☆ ᴏ ɴ ᴄ ᴇ ☆

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Thomas llegó a su casa en la mañana luego de que Tiago lo acompañara, y fue directo a acostarse. La resaca le estaba pegando un poco fuerte. Cuando se estaba quedando dormido, su celular vibró repetidas veces en la mesita de noche, así que de mala gana contestó. Y con más razón si era un número desconocido.

—Si diga? —respondió Tobar tratando de no insultar.

—Thomas, soy yo. Emilia.

—Emilia la del secundario? —preguntó Thomas asombrado, lo que hizo que se le quitara el sueño —. Ah wacha, si que me acuerdo de vos. Y qué onda, todo piola?

—Se podría decir que todo bien. Estoy soltera, me estoy dedicando a la música, estoy sacando adelante a mi familia, y esas cosas.

—Qué bueno, me alegro por vos. Yo estoy estudiando música también viste, siento que no se me da muy bien pero igual trato de dar lo mejor de mí.

—Bueno, te llamaba para preguntar si en estos días podemos salir a comer algo o a beber, no sé —propuso Emilia.

—Sí claro, me suena la idea —dijo Thomas.

—Bueno, guardá mi número y yo te escribo. Chau.

—Chau.

Ella colgó y Thomas se sintió en las nubes. Volver a hablar con ella era desatar un torbellino de emociones, y eso no le disgustaba en lo absoluto. Algo no le sonaba tan bien sobre esa situación, en especial si sabía que lo que tenía con Tiago era algo más que una amistad, pero sin llegar a ser una relación oficial. Pero en ese momento, Tiago estaba muy lejos de su mente y Emilia era lo único que la rondaba. Aún tenía una escasa imagen mental de ella, pero seguramente seguía siendo igual de linda y atractiva que antes. El sueño se había ido, ahora estaba enfocado en ella. Emilia, después de tanto tiempo, seguía rondando su mente y todavía causaba estragos en él. Apenas habían pasado dos años de que se habían graduado del colegio, y se sentía como si ayer hubiera sido. Thomas le escribió para que se vieran ese mismo día, y en un par de minutos, ella le dio una respuesta afirmativa.

"Pensé que te ibas a tardar más Thomi"

"No sé, tengo ganas de verte" , escribió Thomas, pero, realmente quería verla? Ya comenzaba a cuestionarse las cosas, pero para qué engañarse a sí mismo: tenía demasiadas ganas de verla, dos años después y los sentimiento al parecer se habían aplacado un poco, pero no lo suficiente como para ser olvidados.

"A las seis de la tarde te parece bien?" , tecleó Thomas.

"Por mí, perfecto. Nos vemos en la plaza de antes" "<3"

Por alguna extraña razón, sintió mariposas en su estómago. Lastimosamente, Tiago no era el único que las causaba. Se dedicó a descansar y a pensar en ella todo el día. Y cuando llegaron las cinco, se metió a bañar rápidamente. Bajo el chorro del agua, imaginó volver a besarla. Pero recordó a Tiago después de haber aceptado salir con ella. Maldición. Cerró la canilla del agua, y tomó la toalla y se la enredó alrededor de la cintura. Apoyó las manos en la pequeña pileta para lavarse las manos, y se miró al espejo. ¿Qué estupidez iba a hacer? Iba a verse con su ex, de hace tres años, pero de todas formas seguía siendo su ex. Tiago no tiene porqué enterarse, le susurró una voz en su cabeza. No debía ceder, pero respiró profundo y le hizo caso a esa maldita voz. Se iba a arrepentir.

—No somos nada, además, realmente no se va a dar cuenta de nada —dijo Tobar en voz alta, para convencerse de eso.

Thomas se vistió en silencio mientras pensaba. Se puso los zapatos, y miró al dibujo que Tiago le había dado y estaba pegado en la pared al lado de la ventana. Se estaba arrepintiendo de la decisión que había tomado. Y todo por sus impulsos. Tomó una campera y salió de su casa. Se subió a su skate y se fue lentamente hacia la plaza. El cielo estaba algo nublado, y Thomas rezaba mentalmente para que no fuera a llover, pues no quería prestarle la campera a Emilia; seguramente ella no había llevado, como de costumbre. También rezaba para que pasara algo y se cancelara el plan, pero cuando llegó al parque, ya era demasiado tarde para arrepentirse. Thomas ya no se podía echar para atrás, eran las 6:10, y él ya debía estar ahí. Maldijo en voz baja y se sentó al lado de ella en el banco.

ᴀʟɢᴏ ᴍÁꜱ; ᴛɪᴀɢꜱʜᴇʀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora