TODO CAMBIO.

Todo cambio 13

Gabriela miraba a Sara atónita y avergonzada, notaba en la cara de la joven que había oído algo, no sabía cuánto pero estaba casi segura que lo suficiente, su cara lo denotaba

Cerró la puerta llevando a la joven del lado de afuera

-Siento si escuchaste a mi hijo, no te enojes con él, no sabe lo que dice se ceba cuando está molesto y puede ser realmente frustrante -le puso una mano sobre el hombro, la castaña le sonrió 

-No se preocupe señora, yo entiendo todo, ¿puedo pedirle un favor? -la interrogó, Gabriela levantó una ceja confundida y asintió -me gustaría hablar un momento con él -La mayor se sorprendió

-No creo que sea un buen momento, Franco cuando está molesto suele ser grosero -Sara rió

-No se preocupe señora.. 

-Llameme Grabriela por favor -la interrumpió 

-Gabriela solo un momento, va a estar todo bien, se lo prometo -la mujer pensó un momento y asintió con poca seguridad.

Después de informarle a la joven que iría a la cafetería un rato Sara ingresó en la habitación encontrando al rubio recostado y mirándola con mala cara

-Hola -saludo tímida la castaña

-No te gastes en ser simpática, ya se tus intenciones -dijo grosero 

Sara levantó las cejas sorprendida, el muchacho nunca fue tan cortante con ella, de igual modo no se iba a dejar intimidar

-¿A si? -se acercó lentamente parándose al lado de la cama y mirándolo fijo

-No intentes persuadirme porque no conseguirás nada -se cruzó de brazos mirándola con obstinación, a Sara le pareció gracioso, parecía un niño pequeño caprichoso, no iba a reírse aunque lo deseara más que nada.

Se notaba que siempre había hecho lo que quiso, lo que se le antojaba, un niño rico y caprichoso

-No pensaba hacerlo tampoco -Franco la miró sorprendido

-¿Entonces qué haces aquí? -con sarcasmo

-La realidad es que yo tampoco deseo esto, asique me hace un gran favor al negarse

Franco abrió la boca sorprendido y volvió a cerrarla, no pensaba dejar al descubierto su sorpresa

-No entiendo entonces porque lo acepto -Sara sonrió 

-Usted debería haber visto la cara de desesperación de su madre y no acepte, esto era una decisión de usted -fue un golpe bajo, había tres personas que Franco no toleraba que sufrieran y por las que daría su vida si fuese necesario

-Mi madre piensa que soy un inútil, un estúpido paralítico que no sirve para nada, que no voy a poder hacer nada solo -la miró frustrado

La castaña notaba el dolor en esos ojos azules, un hombre que siempre hizo lo que quiso y ahora no puede valerse por sí mismo debe ser duro 

-Dudo que su madre lo vea así joven, yo veo el dolor de ella, y el de usted también -desvió sus ojos avergonzada -ella solo desea su bien

-Yo no necesito que me cuiden, no soy un niño pequeño -faltaba que hiciera puchero nada más, Sara rió para sus adentros

-Debería tener un poco de consideración con su mamá -Franco la fulminó con la mirada al instante

-¿Y usted qué sabe? -le espetó bruscamente -Ni que conociera algo de mi o de mi familia para opinar -Sara simplemente lo miraba, dejando que se desahogará -No sabe nada, no entiende nada, yo no voy a dejar que me traten como una persona con discapacidad, yo puedo valerme por sí solo, no quiero que nadie me ayude, ni mi familia, ni tu, ni nadie, yo puedo solo, siempre pude solo, quiero irme de aquí