narra aitana
Tras un rato intentando quitar la mancha, finalmente lo conseguimos y salimos del baño para irnos de vuelta a nuestros respectivos reservados.
- Bueno pues ya está - dijo dedicándome una pequeña sonrisa - y perdón otra vez.
- Gracias, pero para la próxima podrías mirar un poco mejor por dónde vas - le respondí algo borde.
- Perdone usted señorita - sonríe, y yo suspiro ante su comentario - venga déjame invitarte a una copa o algo para compensarte.
- Tu sueñas - respondí. He de decir que el chico era bastante guapo, pero que no, que después de todo lo que acababa de pasar con Cepeda no quería volver a lo mismo.
- Ay chica venga - insistía.
- Que no - respondí convencida.
Y de repente veo a Amaia en medio de la pista, y sin pensármelo dos veces dejo al chico al cual todavía no terminaba de reconocer, y voy junto a ella.- Amaia! - grité haciendo que se diera la vuelta hacia mi.
- Bueno qué - preguntó.
- Que de que - respondí con cara de no entender nada.
- Que si le has comido la boca.
- AMAIA! - digo riendo - que bestia eres. Pero que no que solo me ha ayudado y ya.
- Pues no veas cómo estaba el actorcito eh - dice causando la risa de ambas.
- Qué dices de actor - pregunté cayendo en cuenta de porque me sonaba tanto.
- Tía Aitana tu cuantas copas llevas, porque madre mía - me responde riéndose - es Miguel Bernardeau, el de élite.
- Ostia con razón que me sonaba taanto.Después de un rato hablando volvimos junto a los Javis y Raoul que esta vez estaban en el reservado de los actores hablando con Ester.
- Hombre las desaparecidas - dice Raoul al vernos llegar - ya pensaba que os había tragado el váter - ríe.
- Han surgido algunas complicaciones pero todo bien - le responde Amaia entre risas - verdad Aitana.
- Verdad, verdad - respondí algo distraída mientras buscaba al chico rubio entre los demás actores, ni yo misma sabía porque lo hacía.Tras un rato hablando con los Javis y Ester, ellos deciden irse ya que mañana tenían cosas que hacer, mientras que la rubia insistía en que nos quedásemos, y así lo hicimos.
- Venid que os presento - dijo Ester cogiéndome del brazo, y Amaia detrás mía - chicos estas son Aitana y Amaia, supongo que ya las conoceréis - dedicándonos una pequeña sonrisa.
- Cómo para no conocerlas - responde Álvaro riéndo.En lo que saludamos a Álvaro veo como aparece Danna por detrás, y no me podía hacer más ilusión volverla a ver.
A Danna la conocí en un evento de los 40 poco después de salir de la academia, hicimos muy buenas migas y hablábamos de vez en cuando, pero por las distintas agendas de cada una nos era imposible vernos, y no coincidíamos en ningún evento.- Aitanaaa! - la oí gritar por detrás de Álvaro.
- Danitaa! Cuanto tiempo - digo abrazándola - bueno esta es Amaia.
- Encantada - responde a la vez que le da dos besos.Tras otro rato hablando y bebiendo, entre las insistencias de Ester y Danna para que saliera a bailar, finalmente las hice caso.
No sé en qué momento empezó a sonar teléfono.
'tierra trágame' pensé.Llevábamos un buen rato bailando y el alcohol seguía subiendo, tanto me había subido que yo seguía bailando con Miguel por detrás pegado a mi, se podría decir que podía notar su respiración por detras mío, y no sé porque motivo eso me provocaba una sensación algo extraña en mí.
Se nos hicieron las cuatro de la mañana y ya estábamos fuera del Barceló despidiéndonos entre todos.
Amaia se había tenido que ir al recibir una llamada urgente de un amigo suyo, por lo cual yo ahora no tenía con quién irme a casa, y me daba corte decírselo a alguien.
- Bueno que, ¿nos vamos ya no? - preguntó Ester.
- Sí - respondió Álvaro decidido.
- Itzan y Jorge ya se han ido verdad? - preguntó Danna.
- Sí, se fueron hace un rato, Herrán también se fue con ellos creo - respondió María.
- Bueno pues María, Danna y yo podríamos ir con Aaron, ya que nos pilla por la misma dirección. - propuso Ester.
- Sí, y Miguel y yo en mi coche - respondió Álvaro ya que ellos vivían algo más cerca, al igual que yo.
- ¿Y tú Aitana como vas? ¿Te llevamos? - me preguntó Ester.
- Nono, no hace falta, me pido un uber y ya - respondí con algo de vergüenza.
- ¿Por dónde vives? Si quieres te podemos llevar nosotros - me preguntó Miguel.Finalmente tras las insistencias de Miguel y Álvaro, accedí a que me llevaran a casa.
Nos terminamos de despedir entre todos prometiendo volver todos juntos, y nos fuimos en nuestros respectivos coches.No tardamos más de diez minutos en llegar a mi portal, así que me despedí de cada uno con dos besos y me baje del coche.
Subí a casa, me di una ducha rápida, y justo cuando me iba a tumbar en la cama oigo una notificación del móvil y decido mirar qué es. Era de Instagram.[aitanax] miguel_bernardeau ha empezado a seguirte.
Y sin pensármelo dos veces decidí devolverle el follow.
No sé que tenía este chico que no me lo podía sacar de la cabeza.
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siempre tú.
Randomestá claro que nosotros no elegimos de quien enamorarnos, y de quien no.