LA MANSIÓN DE LOS JEON - KV +18

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Música a todo volumen, gente cantando y gritando a coro en el gran salón de la mansión Jeon, Jungkook bailaba en medio de toda la gente frotándose entre culos de desconocidos al azar y tomando de la cintura a chicas que estaban por su lado.

Jungkook no había tomado tanto pues prefería mantener el control y ser consciente para más adelante enrollarse con alguien, o quizás más de uno, eso lo decidiría la noche, por el momento había encendido sus cigarrillos y disfrutaba de estar rodeado de chicas con buenas tetas y culos, todo para él que las tocaba de vez en cuando en medio de las persona que seguían bailando al rito de la música.

A los alrededores del salón habían sillones donde gente como Yoongi, que no era tanto de acción y baile, se quedaba a fumar y hablar entre ellos.

A Jungkook le parecía aburrido ello, si tienes música, alcohol y ricos traseros en el centro de la fiesta, ¿Por qué no aprovecharlos y disfrutar un rato? La vida era una, pensaba.

Mientras tanto, Taehyung estaba con una bandeja en mano y era el que ofrecía bocaditos, algunos hechos por él, a los invitados de la fiesta, pero la mayoría eran rechazados, pues los casi todos prefería las botellas en la mano y cigarrillos electrónicos como único "alimento" y diversión.

A Tae no le gustaba ello, el olor que producían algunos "cigarros" eran muy fuertes, veía a gente emborracharse como si no hubiera un mañana y otros comiéndose en las esquinas del salón.

El olor a marihuana y otras drogas junto al alcohol y sudor de la gente fueron suficientes para que Tae dejara su bandeja a un lado y saliera al balcón de la terraza de al lado, necesitaba tomar aire y esa era su única salida.

Yoongi con una lata en la mano y un cigarrilo en la otra vio cómo un chico de ropa que parecía trabajar allí salía y lo siguió, nunca lo había visto allí.

Fue por el balcón donde encontró al chico tomando aire y otros tipos besándose y usando vapes.

—Hola, ¿Qué tal? —dijo Yoongi, tratando de sonreír para que no sea tan incómodo. Taehyung al ver que se trataba de él al que hablaban sonrió tímido y dijo:

—Hola

—¿Trabajas aquí? —preguntó, botando el humo de su cigarro hacia un lado y mirando a Tae.

—S-sí, soy el nuevo empleado del señor Jeon y el joven Jungkook, Kim Taehyung, un gusto.

—El gusto es mío Taehyung, soy Yoongi, amigo de Jungkook —dijo con una sonrisa amable— pero no pienses mal, soy todo lo contrario que verás de Jeon, no soy extrovertido y fiestero como él, creo que prefiero ser más reservado en cuanto a mi vida social y no salir tanto de mi casa.

—Entiendo, supongo que es bueno, el joven Jeon es algo extraño, tiene cambios radicales de humor.

—Así es él, pero lo conozco, y se que en realidad lo que le falta es amor de verdad, nunca ha recibido ello y se cierra a todo contacto que tenga que ver con él y termina sin querer hiriendo a personas cercanas a él.

—Jungkook se comportó así conmigo, pensé que sería dulce y amable conmigo pero es distante y frío ahora.

—Ya veo, de él no esperes cariños ni nada parecido, mantente firme y no dejes que te trate mal, es un buen amigo y no hace las cosas con mala intención pero a veces puede ser un imbécil tratando a gente que cree de nivel inferior a él. En fin, ¿Qué fue lo que pasó para que cambiara de humor?

Tae dudó en contarle pero empezaba a confiar en ese chico:— Jungkook me llevó a la cama e hicimos algunas cosas— Yoongi no se sorprendió mucho al oír aquello pues sabía que aunque su amigo no le admitiera no solo se fijaba en culos de chicas, más de una vez lo había visto agarrado la cintura de algunos chicos con rasgos femeninos y también había visto la manera descarada en la que frotaba su entrepierna en ellos.