Última noche I

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ALERTA
Este capítulo abarca el tema del abuso y puede que otros temas delicados.

Nota: es la primera vez que escribo esto, lo hice también gracias a la ayuda de una amiga cercana, la razón por la que escribo esta parte, es porque en el capítulo anterior hice mención a lo que sucedió la última vez que se vieron, así que era necesario.









Cale realmente no sabe por qué se queda en esta casa, pero tampoco sabe a dónde podría ir, su familia está muerta, la tierra donde nació está destruida, está atado a este maldito lugar, este lugar donde murió la única pequeña luz que le importaba, su bebé.

Se culpa mucho a sí mismo, quizá si se hubiera cuidado mejor, quizá si no hubiera sobrepensado mucho las cosas, entonces no habría perdido a su bebé.

La noticia de la muerte de su familia y la destrucción de su territorio lo llevó a un estado de salud delicado, no tenía hambre, pero se obligaba a comer por su bebé, esa pequeña cosita que crecía dentro suyo era lo único que tendría, las pesadillas también atormentaron sus noches, así que no pudo dormir durante aquella semana.

El día que perdió a su bebé estaba muy asustado, recuerda sentir un dolor agudo en su vientre, se asustó mucho y trato de levantarse para pedir ayuda llamando a los sirvientes, pudo sentir como sus piernas fallaron y se desplomaron en el suelo, recuerda que su respiración se agitó y que la sangre comenzó a fluir, todo daba vueltas y cuando su consciencia se desvanecía, sintió que la vida que crecía en su interior se apagaba poco a poco.

Al despertar horas después, él ya sabía la respuesta, aún así pregunto al sanador que pasó con su embarazo, con la mínima esperanza de que todo estuviera bien, de que su bebé estaba aún creciendo sano y fuerte.

Sin embargo, el sanador lo miró tristemente y confirmó que había perdido al bebé.

Cale se desesperó en ese momento, lloró tanto, quizá lloró como nunca lo hizo en su vida.

El avisarle a Choi Han fue una mala decisión que tomó, sólo lo hizo sentir peor.

Desde ese instante su mundo se apagó.

¿Qué sentido tenía su vida? 

No tenía ninguno, ya no quería nada, realmente no le importaba morir, sabía que no podía matarse, porque hace tiempo le prometió a su madre que viviría una vida larga.

Su mundo se volvió insípido, prefería simplemente quedarse en cama y tratar de dormir, así lo hizo durante todos los días.

Con el tiempo las pesadillas se convirtieron en sueños vacíos, era el único consuelo que tenía, dormir fue su actividad preferida.

Cale recuerda, la primera vez que Choi Han irrumpió en su cuarto después de la muerte de su hijo, los ojos del alfa estaban completamente en caos, había tanta oscuridad en ellos que creyó que esa oscuridad lo tragaría.

No se equivocó del todo.

Fue lo mismo que ocurrió en su noche de bodas, excepto que Choi Han está vez no estaba ebrio de alcohol, parecía más estar ebrio de desesperación.

El dolor se presentó en su cuerpo recordándole la noche de bodas, sus muñecas estaban magulladas, sus piernas no respondían para patear al animal que se abalanzó sobre él.

Al igual que aquella vez, golpear, gritar o llorar no había sido suficiente para detenerlo, solo pudo aguantar todo hasta que terminó por desmayarse.

Esa situación se volvió a repetir en varias ocasiones, en realidad, todas las veces que su esposo regresaba.

Solo tienes que quedarte a mi lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora