MI TORMENTO
No era él, es obvio que no sería él, pero escuché su voz, era la voz de José, no pude haberla confundido, creo que estoy alucinando, como podría pensar en él después de que me dejase completamente sin importarle. Sacudí mis pensamientos y me concedí dirigirle una sonrisa a Chris.
- Hola Chris, ¿en camino al aula? – le pregunto con la esperanza que tenga bastante que decir, no me gusta estar pensando en José, me pongo en modo melancólica.
- Sí Mae, vayamos juntos ¿te parece?
- Hmmph – Nos dirigimos a nuestra última clase del día de hoy, aún no ha entrado Ángel, tenía la esperanza de verlo sentado en su asiento a mi lado, es raro pensar que me hace sentir bien viendo lo cabrón que es.
Chris tomó su asiento a lado mío y comenzó a contarme sobre su vida en la preparatoria, no le estaba prestando atención, no porque fuese aburrida, sino porque tenía unos ojos verdes miel mirándome, no podía apartar la mirada, aunque quisiera, y la verdad es que no quería, veía mucho y nada en sus ojos, aún a la distancia de dos escritorios, podía ver que en su mirada se encontraba como un torbellino. Por momentos juntaba las cejas y después las ponía firmes o simplemente no tenía ninguna expresión, pero su mirada no se movía de la mía, no sé cuánto tiempo estuvimos así, mirándonos tan fijamente, miradas ardientes diría Elayne, pero fue el tiempo suficiente para que dejara de pensar en José, y no fue gracias a la abrumadora plática que tenía con Chris, si no a esa mirada, que extrañamente me hizo sentir en paz, a gusto, quitándome un peso de encima.
El profesor entró y él se giró de su asiento para mirar al pizarrón, sentí un vacío en ése momento, como si me faltara algo, yo estaba maldita, tenía que ver hacia el pizarrón donde se encontraba el profesor, pero mi mirada se dirigía hacia donde estaba él dándome la espalda, deseosa de que girara y volviera a conectarme con esos ojos verdes que me transportan al olvido.
Terminó la clase, mi segundo día de clases completo, me despedí de Chris, antes de que pudiera decir algo, y salí, con dirección hacia el estacionamiento para encontrarme con Elayne.
Sentí unas manos tomándome por los hombros y haciendo 'Shhhh' en mi oído, logrando que corriera una electricidad por mi piel, se siente tan cálida su piel en la mía, no tenía que girar para saber quién era, pero aun así gire, y estúpidamente sonreí.
- No sabía que te alegraría verme tanto – inmediatamente ésa sonrisa se esfumó, recordé lo cabrón que es, y yo no tengo planes para ser una chica que ocupa un número más en su larga lista.
- ¿Qué quieres Ángel? – le dije mientras caminábamos hacia el estacionamiento
- Así que no lo niegas. Bien. – Lo miré atónita, no sé me ocurrió negarlo, que tonta. – Entonces, bueno, vengo a cobrarte mi favor, a lo que estuviste dispuesta a hacer Austen. – mierda, lo había olvidado....
- ¿Entonces...? Recuerdo haberte dicho que lo haría mientras estuviera en un límite inquebrantable. Así que dime, si no pasa de ése límite lo haré con gusto. – Bien, mantenerme firme, eso debo hacer. Siempre.
Seguimos caminando sin decir nada, parece que lo que planeaba pedirme pasaba del límite inquebrantable, mientras que seguro él pensaba que podría remplazar lo que él quería pedirme, yo no podía sacar de mi cabeza a José, hoy se cumple unas seis semanas de haber terminado, unas seis semanas de no saber nada de él, un 46 días en el que me he hecho más fuerte, eso, según yo. A unos carros del auto de Elayne decidió hablar, su voz suave y ronca me sacó de mis pensamientos...
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Fighting For Love
Teen FictionFighting for love. ¿Alguna vez te has enamorado? En ése caso te han roto el corazón. Después ¿qué sucedió?. Lo extrañaste. Sí. Te buscó. No. ¿Qué sucede después de llorar por horas? ¿Qué sigue después de preguntarte que falló?. Comienzas a cr...