenio de los saiyajin malignos. Un antiguo y marginado clan, caracterizado por tener una crueldad y sed de sangre que haría palidecer incluso al saiyajin promedio. Por lo que una noche, decidió iluminar el cielo de Planton con su propia luna artificial, la cual permitiría inclinar la balanza a favor de los saiyajin por completo.
Mediante la absorción de más de 17 millones de zenos por Ondas Blutz, los saiyajin se transformaron en Oozarus, simios gigantescos y destructivos alimentados por su ira.
Con su poder aumentado 10 veces, los saiyajin se volvieron invencibles, y aniquilaron por completo a los tsufuruyin, y a su avanzada civilización. Pero, incluso mientras los tsufuruyin llegaban al crepúsculo de su existencia, su mente científica más grande, el Dr. Lychee, puso en marcha el plan de venganza definitivo.
Lychee: "Por fin... ¡Mi dispositivo de amplificación de rencor está terminado!"
Lychee se subió a la parte superior del dispositivo e inició su secuencia de activación. A pesar de encontrarse mortalmente herido, el doctor se aguantó el dolor, decidido a poner a funcionar su mayor creación.
Lychee: "¡Hatchiyack! ¡Absorbe nuestras almas! Deja que nuestro odio te alimente. Los tsufuruyin... ¡serán vengados! ¡Y tú serás... nuestro... instrumento!"
Con su último aliento, Lychee activó el dispositivo antes de caer al suelo. Su alma, junto con las almas de todos los asesinados por los saiyajin, fue absorbida por el dispositivo. Una vez que todas las almas fueron absorbidas, el dispositivo salió disparado hacia el espacio profundo, mientras los últimos restos de los tsufuruyin eran esparcidos y olvidados con el tiempo. Décadas más tarde, el dispositivo llegaría al sistema solar, donde residía la Tierra. Dr. Lychee renació como un fantasma de un pueblo olvidado. Él le haría justicia a su pueblo, sin importar el costo.
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En la Capital del Oeste, la gente siguió con su día como lo hacía normalmente. En C.C., la madre de Bulma, Bikini, cuidaba de sus flores, regando las plantas, y quitando toda hierba mala.
Bikini: "Perfecto como siempre. Una vez que las flores más nuevas comiencen a florecer, este lugar se verá divino".
De repente, el cielo se oscureció y un gran planetoide rodeado de humo púrpura bloqueó el sol.
Bikini: "¡Oh, Dios mío! ¿Qué es eso? Él pronóstico del tiempo nunca avisó que algo como esto pasaría".
Bulma: "¡Mamá! ¡Tienes que regresar aquí! ¡Rápido!"
Bikini entró de nuevo, mientras que el Planetoide Oscuro liberaba docenas de máquinas. Las máquinas aterrizaron en casi todas las metrópolis de la Tierra, y empezaron a liberar nubes de gas venenoso. Mucha gente se puso a toser violentamente, solo para caer muertos contra el suelo. Pánico llenó los corazones de la población, y cada quien buscó refugiarse. En cuestión de minutos, el gas se esparció alrededor de todo el planeta.
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Raditz: Aventuras de Otra Dimensión
Azione¿Qué hubiera pasado si Raditz se volvía bueno? (Edición películas de Dragon Ball Z) Aviso: Los capítulos de esta colección poseen elementos que contradicen directamente sucesos del libro original, pues como ya sabemos, las películas de Z no respetab...