~Deseo insaciable~

Cap 3 Verdad

"¿¡¿QUIEN DIABLOS ERES TÚ?!?"

"Soy el Jefe del CP9. Baja el tono, incluso si gritas, tus amigos no escucharán nada".

Nico Robin observó al hombre cuervo que suavemente la empujaba a ella ya Franky por unas escaleras. Habían estado caminando durante algún tiempo, dejando atrás los sonidos de peleas y paredes derrumbándose. Estaba un poco perpleja... Y no era mucho, considerando que todavía estaba un poco sorprendida por cómo se estaban desarrollando las cosas. Incluso podría sentirse irracional, por lo que su juicio podría estar un poco fuera de lugar. Trató de concentrarse y alejar su conmoción y sus miedos.

"¡¿Y POR QUÉ DEBERÍA HACER LO QUE DICES?!"

El hombre suspiró, empujándolos más allá de una puerta y cerrándola. "Porque no quiero que te hieras la garganta. ¿Quieres gritar mientras escupes sangre? Observó a Franky con una ceja arqueada. "No hagas cosas imprudentes y guarda tu fuerza para más tarde. Puede que lo necesites.

... Qué cosa más extraña de decir. "Hablas como si esperaras que vinieran nuestros amigos".

El cuervo la miró una vez y Robin sintió... que ningún escalofrío le recorría la espalda. "Mis hombres no podrán retenerlos por mucho tiempo, lo puedo asegurar". Cerró otra puerta y caminó detrás de los dos, deseando que se movieran con solo una mirada. "Y, si te lo estás preguntando, decírtelo no te ayudará a liberarte".

"¿¡¿AH, DE VERDAD?!?"

Franky se giró de repente, Nico Robin no fue lo suficientemente rápido para detenerlo. El hombre robot cayó de rodillas, junto con la mujer, derrotados por una ola de algo fuerte . No podía respirar.

"Sí, en serio." Inmediatamente después de escuchar esas palabras pronunciadas lentamente, la densa atmósfera se levantó y ambos llenaron sus pulmones con el oxígeno fresco que necesitaban. "Sugiero, por su propia seguridad, que no vuelva a intentarlo". Robin se levantó, aunque no quisiera, y miró al Jefe del CP9. "No tenemos tiempo que perder." Franky también se levantó y ambos comenzaron a caminar de nuevo en un silencio religioso.

El arqueólogo entonces supo que algo andaba muy mal. Por lo general, sentía ese miedo familiar cuando se enfrentaba a ese tipo de oficial... Pero, frente a este... No lo sentía. No lo era... No parecía tan cruel como lo había mostrado en el balcón, o como cuando la había agarrado del cuello en el tren para defenderse de Sanji y Usopp. E, incluso entonces, su agarre no había dolido, ni magullado. Spandam había sido mucho peor contra ella, pero él ya no era el que estaba a cargo y parecía que no lo sería por mucho tiempo.

Respiró hondo, aún caminando, antes de mirar al cuervo, que ni siquiera le dedicó una mirada. "¿Cómo te convertiste en el Jefe?"

Eso le valió una mirada rápida que carecía de cualquier tipo de emoción. "A través del derramamiento de sangre, por supuesto".

De alguna manera, esas palabras no se sentían ciertas.

"Mierda." Parpadeó hacia Franky. "Es obvio que eres el menos parecido a esos perros".

Sorprendentemente, el hombre se rió entre dientes. "Porque son mis perros. No deberías caer en mi ilusión de bondad tan rápido, Cutty Flam. Y tú tampoco, Nico Robin. Solo necesito que estés tranquilo y te comportes para sacarles información a ambos.

Robin tampoco creyó esas palabras.

Marco tomó el sombrero de paja y miró a su alrededor una vez más antes de salir. Ace estaba apoyado en la pared, con los brazos cruzados sobre su pecho desnudo, y era obvio que estaba un poco aburrido. El fénix agradeció el hecho de que había cumplido con su pedido y se lo comunicó con una sonrisa.