parтe тreѕ: nυevo ιnтereѕ

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Antes de todo el embrollo, Ophelia estaba en un aula vacía. Había llegado más temprano para evitarse encontrar al chico Hagrove y le haga una de sus constantes bromas.

Su cerebro estaba fundido, el pensamiento de que Max era su "hermana" la hacía pensar por un momento que ella era igual que él, pero podía ver en sus ojos azules que no eran para nada iguales aunque tengan un sentimiento compartido.

Salió a caminar un poco, pues faltaba tiempo extra para que alguien más llegara. Se suponía que para matar el tiempo caminó por los alrededores y al llegar a las orillas fué acorralada por el chico que le gustaba.

-Pequeña Henderson. Espero y tengas una buena excusa para dejarme varado en una fiesta e irte sin avisar -dijo y cuando se dió cuenta esta estaba como un tomate y con unos pensamientos indecorosos debido a la visualización de la película -¿Aún pensando en como te toqué? ¿Lo hago mejor que Hagrove? -preguntó y se acercó a su oído para susurrar -¿Quieres que escale más, pequeña Henderson? -dió un pequeño beso y la piernas de la chica flaquearon pero el Harrington la sostuvo con fuerza.

-¿Que necesitas, Harrington?.

-¿Así que ya no soy Steve? -preguntó -Ayer cuando te las estaba chupando no me decías así, ¿Tal vez necesito tocarte para que me llames por mi nombre? -metió su mano por abajo de la blusa y escaló hasta los pechos de esta quien dió un sonoro gemido haciendo que Steve riera -Dí mi nombre pequeña Henderson -ordenó y esta negó divirtiendo al chico que empezó a besar su cuello y se acomodó entre sus piernas para empezar a tocarla no solo abajo de la blusa sino también sus glúteos.

-Bien, Steve ¿Que se te ofrece? -llamó en un tono agitado que hizo sonreír al joven y la soltó de inmediato.

-Necesito que vuelvas a trabajar con nosotros. Papá está molesto, muy molesto, y necesita a su chica de la limpieza así que... Aquí me tienes -mencionó y vió como ella empezó a dudar y negar haciendo que se confundiera.

-Lo lamento, perdón pero no puedo volver. Ya no trabajaré con ustedes, tengo otro empleo -mintió lo último.

-¿Con quién? ¿Cuánto te pagan? Te pagaremos el doble.

-Steve. Lo siento, en serio pero, no puedo trabajar contigo.

-¿Es por mí?.

-¡No! Solo que, no pienso regresar.

-¿Que tal un día? Mi padre tiene negocios y necesita una limpieza extensa y no tiene confianza más que de tí ¿Comprendes? Vamos Lia, quién mejor que tú para calmar la furia del viejo -animó y puso cara de perro mojado.

-¿Cuándo tengo que ir? -preguntó acomodando su ropa.

-Tal vez quieras dividir el trabajo en estos tres días, digo. A menos que quieras pasar todo el viernes junto a mí -vaciló tomando un mechón de cabello.

-Bien, búscame a la salida. Veré si puedo ir.

-Bien, te espero luego. Pequeña Henderson -besó su mejilla y de despidió dejando a la chica como un tomate.

Al momento que ella avanzó hacia dentro de su institución. Harrington se dedicaba a ir a su casillero a buscar ropa deportiva para un entrenamiento matutino de basquetbol.

Billy, en unos minutos llegó hecho una furia mirando como una bestia salvaje a cualquiera que se le cruzara, incluso había hecho caer al estúpido de Zack.

Cuando Ellos No Están [Strangers I] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora