Hermano, ángel guardián terrenal

Un tiempo de madre e hijo, con el abuelo Nicolás también

21 de septiembre del año 2000.

Hoy la mamá de José planeó un día completo con su hijo mientras Enrique trabaja en el hospital. Ella le prometió que lo llevaría al parque a jugar y luego iría a comer helado junto a él.

José se puso contento al saber lo que tenía planeado para hoy con su mamá; se vistió y se fue directo al parque, lo que no sabía es que alguien lo estaría esperando en el parque junto a los columpios.

-Mira-dijo José a su madre-es el abuelo Nicolás.-

-¡José!- dijo Nicolás- ¿cómo está mi pequeño soldado y su madre?-

José fue corriendo hacia donde estaba el abuelo y lo abrazó:

-Estoy muy bien y feliz porque jugaré contigo también.- dijo el nieto.

Detrás de José vino su madre quien, al igual que José, abrazó a Nicolás.

-Estoy bien, papá.-dijo Viviana- hoy tomaré el día completo con José y más tarde lo llevaré a comer helado. ¿Nos quieres acompañar?-

-Pues...-dijo Nicolás- no sé...

José miró a su abuelo con una cara irresistible:

-Está bien.-dijo Nicolás- ¿cómo decirle que no a esa carita tan bonita que tiene mi nieto?-

José estaba alegre, había convencido a su abuelo de jugar junto a él y su mamá.