siempre tú.

hacerlo público.

narra aitana

Habían pasado tres días desde que lo dejé con Luis, los rumores sobre nuestra ruptura seguían creciendo y Luis y yo seguíamos sin confirmar nada.

Acababa de salir de la ducha cuando veo iluminarse la pantalla del móvil, era él.
Llevábamos sin hablar desde aquella noche, es verdad que él me había llamado unas cuantas veces, pero ninguna de esas veces se lo llegué a coger.
No sabía exactamente para que llamaba, pero esta vez se lo tenía que coger y decirle que esto, por mucho que vaya a ser tendencia, tenemos que decirlo ya. Así que me armé de valor y descolgué el teléfono.

- Si? - dije notablemente nerviosa.
- Aitana…
- Cepeda - le interrumpí - sólo quería decirte que si te parecía bien hacer público ya todo esto, lo de la prensa ya está siendo demasiado y creo que va a ser lo mejor.
- Vale - dijo poco convencido - pues haré un comunicado en Twitter y tú ya lo que veas.
- Esta bien, gracias - y sin dejarle decir nada más colgué y comencé a llorar sin poder evitarlo.

Me desperté en el sofá al oír como las notificaciones invadían la pantalla del móvil.

La mayoría eran de Twitter e Instagram.
Cepeda ya lo había hecho público, ahora me tocaba a mí, pensé.

Antes de nada decidí meterme a Twitter para leer todos los mensajes, en especial el de Luis.

‘Hola!
Hace algún tiempo que necesitaba contar nuestra situación actual. Aitana y yo hemos decidido tomar caminos separados. Sé que esto será noticia pero ha de serlo para que luego venga la calma. Calma donde espero que me esperéis los que realmente estáis aquí por la música. Para los demás, los que no están aquí por la música, espero comprensión, y espero que muchos se den cuenta de que hay que respetar la vida y decisiones ajenas
Un abrazo a todos.’

Mientras lo leía no podía evitar que las lágrimas cayeran sobre mis mejillas, todo estaba siendo más difícil de lo que pensaba.

Para estar un poco más ausente del tema, decidí dejar de seguirle en ambas redes, y publicar mi tweet.

‘Todo está dicho ya. No voy a decir nada más al respecto porque se sufre aunque no se exponga ese sentimiento. Por todo, os ruego que paréis con insultos y faltas de respeto. Espero que lo entendáis, pero no voy a pronunciarme más. A los demás… gracias’

Tras publicar el tweet, deje el móvil en la mesa y fui a la cocina para ver qué podía hacer para cenar. Me acababa de mudar a Madrid y no tenía casi nada en la nevera, por lo tanto decidí pedirme algo.

En cuanto me decido por lo que voy a pedir, veo como en la pantalla aparece una llamada entrante de Amaia.

- ¡AITANA!
- Coño amaia que susto - dije a causa del grito que acababa de pegar.
- Perdón perdón - riéndose - bueno aitanitaa, ya te puedes ir preparando que en media hora pasamos a buscarte, que nos vamos al Barceló con los javis, Raoul y demás.
- Pero que dices loca, tal y como estan las cosas y tu queriéndome llevar de fiesta.
- Aitana que no te vas a quedar en tu casa por la puta prensa, asique más te vale que estés lista que a las diez pasamos a buscarte - y sin dejarme decir nada más colgó.

En el fondo me moría por salir, ya que con todo esto de la gira y demás habíamos salido muy pocas veces, asi que la hice caso y fui a prepararme.

Me planché el pelo y me puse un top negro con unos vaqueros verdes, me hice el eyeliner con un poco de rímel, me puse los aros con unos zapatos altos y espere a que Amaia me avisara para bajar.

Al llegar al Barceló fuimos hacia el reservado donde nos esperaban los javis.

- Hombree! la reina de España - dice Ambrossi provocando la risa de los que estábamos presente.
- Jaaaaavis, aai cuanto tiempo - respondí aún riendo mientras le daba un abrazo a cada uno.

Tras un rato hablando Amaia me acompañó a por otro ron cola a la barra.

- Aitana tía mira quienes están en el reservado de al lado - me dijo señalando hacia allí - que son los de élite, me muero - riéndose.
- Andaa, ya decía yo que me sonaban de algo.
- Si, pues los javis son muy amigos de Ester - respondió Raoul uniéndose a la conversación - y no veas cómo está alguno eh - continuó provocando la risa de las dos.
- Alguno dice - le respondió Amaia aún riéndose.
- Pero madre mía qué exagerados sois - les respondí sin poder aguantarme la risa ante la situación - enfin, tengo que ir al baño ahora vuelvo.

Amaia quiso venir conmigo así que nos levantamos dejando a los javis con Raoul y fuimos en busca de los baños.
Íbamos hablando, aunque a causa del fuerte volumen de la música no se pudiera escuchar casi nada, hasta que me chocó con alguien y noto cómo algo frío recorre mi cuerpo.

- Joder… - suspiro algo molesta y subo la mirada hacia arriba para acabar encontrándome con un chico alto, rubio y de ojos azules, no sé porque me sonaba demasiado.
- Perdón perdón - dice algo arrepentido y por su fija mirada en mi nada más verme, supongo que el también me conocía - no había mirado por donde iba, perdón de verdad.
- Tranquilo, no pasa nada - respondí algo menos molesta.
- Vente que te ayudo a limpiarte la mancha - dijo algo avergonzado todavía por la situación.

No sé en qué momento acabamos en uno de los lavabos intentando limpiarme la mancha que se me había quedado en los pantalones, y todo esto sin Amaia, que no sabía dónde se había metido.