Prefacio

233 41 37
                                    


En un mundo donde la mayoría de las personas sucumbían al abrazo reconfortante del sueño, había una excepción. Una mujer luchaba contra la marea de somnolencia que amenazaba con arrastrarla hacia la oscuridad de sus propios sueños. Era una batalla entre el agotamiento y la voluntad, una contienda que finalmente se inclinaba hacia el poder del cansancio.

La mujer cayo en un sueño profundo, su cuerpo exhausto por las tensiones del día a día y las noches de insomnio que la habían asaltado últimamente. Hubo un tiempo en el que el sueño era su refugio, un santuario para escapar de las preocupaciones del mundo. Pero ahora, incluso ese pequeño alivio le había sido arrebatado.

Lo que empezó como pequeñas molestias en forma de pesadillas, pronto se convirtió en algo mas oscuro y perturbador. Las pesadillas empezaron a materializarse en la vida real, causando estragos tanto en su propia existencia como en la de aquellos cercanos a ella.

No le importaba ser victima de sus propias pesadillas, pero ver como afectaban a las personas que amaba era algo que no podía soportar. Sin embargo, por más que luchaba, parecía incapaz de detener el flujo de terror que emanaba de sus sueños. 

Sombras del pasado, sueños del futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora