Y como nos dice el titulo, el festival escolar del amanecer dio inicio con el grupo de chicas que bailaron y cantaron para el público.
Nino, quien participó (obligué), lucía hermosa con su vestuario, y su voz en el canto… uff, magnífica.
Cuando acabó la presentación, ya era momento de abrir los puestos. Y tanto como Fuutarou, Yotsuba y yo, estamos encargados de ayudar en todo.
“Aquí está el gas de repuesto, jefe”. Puse el balón de gas sobre la mesa sin mínimo esfuerzo. “¿Algo más?”.
“Eso sería todo, gracias”.
Alejándome del puesto toqué el comunicador que está en mi oreja. “Aquí Maui a champiñón, responde, champiñón. ¿Dónde estás?”.
“¡Yo jamás acepté ese nombre clave!”. Fuutarou se quejó desde uno de los comunicadores que le dí.
“Tan solo dime en dónde estás y ya”.
“Me han pedido hacer planes para un nuevo área de descanso, ahí estoy”. Lo escuché jadear de cansancio, supongo que han estado explotando hasta ahora.
“Entendido, voy enseguida”. Colgué para llamar a la siguiente. “Aquí Maui a conejita, responde conejita”.
“¡Aquí conejita!”. Y la voz alta y animada de Yotsuba casi estalla mi tímpano.
Al menos le gusta el nombre clave.
“¿Cómo vas por tu lado?”.
“¡El equipo takoyaki aprobó la inspección de seguridad! Sin embargo… aún tienen odio al equipo de los panqueques, jejeje”. Ella rió incómoda y nerviosamente.
Suspiré con cansancio cuando escuché su reporte. “Esos dos deben resolver sus diferencias o solo entrarán en problemas”. Ya me lo puedo imaginar, todos caerá en picada con este Shokugeki de puestos. “Bien, sigue así, conejita. Pronto terminaremos esto, ya lo verás”.
“Shishishi, ¡muy bien! ¡Cambio y fuera!”. Y con su último intento de dejarme sordo, colgó.
Tal vez deba bajar el volumen de su comunicador o perderé el oído para siempre.
Cuando llegué al nuevo área de descanso, me encontré a Fuutarou sentado en el suelo y con su espalda apoyada en el tronco que un árbol. Jadeaba con pesadez como si hubiera corrido una maldita maratón.
Y aunque a mí también me gustaría descansar, no podemos.
“Levántate, flojo… aún tenemos mucho que hacer y aún no es medio día”. Pateé suavemente su pierna para que me haga.
“Oh, cállate…”. Se apoyó más en el árbol. “Desde ahora, este árbol es mi nuevo mejor amigo, así que déjame estar solo con él”.
Jadeé dramáticamente y con la mano en el pecho. “¡No puedo creer que me hayas cambiado por un árbol! ¡Bien, ve con él! ¡Jamás te va a satisfacer tanto como yo!”. Dije como si hubiera sido testigo de una infidelidad, aunque era solo una broma. “Hashtag nohomo”.
“El trabajo te ha vuelto loco”. Me miró con disgusto mientras se levantaba. “Aún falta para que sean las tres, eh”.
“Sí”. Asentí mientras discretamente sacaba una botella de agua. “Entonces… ¿les vas a decir o las mantendrás en suspenso?”.
Tomando un buen trago, suspiró y luego respondió. “Le diré y les pediré que esperen mi respuesta cuando el festival haya terminado”. Por primera vez, lo vi madurando. Dejó de ser un monstruo del estudio y empezó a preocuparse por los demás. Supongo que esas chicas lo cambiaron para bien.
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Una tsundere en tu vida (Nino x OC) (Terminada)
RandomKai Whitmore, un joven hawaiano que vive en Japón desde los 10 años, estudiante del Hechicero supremo, conocerá a cinco chicas que cambiará su vida. En especial cierta chica con listones en forma de mariposa. (OC x Nino)