Narrador Primera Persona
Hace rato que estábamos todos levantados, en la cocina en silencio mientras algunos comían, nadie quería volver y que algo pasara pero todos sabíamos que esto tenía que acabar.
― Antes de irnos...―me atreví a romper el silencio― ¿Quieren saber que paso esa noche? ―lo único que recibí como respuesta fue la mirada de todos―
Solté un suspiro, aunque no estuviera orgullosa de lo que hice debía asumir que era lo que había hecho.
• • •
Había pasado unas horas desde que llegué al culto, escuchaba hablar a los demás mientras yo miraba el piso, ese demonio...mi padre?...me había dicho que Sal debía morir y que mi misión...era matarlo para así mostrar mi absoluta lealtad era obvio que no podía hacerlo así estaba pensando un plan.
― Su excelencia ―el padre de Travis se había acercado con el detrás, no quería ver a ninguno pero para salvar a Sal debía seguirles el juego―
― Dígame ―puse cara seria y acomode mi ropa, ya me habían dado la del culto―
― Hoy, a las 12 empezará el ritual, prefiere quedarse aquí?
― Mmm, claro, iré a ver el lugar y asegurar que las cosas estén en su lugar ―me fui pasando la reja, no me perdí de suerte pero llegue donde estaban todos los huesos, también había celdas, no me di cuenta de eso―
Me acerque a una, era la más vieja y descuidada estaba manchada con sangre y tenía muchos dibujos en la pared...De repente mi vista se puso blanca, estaba en un lugar completamente blanco y adelante de mi había dos hombres y una mujer, sus rostros parecían distorsionados.
― __________, no le creas ―la primera en hablar fue la mujer―
― El no es el dueño de tu destino, sálvate y a Sal
―¿Quienes son?...―me acerque de apoco, cada vez me costaba más y mi vista era mas borrosa―
Antes de volver a las celdas pude ver sus rostros...mamá...papá...Jim...
Volví al lugar de las celdas más decidida que nunca, debía parar a este culto y salvar a todos. ¿Qué haría?...cuando pensaba mis posibilidades el collar que mi madre me había dado empezó a brillar, creo saber que hacer. Me senté adentro de la celda y deje el collar en el medio cerré los ojos y...
― Eres lista mi niña ―levanté mi mirada, ahí estaban, mi madre y mi padre―
― Ayúdenme por favor, quiero salvar a todos pero ya no se que hacer ―desvié la mirada, ya no sabía que más hacer―
― ¿Sabes por que esos fantasmas no se pueden ir? Por mi, cuando nos mataron, antes nos trajeron aquí intentaron que el demonio de ojos rojos entrará en mi de nuevo pero no lo lograron parece que en un movimiento de autodefensa termine convirtiéndome en otra cosa ―a que iba mi padre? no lo sabía― podemos ayudarte, tu solo tienes que retener a los ocultistas y frenar un poco el culto, haremos que el edificio de queme, tu solo haz eso si?
Asentí y desaparecieron, me quede en la zona de celdas hasta que sea la hora, cuando ya tenía que ir me acerque a todos, vi como la estrella del piso ya no estaba dejando solo un gran agujero, solo velas prendidas y todos con libros en las manos.
― Bien su excelencia sabe que hacer...
― Antes, me gustaría que cerrarán todo, no queremos interrupciones ¿no? ―y que ninguno se escape―
Me hicieron caso pero antes de que lo hicieran me acerque a Travis.
― Travis...pararé esto, tal vez muera en el intento, pero por favor sal de aquí.
El me miró confundido pero me hizo caso, sigilosamente se fue y después cerraron todo, Gracias Travis.
Empezó el ritual, todos estaban alrededor del agujero recitando las palabras, yo tenía que ser la que se tirara para aceptar al demonio de ojos rojos, mientras ellos hacían eso yo sigilosamente me acerque a una de las espadas que había. Apuñale al padre de Travis y lo tire intentaron detenerme pero empezó el fuego todos se volvieron locos.
Aparecieron los fantasmas de muchísima gente, mi padre y madre abrieron la compuerta para que yo salga pero negué, me quede ahí esperando, mientras todos los fantasmas de gente que había sufrido tanto por estas personas empezaron a retener al demonio de ojos rojos que salió del agujero.
Cuando el fuego llegó a cierto punto y vi como el demonio de ojos rojos ya no podía con ellos, me dispuse a salir, ahí aparecieron.
Mis amigos con Travis detrás.
―¿Qué hacen aquí? ―eso si no me lo esperaba― El fuego estaba subiendo! váyanse.
― No pensamos dejarte aquí ________! ―Ashley estaba entre lagrimas, Sal ni siquiera me hablo y me agarró de la mano, empezamos a correr por las escaleras huyendo de todo―
El nos perseguía, estaba peleando con los fantasmas pero parecía que atraparnos era más importante, cuando llegamos a la salida el fuego y el demonio nos perseguía...y los empuje afuera, el demonio me alcanzó y todo se puso negro.
• • •
― Había llegado la policía y como varios de los cuerpos estaban acuchillados y yo era la única cerca de la entrada me tomaron como asesina
― Ay dios ______ ―Ashley se acercó a abrazarme, después se sumaron todos―
― Me asfixian ayuda!...―todos me soltaron―
― Hey, me parece que hay algo que terminar no?
Sally tenía razón.
Después de unos minutos llegamos a los apartamentos hechos ruinas, fuimos al sótano y ahí estaba todos los cuerpos.
― Destruyan todos los collares y los libros que queden tirenlos al agujero.
Todos empezamos a hacer eso y cuando terminamos todos rodeamos el agujero, tire un mechero y salió una llama verde creo que todos pudimos escuchar los gritos ensordecedores así que todos nos tapamos los oídos.
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Narrador Omnipresente.
Y así termina esta historia, trágica pero con un buen final, ¿Qué paso con cada uno? bueno siguen siendo amigos y viviendo juntos, Sal y ________ esperan para casarse, Ashley y Larry siguen siendo los solteros del grupo y Todd y Neil son felices.
Esto fue un Final Feliz
//les agradezco a todos por leer este fanfic, lamentablemente no hay parte dos pero seguiré escribiendo sobre otras cosas así que si les gusta mi contenido son invitados a esperar mi siguiente historia//
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la vecina del 404 //Sal Fisher x tu//
Fanfiction―No puedes pelear contra tu destino, menos el destino que te dio el. ―No estoy peleando contra el, estoy peleando por mis amigos. ••• ―POR QUE?!...por que lo hiciste?...por que me dejaste?. ―No te deje, no podría dejarte nunca, te lo prometí...como...