8.- El viejo Asilo Arkham

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Con gran eco resonaban por toda la Baticueva, e incluso arriba en algunas partes de la mansión, los acelerados pasos de todos cargando toda clase de artilugios que les resultarán útiles en contra del Santuario Índigo y sus acolitos; mientras que Batman lanzaba una mochila llena de explosivos al interior del bati-tanque, Black Bat y Polka-Dot Man llevaban un enorme ariete con una placa metálica en forma de murciélago al frente, a su vez que Rick Flag y el Comisionado Jim Gordon cargaban armas de todo tipo en dos grandes mochilas que cargaría en sus espaldas. Cada paso dado por Thomas era un grito que se guardaba a sus adentros, el dolor era brutal, y haber tomado la mitad de aquel brebaje que Pamela le había dado no ayudaba, debió beberlo todo, pero su corazón se lo impidió, no siempre pensaba en alguien ajeno a él, pero cuando lo hacía se decía a sí mismo que era Batman quien actuaba; esta vez ambos, Thomas y Batman actuaban, pensando en ella y sus heridas.

«Cassandra»

—¡Black Bat!— llamó de un grito Batman, mientras se dirigía hacia el batimovil y entraba a la cabina del conductor; Black Bat temerosa se acercó —. No has sanado del todo tras pelear con la familia nuclear.

—Estaré bien Batman, yo...— pero una fria mirada de Thomas la mando a callar y asentir

«Es terca»

—Te traje esto, bebelo y sanaras tus heridas, créeme, vas a necesitarlo— confesó Batman, tras darle aquel brebaje a Black Bat y ver, con una alegría interna, el como se lo bebía hasta terminarlo, aunque mostrando gestos de desagrado

—No es delicioso lo se, pero Isley dijo que serviría— contestó Batman, tras verla limpiarse los labios con la manga de su traje —, te ayudará a sanar para lo que viene.

—B-Batman— llamó Polka-Dot Man, mientras se quitaba la máscara —. Se llevaron a Cleo, a Ratcatcher, Man-Bat y esos compasivos, se la llevaron junto a Elizabeth ¿Por que?

—¿Secuestraron a ambas?— pregunto con gran intriga Batman

«Eso es nuevo, hasta ahora mataban o controlaban, esas niñas deben ser importantes por alguna razón»

—Mataban a todo el que se les cruzaba, las calles eran un total caos, Thomas— explicó Rick, mientras observaba unas peculiares granadas de color blanco y con el emblema de Batman en ellas —¿Estas para que son?

—Explotarán y crearán espuma que se solidificara— explicó Batman, mientras trataba de unir los puntos

Pronto, haciendo uso del silencio colosal que reinaba en aquella mansión vacía en la superficie, y también a los incómodos segundos de silencio que se hicieron tras todos callar, pudieron oírlo. Las puertas de la casa siendo derribadas entre su estruendoso golpear contra el suelo. Pero no hubo sonido de pasos o de multitud, sólo un sepulcral silencio que no hizo más que erizarles la piel a todos los presentes, quienes sin duda alguna lo captaron, quien sea que hubiera entrado, no buscaba ser escuchado.

«Ruidos raros en casa tras tomar la decisión de ir. Vamos por buen camino»

—¿Man-Bat?— pregunto Polka-Dot Man, mientras miraba hacia todos lados —¿Pueden entrar por algún lugar? ¿Cueva? ¿Gruta?

—Todas selladas, solo pueden entrar por la cueva si los dejamos— explico Batman, mientras tomaba sus dos armas y apuntaba hacia arriba

«Pero no quiere entrar por aquí»

—Solo entrará por arriba— declaró Gordon, mientras cargaba su arma y apuntaba hacia las escaleras

«Carajo, Alfred»

—¡Alfred!— grito Batman, logrando hacer que todos dieran un pequeño brinco tras tal grito

—¿¡Thomas que estas...!?— pero interrumpiendo a Gordon, un fuerte ruido fue escuchado arriba, quizás una ventana o una vieja lámpara rompiéndose; la tensión se apoderó del ambiente con rapidez

DC: El horror que volvió índigo a GóticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora