Con el tío David

35 0 0
                                    

Mientras José iba alegremente a buscar unas cuantas cosas para montar en caballo y ayudar al abuelo con sus quehaceres encontró rebuscando en el baúl de la camioneta del abuelo al tío David.

-¡Tío David!-dijo José- aquí estoy, vine a ayudar.

Al escuchar la voz del muchacho el hombre se dio la vuelta y tan pronto vio al niño fue corriendo a abrazarlo.

-Pero si es mi sobrino José Alberto, ¿cómo estás?- dijo el tío David.

-Estoy bien gracias a Dios, vine a buscar unas cuantas cosas para el abuelo. Voy a montar a Loretta con él, y papá nos acompañara montando a Chente. ¿Te gustaría acompañarnos? Necesito ayuda para cargar estas cosas.-dijo José riendo.

-Será todo un placer- dijo el tío David.

En lo que seguían hablando llegaron el abuelo Jorge y Enrique.

-Hola David-dijo Enrique dandole la mano a su hermano- ¿ya te dije que José tendrá una hermanita? Ahora él será un hermano mayor y tu tendrás una sobrina.

-¡Qué bien! No había notado que Viviana tuviese la barriguita- dijo David entre risas- José tu no me dijiste eso.

-Pues ya lo sabes, seré un hermano mayor.- dijo José.

-¿Y qué esperamos?- dijo el abuelo- hay que montar a Loretta si queremos esos mangos, ¿no lo crees José?

-Vámonos- dijo José.

-Espérenme-dijo David- yo también quiero ir, José me dijo que fuera. Montaré a Chente.-

-Pero yo montaré a Chente- dijo Enrique furioso.

-Por eso- dijo David- quiero montarlo contigo hermano.

Enrique sonrió ante tal respuesta y su enojo desapareció, quedó conmovido. Esa fue una buena enseñanza para José de como debe llevarse con su hermana.

-Está bien, hermano- dijo Enrique.

Hermano, ángel guardián terrenalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora