Capítulo 04 - Culpa

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La habitación está envuelta en una penumbra melancólica; las cortinas cerradas apenas dejan pasar la luz del amanecer. El aire es pesado, cargado de un silencio opresivo que solo se rompe con el sonido de mi corazón latiendo y mi pesado respirar. Sentada en la cama, siento el frío de la madrugada calándome hasta los huesos, reflejo de la helada tristeza que me invade.

—Tenemos que irnos ya. —insiste Ian, su voz cargada de urgencia.

—No quiero ir. —respondo con un nudo en mi garganta, luchando contra las lágrimas que amenazan con escaparse.

—Es mamá, Laia. —pronuncia esas palabras con suavidad, pero con una firmeza que no admite discusión.

—En serio que no quiero ir, por favor no me hagas ir —suplico aferrándome a las orillas de la cama como si fuera mi último refugio aun cuando este dejo de serlo hace mucho.

—¿La vas a dejar sola hoy? —pregunta con un tono irritado revelando la frustración que siente.

—Te lo ruego, Ian —implora, evitando mirarlo directamente mientras siento que la culpa pesa sobre mis hombros.

—Fuiste al entierro de la otra, pero ¿no quieres ir al de tu madre? ¿Es una broma? —exclama con su voz cargada de reproche.

—No estoy para bromas, lo digo muy en serio. —respondo con indignación, sintiendo un nudo en el estómago al recordar el doloroso funeral al que asistí apenas una semana atrás.

—Te vas a arrepentir de no haberte despedido —murmura Ian con tristeza, sus palabras resonando en la habitación como un eco de culpa y dolor.

Muerdo el labio inferior con fuerza, reprimiendo las lágrimas que amenazan con desbordarse. Me siento atrapada en un torbellino de emociones abrumadoras. Se que estoy siendo una cobarde, pero la idea de enfrentarme a la realidad de la pérdida de mi madre es demasiado dolorosa de soportar.

Es mi culpa y siento como su peso me aplastándola. Si tan solo hubiera sabido qué hacer. Si tan solo no me hubiera quedado dormida esa noche fatídica.

—Como quieras, será tu decisión —declara Ian con resignación antes de salir de la habitación, cerrando la puerta con un golpe sordo que resuena en el silencio cargado de la casa.

Hoy es la sepultura de mi madre.

Deja escapar un suspiro tembloroso, sintiendo un nudo en la garganta al recordar los dolorosos detalles del trágico suceso.

Mi madre iba de compras al mercado cuando la subieron a una camioneta y se la llevaron. Se iniciaron investigaciones hasta que dieron con su cuerpo. La imagen de mi madre, tan llena de vida y energía, siendo arrastrada hacia la oscuridad de lo desconocido, se ha grabado en mi mente como una pesadilla interminable.

Fue hallada a las afueras de la ciudad. Se encontraba adentro de una bolsa negra de basura con más de 72 horas de muerta

La autopsia revelo que la causa de la muerte fue de tipo violenta, fue golpeada varias veces en la cabeza lo cual la llevo a múltiples fracturas en el cráneo dando como resultado un shock hipovolémico y después de ello fue violada.

Le hicieron cosas tan crueles.

La noticia nos mató.

Me mato.

No podía creer lo que había sucedido.

Tenía a mi madre conmigo, pero nos la quitaron.

Me la arrebataron.

Nadie debería escuchar que su madre vivió esos momentos.

Nadie debería saber que su madre pasó los últimos minutos de su vida en manos de esa gente. Nadie debería saber que su madre fue víctima de ese tipo de violencia.

Sombras del pasado, sueños del futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora