narra aitana
La cena había ido bastante bien, habíamos estado hablando y contándonos lo que había hecho cada uno en estas dos últimas semanas.
Al salir del restaurante, no sé en qué momento, ya teníamos a toda la prensa encima.
- Buenas noches pareja cómo estáis ¿confirmáis que los rumores son falsos? - dijo una de las periodistas y acto seguido cepeda soltó mi mano alejándose, y pude notar la frialdad con la que realizaba cada uno de los gestos.
- ¡Cepeda! - gritó otro periodista intentando alcanzar a Luis, que iba unos pasos por delante nuestra - ¿niegas los rumores de vuestra ruptura?
- No niego ni afirmo absolutamente nada, así que por favor, si sois tan amables de dejarnos pasar, muchas gracias - dijo consiguiendo que nos dejaran subirnos al coche.
Una vez subidos en el coche, no podía evitar pensar en la última frase que soltó Luis antes de abandonar la multitud: "No niego ni afirmo absolutamente nada".
El camino en coche hasta su casa fue bastante callado, le notaba algo molesto y no lograba entender por qué
Al entrar por la puerta no pude evitar preguntarle.
- Luis - dije intentando captar su atención, y al ver que no lo conseguía volví a insistir - piensas decirme que te pasa o que.
- Qué quieres qué me pase, Aitana - respondió restándole importancia.
- Pues no sé dímelo tú, porque cada día entiendo menos tu comportamiento - intenté ser lo más directa posible.
- Claro es que tú nunca entiendes nada - pude notar cómo a medida que seguía hablando, su enfado iba creciendo y se hacía notable por su tono de voz - se me olvidaba que en esta relación el viejo amargado soy yo, que el viejo que te saca diez años y que podría ser tu padre soy yo - su cabreo ya era más que notable, y yo no era capaz de entender el motivo de sus palabras, y yo ya me estaba empezando a enfadar también.
- Pero vamos a ver a ti desde cuando te ha importado la edad, Cepeda. Eres el primero que desde el principio dijo que eso era lo que menos le importaba, así que no me vengas con estas. Y si tu excusa de mierda va a ser la de siempre, que según tú soy una niñata de diecinueve años que no sabe lo que quiere y que nunca entiende nada, y tu un señor de veintinueve que se comporta como un niño de tres, mejor te la ahorras - le dediqué una sonrisa sarcástica.
- Aitana, estoy harto de tener que salir a la calle y tener siempre a la puta prensa haciendo preguntas o a los paparazzis haciendo fotos, harto de recibir mensajes por todos los lados sobre nuestra diferencia de edad, de que se echen encima por todas y cada una de las cosas que subo, y quieras o no, todo esto está relacionado contigo, Aitana.
- Vaya, osea que resulta que ahora todo es mi culpa, ¿no? Si la prensa o los paparazzis vienen detrás es mi culpa, si se meten en lo nuestro por nuestra diferencia de edad es mi culpa, ¿verdad? Pues ya está Cepeda, hasta aquí, estoy harta de tus excusas y de tu actitud de mierda en las últimas semanas, sabes de sobra que te aprecio muchísimo pero también sabes que esto hace un tiempo que ya no es lo mismo y que esto ya no puede seguir así, enserio Luis, lo siento pero hasta aquí he llegado - dije sin poder contener las ganas de llorar que llevaba guardándome ya un rato.
- Aitana espera - me suplicaba mientras yo cogía todas mis cosas y acto seguido salí de su casa.
Pedí un uber ya que no tenía quien me llevara a casa a estas horas de la noche y al coger el móvil ví que tenía cinco llamadas perdidas de Ana así que la llamé.
- Hombree la desaparecida - dice riéndose.
- Jo perdón, es que estaba en casa de Luis - respondí esperando el motivo de sus mil llamadas y por un minuto se hizo un silencio al otro lado del teléfono - ¿Ana?
- Sisi, Aitana... - empecé a notar su nerviosismo e hizo que yo también me pusiera nerviosa - justo te iba a hablar de Cepeda, y no creo que te agrade mucho la verdad - no tenía ni idea de lo que podía llegar a decir pero los nervios y el miedo de lo que pudiera salir de su boca me estaban matando.
- Ana por dios dime ya lo que sea que tengas que decir - le supliqué.
- Puedo saber antes de nada, si habéis hablado de algo en concreto o si él te ha dicho algo.
- Ana, verás, no te lo he dicho antes porque no sabía cómo hacerlo, pero lo hemos dejado - al pronunciar la última palabra las lágrimas que hace un rato habían dejado de salir, volvieron a correr por mis mejillas.
- Ayy Aitana amorr, ¿quieres venirte a casa y me cuentas todo? - me preguntó al notar que claramente no estaba bien
- Sí no molesto
- Tu nunca molestas tonta, ¿quieres que vaya a buscarte? ¿por donde estás?
- No, no hace falta de verdad, cojo un taxi y voy
- Aitana deja de ser tan cabezota, ¿estas en el portal de Cepeda?
- si, pero que no hace falta Ana enserio - insistí
- Vale pues espérame, en diez minutos estoy
- Vaaale
Y así fué, quince minutos después de haberla colgado, ya estaba subida en el coche de Ana de camino a su casa.
- Ana... - dije rompiendo el silencio que se había formado al entrar en su casa y habernos sentando en el sofá - ¿Qué era eso tan importante que tenías que decirme sobre Luis?
- Verás Aiti - posó una de sus manos en mi pierna para intentar calmarme, pero lo único que consiguió con ese gesto fue ponerme más nerviosa - ¿Te acuerdas del día que fuimos a comer Amaia, Alfred, Roi, Cepeda, Miriam y yo, que te invitamos y no pudiste venir porque tenias que grabar unas voces? - asentí - vale pues resulta que ese día por la noche fuimos al barceló, supongo que eso si que te lo habría contado Cepeda - esta vez negué con la cabeza, después de esto último, ya no sé qué podía esperar que me dijera - joder - suspiró - bueno pues eso, que salimos Roi, Amaia, Alfred, Cepeda y yo. Resulta que todos iban bastante borrachos y Amaia y yo éramos las que dentro de lo que cabe íbamos bien, pues el caso esque Cepeda iba provocando a la primera chica que pasaba por ahí, y si no hubiera sido por Amaia y por mí ya sabes cómo hubiera acabado eso. Pero eso no es todo, Cuando nos estábamos yendo no encontrábamos el móvil de Cepeda, por lo cual Amaia y yo estuvimos buscándolo hasta que lo encontramos, y en él habían como mínimo seis chats con vete a saber cuantas chicas para quedar con ellas y tod -.
- Vale ya me hago una idea no hace falta que sigas - le interrumpí, ahora mismo solo tenía ganas de llorar aún más de lo que ya estaba haciendo - y todo esto, ¿Quiénes lo sabíais?
- Amaia y yo, nadie más. - afirmó
- ¿Y Luis? - pregunté aún llorando
- No, Cepeda piensa que nadie sabe nada. - respondió y al ver que no podía dejar de llorar me abrazó - Y si no sabías nada de esto, ¿Por qué lo habéis dejado? - preguntó algo confundida
- Hace semanas que ya no estábamos bien y no dejábamos de discutir. - seguía llorando cada vez más y ya me estaba empezando a faltar el aire - jo Ana esque no sé
- Aitana mi amor tienes que relajarte ¿Vale? - me dijo ayudándome a respirar - escúchame, sabes que aprecio muchísimo a Cepeda y que le tengo un cariño increíble, pero lo que ha hecho no es ni medio normal y no merece la pena que estés así por él - añadió abrazándome.
![](https://img.wattpad.com/cover/312633769-288-k418006.jpg)
ESTÁS LEYENDO
siempre tú.
De Todoestá claro que nosotros no elegimos de quien enamorarnos, y de quien no.