~Deseo insaciable~

Cap 5 Tan terco...

Suspirando en silencio, Luffy se dejó caer en su cama y relajó cada miembro de su cuerpo.

Se sentía cansado. Física, emocional, psicológicamente... Realmente necesitaba unas vacaciones. Lo mejor que se permitió fue obtener una semana de permiso, gracias a la mierda que había llovido sobre Enies Lobby.

¡Oye, no fue su culpa! No se le permitió pelear, afortunadamente , por los piratas y sus hermanos, por lo que no pudo haber hecho nada para evitar que los prisioneros escaparan. El Gobierno Mundial había sido muy amable al no solo permitirle tomar la licencia, sino también al permitirle pasar la semana en su isla personal, pacífica y desconocida para sus subordinados.

Luffy estaba actualmente en su pequeño dormitorio, nada demasiado... excéntrico. Su casa estaba construida en una playa, escondida por árboles altos y frondosos, a un paso del mar y la arena dorada...hermosa. Estaba hecho de madera, fusionándose con troncos en sus esquinas y paredes. Baño, cocina, salón con un montón de libros listos para leer... Su paraíso personal.

... Bueno, cuando podía ir allí a olvidarse de todo y de cualquier cosa...

Como lo que había sucedido recientemente.

El cuervo rodó a su izquierda, con los ojos cerrados y la respiración constante. No había planeado que las cosas salieran así... Cada pequeña cosa había llevado a...

En primer lugar, había invitado a un pirata, y no a un sin nombre, sino al primer oficial de Barbablanca, a pasar una... Oh, tan agradable noche en las sábanas. Absolutamente loco, completamente evitable e indescriptiblemente peligroso. No había razones para hacerlo, ni siquiera había conocido al hombre en persona, aparte de saber de él por los informes, la información semanal habitual... Tinta sobre papel, nada más. El trato real, sin embargo...

Marco tenía... Él era... Había sido...

Luffy se cubrió la cara, tratando metafóricamente de no enfrentar lo que había hecho... Lo que había sentido ... Lo que un pirata le había hecho sentir...

Respiró hondo y sus manos se deslizaron sobre el colchón.

Había provocado a Marco, limpia y sencillamente. Una pista disimulada entre líneas, ni demasiado oculta ni demasiado clara. Tal vez ni siquiera el mejor. Pero Marco había mordido el anzuelo, sin dudar si tenía algún veneno... Y eso había hablado de deseo, algo que Luffy había encontrado renovado en sí mismo cuando habían llegado a la habitación.

Un primer round lleno de pasión, prisa, emoción... Tampoco había decaído en un día entero, en los dos hombres. Se habían detenido, entre uno y otro, para respirar, para hablar de nada importante, para reírse o relajarse... Le había parecido un verdadero escape de la realidad, no como el que él quería para la semana siguiente, sino como... Con un verdadero amante...

Era un pensamiento nuevo para él. A decir verdad, nunca se había demorado en tal cosa. Había tenido sus experiencias tanto con hombres como con mujeres, pero sin ningún tipo de... 'Sentimientos' no era la palabra adecuada... Probablemente porque Luffy no había permitido que esos jugaran un papel. Pasar la noche, o un día..., con un extraño era una cosa, cultivar algo para él era otra cosa completamente distinta. Era más que peligroso... y había sucedido.

Luffy rodó de nuevo, con la cara enterrada en la suave almohada. Los botones de la chaqueta se soltaron por el movimiento y suspiró ante la sensación de libertad...

Libertad... Una opción ajena para él. Se había vuelto así justo después de firmar ese papel... Ese documento que había revelado a sus hermanos el trato con el Gobierno Mundial. El aliento de Luffy picaba ante los recuerdos que inundaban su mente.