Criado por el Mal [BNHA] [Villain Deku]

3. Pasado: El Fin de un Sueño.

-¡Basta, Kacchan! -Exclamó con voz temblorosa un pequeño de ojos y cabello verdes, tirado en el suelo lleno de tierra.

-No seas un deku, Deku -Respondió un pequeño rubio frente a él, palmeando el puño acompañado de una pequeña explosión, dejando humo salir de sus manos.

Un día cualquiera en un barrio de Musutafu. Un grupo de niños cualquiera jugando. Eso pensarían todos aquellos que pasaban por ese pequeño parque, pero la realidad era otra. Sí, era un grupo de niños jugando, pero jugando muy rudo.

-¿Y bien, Deku? ¿No ibas a demostrar que eras fuerte? Vamos -Dijo el rubio cenizo con sus manos en su cintura

Katsuki Bakugo, de cuatro años. Líder del grupo de amigos, o más bien, seguidores. Con su don: Explosión, recién despertado, no podía esperar a probar hasta donde era capaz.

-Cu... ¡C-Cuando tenga mi d-don, yo...-! -.

-¿Tú qué, Deku? -El niño rubio se posó cara a cara con el de cabello verde- No lo entiendes, por eso eres tonto, Deku. No importa cuál don despiertes, nunca será tan genial como el mío -Terminó mostrándole una explosión.

-Eres muy malo, Kacchan, así no es divertido -Sollozo el peliverde.

-Entonces deja de meterte. Parate allá, serás... la víctima y yo el héroe. Ustedes serán los villanos patéticos que vencere -Señaló a los otros dos niños que estaban ahí.

-Pero, yo quería ser... el héroe esta vez... -Susurró juntando sus dedos con timidez.

-¿Ah? -Lo miró con duda- Tú no puedes ser el héroe, Deku. Eres débil y ni siquiera tienes don todavía, además de que los héroes tienen dones geniales como el mío, ningún otro es mejor -.

-¡Así se habla, Kacchan! -Lo ánimo el niño con el don elástico.

-Sí, eres el mejor de todos -Le siguió el pequeño con el don de alas.

-Mmm... -El de rizos sólo bajó la cabeza.

Izuku Midoriya, de cuatro años. El cero a la izquierda del grupo, aunque disfruta jugar con sus... amigos, a veces quisiera que dejarán las... malas bromas.

Hace ochenta años, nació un bebé con un brillo encandecente en China. Desde entonces, han nacido niños con dones diferentes hasta que en la actualidad, el ochenta por ciento de la población humana nacía con un don especial.

-Está bien, lo haré... ¡Porque sé que Kacchan lo hará genial! -Exclamó reemplazando su mueca triste con una radiante sonrisa.

-¡Es verdad! -Le siguió el chico con alas.

El rubio miró de reojo al gordito y sólo arrugó más la frente.

-¡Basta! Comencemos a jugar, no pierdan el tiempo -Declaró y los otros sólo asintieron.

Izuku sólo se fue a sentar atrás de ellos, mientras, Kacchan lanzaba explosiones hacia los otros niños y estos se defendían como podían.
Sentado a un lado, el pequeño no borraba su sonrisa. Creía que su amigo se veía super genial como héroe, aunque le hubiera gustado que esta vez lo dejarán a él serlo. Ay, que ansías tenía de que su don despertará para poder jugar como héroe también.

Porque, no, no sólo quería jugar a serlo, él quería serlo. Soñaba con ser un gran héroe cuando creciera y salvaría a todos con una gran sonrisa, igual al héroe que tanto admiraba. En ese mundo lleno de dones, la profesión deseada por todos era realidad. En ese mundo lleno de dones, él podría ser un héroe, cuando tuviera su don, cuando lo tuviera los salvaría a todos; cuando lo tuviera cumpliría su sueño. No había nada en su camino que lo frenará, ni siquiera las burlas de su mejor amigo. Él se aferraría a ese sueño.