Segundo Año

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No sé porque escribo estas cosas en año nuevo, quizás para recordar lo mas destacable del año, o quien sabe, a veces ni yo me entiendo.

Bueno, en primer lugar mis padres aún no regresan.

Mamá me hizo una video llamada para mi cumpleaños, dijo que me había enviado un regalo por correo hace unas semanas y que debía llegar pronto, también dijo que me extrañaba mucho y que regresaría para fin de año, lo cual nuevamente fue una vil mentira.

Lo bueno de esa llamada, además de poder verla otra vez, fue que pude presentarle a Cristina.

Mamá y ella hablaron bastante, Angelo, o mejor dicho mi padre, apareció casi al final y también la conoció, habló más con ella que conmigo, lo cual no me sorprende.

EL regalo que comentó mamá fue un paquete lleno de ropa bastante costosa, algunas eran más elegantes y otras un poco más casuales, estaba bastante bien surtido.

Cristina me dijo que le gustó conocer a sus suegros, y que había obtenido el físico de mi madre y algo del carácter de mi padre.

Me alago lo primero y me ofendió muchísimo lo segundo.

Cuando estábamos hablando de nuestros padres, invité a los suyos a cenar a mi casa, obviamente Cristina dijo que si inmediatamente y me ayudó con todo.

Recuerdo que me hicieron bastantes preguntas sobre mis padres, era algo incómodo pero las respondí con sinceridad, que ya llevaba más de un año solo, que me mantenía con lo que mi padre me depositaba, y que a veces llamaban para saber si seguía vivo.

No se si los padres de Cristina se compadecieron de mi o que, pero al mes siguiente me regalaron un montón de muebles, además de una televisión y la chimenea. La cual adore pues esa casa era más fría que la Antártica.

Aún no termino de agradecerles todo eso, espero algún día poder recompensarlos, aunque ellos dijeron que mientras hiciera feliz a Cristina se daban por pagados.

A mitad de semestre nos enteramos que un chico del colegio había perdido a sus padres en un accidente de auto, el colegio decidió mantener en anonimato al chico, por respeto, aunque por los pasillos se comentaban ciertos nombres, incluido el mio algunas veces.

Me hubiese gustado conocer al chico, creo que, aunque los míos sigan vivos, soy uno de los pocos que podría entender lo que es vivir sin tus padres, algo que para algunos puede ser un sueño, para otros puede ser una verdadera pesadilla.

Lo mejor lejos fue el baile de invierno, Cristina y yo fuimos a juego, ella con un vestido antiguo color esmeralda, y yo con un traje también algo antiguo de un color parecido.

Aunque yo detesto bailar, este año tuve muchas ganas de hacerlo, y Cristina también, por lo que nos pasamos bailando toda la noche.

Gracias a eso, nos coronaron como los reyes del baile, Dios darle un beso frente a todos se sintió tan bien y tan vergonzoso al mismo tiempo.

Nos sacamos una foto con nuestras coronas, me gustó tanto que la enmarque, y la tengo colgada en mi habitación.

Luego del baile de invierno y de pasar las vacaciones de invierno junto a mi novia y su familia, comenzamos el segundo semestre, y ahí las cosas comenzaron a ponerse.... Extrañas.

Para empezar llegue tarde a mi primera clase por andar besuqueandome con Cristina, me había acostumbrado a su compañía constante esas semanas, así que detestaba cuando me separaba de ella.

Aunque no sé qué tan buena idea fue darnos tantos besos esa vez, pues nos habíamos perforado en las vacaciones, y se me ocurrió ponerme un pircing en el labio inferior, por lo que cada vez que nos besabamos, yo sufría más de lo que disfrutaba, pero bue...

Como llegué tarde a Lenguas, tuve que sentarme en el único puesto vacío, al fondo de la sala.

Apenas me senté, pude sentir un par de ojos mirándome fijamente.

Algo incómodo al sentir que me miraban, decidí voltear a ver a mi compañero de puesto, un muchacho de cabello largo y tez blanca, algo así como una Cristina versión hombre ¿se llamará Cristian? Ese si era un plot twist interesante.

Me fije que también estaba usando un gorro de lana, muy parecido al mío, por lo que le dije que me gustaba su gorro.

No sé qué le paso al chico, pero sus ojos brillaron, y con una gran sonrisa me dio las gracias..

Yo me puse algo incómodo, así que solo le correspondí la sonrisa y comencé a prestar atención.

Su presencia y constantes miradas se mantuvieron durante todo el semestre, en algún momento pensé en encararlo, pero Cristina dijo que no montará un drama por algo tan pequeño, y que quizás me miraba porque le gustaba mi look, lo cual encontré que era una opción bastante posible y válida.

En algún punto del segundo semestre Alex me comentó que estaba saliendo con alguien, y lo describió así "una persona que hace que mi corazón arda, y mi cuerpo quiera bailar eternamente junto a él"

Admito que me sorprendió un poco saber que Alex es gay, pero bueno, yo me alegré bastante por él, pues sus ojos brillaban mucho cuando hablaba de su chico especial.

EL resto del semestre pasó con casi normalidad, desde que comencé a salir con Cristina las burlas bajaron considerablemente, lo cual me aliviaba un poco.

Cuando alguien me molestaba, por alguna razón siempre era sorprendido por el entrenador, el cual tenía una charla bastante seria con esas personas, y mágicamente dejaban de molestarme.

Un día hable con el entrenador, pues no lograba entender porque siempre me defendia.

EL dijo que no soportaba ver como algunos chicos se creían superiores a otros solo porque los otros son diferentes a ellos.

También me dijo que sabía mi historial, tanto escolar como familiar, y que si necesitaba cualquier cosa podía contar con su ayuda, tanto dentro como fuera del colegio.

La verdad necesitaba escuchar eso de algún adulto, pues no quería seguir abusando de la ayuda que me daban los padres de Cristina, por lo que cuando tenía un problema, decidía acudir al entrenador.

No se en que segundo se convirtió en una figura paterna para mi, me daba consejos constantemente, me ayudó a formar mi carácter, y me enseñó bastantes cosas, entre ellas la de siempre tratar de ayudar a los demás, en especial si veo que la persona está en peligro o vulnerable.

Y fue justo ese último consejo el que me ayudó a conocer a la que actualmente es mi mejor amiga.

Es una historia bastante larga para escribirla en un resumen de mi año, pero sólo puedo decir que el destino me envió a ella, para salvarla, y de cierta forma para que ella me salvará a mi también.

Lo que sí, a Cristina no le cayó muy bien la noticia de que la deje plantada por otra chica, pero creo que comprendió mis motivos urgentes.

Me gustaría que se conocieran mejor, después de todo son mis 2 chicas favoritas en este colegio.

Y bueno, nuevamente me encuentro celebrando este nuevo año junto a mi novia, a la cual amo con toda mi alma.

Así que comenzamos este año, con un grandioso beso, mirando los fuegos artificiales iluminar el cielo.

Solo espero que todo salga bien esta vez.

Mi Cabeza Es Un DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora