Advertencia

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La forma en que Choi Han encontró información fue una en la que presionó a todo el personal dentro del castillo.

En cuanto Eric se desmayó, Choi Han hubiera preferido torturarlo para sacar información, pero no podía solo hacer eso, por mucho que le desagrade este conde, al menos, fue uno de los pocos nobles que cumplía su función y protegía a sus ciudadanos, no como el resto que se encargó de escapar de sus territorios dejando a su pueblo en la miseria.

Por eso hizo que Bernal reuniera a todo el personal.

Puede que el Conde tenga un gran sentido de la confianza o camaradería, pero el personal no era de la misma forma que su señor, ellos no se quedarían callados.

Y así fue, en cuanto Choi Han soltó su aura, los pocos sirvientes que sabían lo que quería oír comenzaron a cantar, de tantos sirvientes, fueron solo tres los que sabían acerca de un invitado y uno de esos tres sabía que se trataba de Cale.

Al parecer el Conde Eric había tratado de guardar muy bien la información.

La última vez que vio a Cale fue hace más de un mes y la última vez que recibió alguna noticia de Cale, fue hace una semana.

Por primera vez en una semana tenía algo de información, no precisa, pero ya podría guiarse a partir de lo que obtuvo.

Hasta donde sabía, Cale se quedó por pocos días en el condado Wheelsman, luego se fue, al parecer rumbo al territorio Henituse, el sirviente no lo sabía con exactitud, solo que lo vio partir hacia esa dirección, Choi Han tampoco se imaginaría que volviera al territorio Henituse sabiendo el estado deplorable en el que se encontraba esa tierra, pero tampoco era algo descartable y siendo la única información, entonces la tomaría.

Uno de los sirvientes se encargó de alistar alimentos para Cale por orden de Eric, al menos estaba tranquilo de que su omega se alimentaba bien, pero viajar hacia el territorio Henituse era como suicidio.

Si bien ese territorio fue abandonado y quedaban unas que otras personas, las cuales buscaban salir, los enemigos planeaban usar el territorio Henituse como una de sus bases, por supuesto que Cale no sabría eso, él no salió del castillo desde hace bastante tiempo.

Ahora mismo su cabeza atravesaba millones de episodios desagradables en los que Cale salía herido o peor, muerto.

Todo podría pasar, al estar en guerra no se sabía cuándo y dónde comenzaría una batalla con exactitud, ni cuando esos malditos monstruos atacarán por los cielos o si el mar volvería a ser su objetivo.

No, es por eso que nada es predecible.

Choi Han necesitaba llegar lo más rápido al territorio Henituse, lo primero que revisaría sería el castillo hecho trizas, de ahí mandaría a su personal a buscar alrededor del territorio también.

Debía apresurarse.






















No hay nada, no encontró nada, la tierra sigue igual de muerta, en parte lo alivia no encontrar el cadáver de Cale entre escombros como su mente lo aterró durante todo el camino.

Los soldados que envió a registrar los pueblos alrededor tampoco encontraron nada, o Cale sabía esconderse muy bien o realmente no se encontraba ahí, pero sus hombres no eran incompetentes como para no notar a un omega frágil.

Actualmente ni siquiera el castillo Henituse tenía alguna pista, inclusive fue a la tumba de la madre de Cale, lo único extraño que encontró fue ese árbol, que contenía hojas del mismo color que el cabello de Cale, no sabe si lo más sorprendente es que siga vivo a pesar de no recibir cuidados o que justamente este a lado de la tumba de la madre se su omega.

Solo tienes que quedarte a mi lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora