El corazón de Jisung comenzó a latir rápidamente. El escorpiano agarrándose firme a su torso y refugiándose en su figura, mientras recuesta su cabeza en su pecho. Se veía tan etéreo, tan perfecto que hasta daba envidia.
— Enserio tengo miedo.
— No lo tengas, estoy aquí para ti. Eso sí, tendrás que enseñarme a usar una cafetera. — comentó, logrando que una sonrisa adornara el rostro de Minho.
Sin embargo, los pensamientos de éste último aún no eran los mejores. El solo hecho de saber que tendría que volver a su "hogar", lugar en donde se encontraría el rostro del hombre que en estos momentos más lo estaba haciendo sufrir simplemente lo hacía sentirse peor.
— No quiero ir a mi apartamento.
— Entonces ven al mío.
Aquellas últimas palabras hicieron que Lee revelara su rostro nuevamente y mirara fijamente a los ojos del contrario. ¿Lo estaba invitando a su apartamento?
— Si no quieres no tienes porqué aceptar, entiendo que pueda ser un poco precipitado.
Y es que ahora los chicos ya se conocían desde hace poco más de 3 meses, por lo que la confianza de Minho en Jisung estaba más allá del cielo y las estrellas.
— Claro que quiero, Ji.
.
.
.— ¡No puede ser!
Gritó en frustración, mientras veía como su personaje en la pantalla de la televisión moría frente a sus ojos.
— Tranquilo Jisungie, es ficticio, no está muerto en realidad.
Comentó riendo Minho debido a la reacción de su chico al morir en su videojuego favorito. Sin embargo, aunque pareciera que Jisung se encontraba en un estado exaltado únicamente por su juego, era mayormente el hermoso apodo que el contrario le había atribuido el que había logrado ponerlo en tal estado.
— Ya son las 2 de la mañana y debemos trabajar, Jisung. Deberíamos dormir ya.
El nombrado solo asintió, tomando al chico de la mano y llevándolo hacia su habitación. Le dejó un pijama para que se cambiara y mientras esperaba se acurrucó entre sus finas y suaves sábanas de seda. Como si fuera algo de todo los días, Minho salió del baño ya vestido en su pijama y tomó lugar a un lado de Jisung, refugiándose en sus brazos.
— ¿Sabes? No creo haberme sentido tan cómodo ni comprendido con alguien como lo estoy contigo. — Las palabras salieron como caricias al corazón de Minho.
— Creo que soy yo el que debería decir eso. Simplemente gracias por todo.
Y aunque sus agradecimientos puedan sentirse algo repetitivos, para Minho su tiempo en vida no va a alcanzar para agradecerle por ser la persona que más lo está apoyando en ese momento tan difícil para él.
Sus miradas se cruzaron, sus respiraciones se unificaron y sus pensamientos, aún sin saberlo, se encontraban estancados en las mismas palabras y acciones a querer realizar.
— Te amo, enserio lo hago, Jisung.
Wow. ¿En serio lo había dicho? ¿O solamente lo había pensado? De una forma u otra la verdad era esa, él lo amaba, se amaban.
La sonrisa pintada en el rostro del chico ardilla es inefable, completamente indescriptible ya que ninguna palabra es lo suficientemente perfecta para hacer a cualquiera imaginar los sentimientos exactos que pasaban por su corazón. Quizás, el momento más esperado por los dos sin siquiera saberlo. Tal vez, la acción que comenzaría la unión total de sus vidas y el símbolo de amor que tanto necesitaban para estar seguros de que querían arriesgarlo todo por el otro.
Sus rostros a escasos centímetros uno del otro, sus labios ligeramente abiertos y una sonrisa en cada uno que expresaba amor sincero.
— Yo también lo hago y, sinceramente, tenía miedo que tú no. — Confesó.
— ¿Cómo no hacerlo? Agradezco tanto que la vida te haya puesto en mi camino que no me alcanzarán los años para demostrarle al destino, en caso de que éste exista, lo agradecido que estoy por los momentos que paso contigo.
Y así, sus sonrisas se unificaron y sus labios formaron el beso más amoroso y puro que cualquier ser humano podría ver jamás. Porque el amor que estaba surgiendo entre los dos ni siquiera podía generar envidia, tan solo felicidad y un sentimiento de plenitud; el mismo que ambos chicos sienten una vez se ven a lo lejos en cada día.
Con aquel beso que selló su amor ambos cayeron rendidos ante los brazos de Morfeo, con sus manos entrelazadas y el rostro del chico de cabello color azabache recostado en el pecho reconfortante de su, ahora, enamorado.
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A Love with Coffee Smell // Minsung
أدب الهواة"Quién diría que un simple olor me traería tantos lindos recuerdos..." . . . - "A Love With Coffee Smell (Un amor con aroma a Café)" Fanfic Minsung by Australia © @beautywon_ No resubir, copiar ni adaptar sin permiso previo de mi parte.